Vida y obra de Félix “El Loco”, en danza

El conocido bailaor Félix “El Loco” da para mucho. Ahora, Rubén Olmo, dirigiendo al Ballet Nacional de España, monta este espectáculo de danza, titulado El Loco, basado en su vida. Lo podemos ver en el teatro madrileño especializado en zarzuela Teatro de la Zarzuela.

El Ballet Nacional de España (BNE) representa un espectáculo de danza basado en la vida y obra del bailaor Félix “El loco” Fernández. ¿Su título?: El Loco.

Con la participación de la Orquesta de la Comunidad de Madrid y varios músicos flamencos del BNE, se trata de un ballet que se inspira libremente en la carrera de este artista andaluz apodado como El loco (Sevilla, 1896 - Epsom, Reino Unido, 1941). Su guión y dirección escénica son fruto de Francisco López, su coreografía de Javier Latorre y su música original ha sido compuesta por Mauricio Sotelo y Juan Manuel Cañizares, usándose también fragmentos de El sombrero de tres picos de Manuel de Falla.

El espectáculo narra cómo Félix fue contratado por el empresario y fundador de los Ballets Rusos, Serguéi Diaghilev, para que enseñase los pasos tradicionales del baile flamenco a Leonidas Massine y a otros bailarines del conjunto, quienes debían interpretar la pieza de Falla en Londres (Reino Unido) bajo el título de Le tricorne y con los diseños escenográficos de Pablo Picasso.

Sin embargo, Félix se sintió traicionado por Diaghilev al no aparecer en la función, enloqueció por la rabia y, tras protagonizar una danza frente a una iglesia, fue internado en un manicomio en Epsom, donde murió habiéndosele diagnosticado esquizofrenia catatónica. Con ello se genera un montaje de baile sobre la danza y una reflexión actual acerca de este autor y sus demonios como un elogio a la locura.

Lo podemos ver en el madrileño Teatro de La Zarzuela, del 9, al 22 de diciembre.

La vida del bailaor Felix El Loco, a escena

 

El solvente dramaturgo Víctor Sánchez Rodríguez (Una vida americana, Cuzco o Iván y los perros) escribe y dirige un homenaje al género negro que habla sobre la corrupción, la soledad y las personas anónimas que intentan hacer lo correcto. La podemos ver en el espacio madrileño Naves del Español.

 

Malos tiempos los que corren para la moral y la ética. Víctor Sánchez Rodríguez (Una vida americana, Cuzco o Iván y los perros) escribe y dirige un homenaje al género negro que habla sobre la corrupción, la soledad y las personas anónimas que intentan hacer lo correcto. Su título, La Florida.

El montaje cuenta con la participación de los actores Silvia Marsó, Vito Sanz, Francisco Reyes, Amparo Fernández y Lorena López y viene producido por Octubre Producciones y el Teatro Español. El proyecto fue escrito gracias al Programa de Desarrollo de las Dramaturgias Actuales del INAEM y su historia tiene como protagonista a Antonio, un inspector de policía que encara su último caso, pues se está muriendo.

Este le conduce hasta un edificio de apartamentos, La Florida, en Benidorm. Un complejo residencial dedicado a turistas y segundas residencias que en verano se queda prácticamente desierto. Sin embargo, ese invierno sucede algo que trastoca la pacífica existencia de los pocos vecinos de las inmediaciones: el cuerpo de un chapero aparece mutilado en la piscina.

Por su parte, Antonio interroga a los habitantes de La Florida, una tarea en principio simple, pero que lo lleva a un callejón sin salida, pues todos son extremadamente pintorescos: Lola Fargas, una cantante septuagenaria que sobrevive actuando en restaurantes, Rosafina, una tarotista sumida en el dolor por la muerte repentina de su hijo, Helena, una esquiva monitora de zumba que guarda un violento secreto, y Abdón, el administrador de la finca que vive recluido en el ático. Ahora Antonio debe descubrir qué es lo que ocurre en este peculiar lugar y quién era el asesinado para después reflexionar sobre la vida, la muerte y la desesperación.

La podemos ver, en el madrileño espacio Naves del Español, del 8 de diciembre, al 22 de enero próximos.

Las terapias psicológicas de un panadero

Una comedia con la participación del actor Antonio Molero que estudia las necesidades de fe e ilusión de la gente. La podemos ver en el madrileño Teatro Fígaro.

Los dramaturgos españoles Cristina Clemente y Marc Angelet escriben y dirigen la comedia Una terapia integral, producida por la compañía La Villarroel, que examina las necesidades de fe y de creer en algo de la gente.

La pieza está protagonizada por los actores Antonio Molero, Marta Poveda, Esther Ortega y César Camino, quienes narran cómo Toni Roca se ha convertido en un panadero estrella y un gurú social. Y es que desde hace una década imparte un curso intensivo de cuatro semanas para aprender a hacer pan. Oferta muy pocas plazas, tres concretamente, las cuales se disputan multitud de personas.

Su éxito radica en que ayuda a los alumnos a arreglar todo aquello que no funciona bien en sus vidas porque según su teoría el mejor pan se consigue solo cuando la persona que lo hace es plenamente feliz. Así, una corteza poco crujiente puede ser sinónimo de problemas laborales, una miga demasiado densa seguramente se haya visto influida por una crisis de pareja y un pan soso es indicativo de una vida sexual insatisfactoria.

Para conseguir superar el curso, los estudiantes se someten a una serie de pruebas y lecciones de lo más heterodoxas que les llevan a confesar sus conflictos más íntimos, liberarse de sus miedos, llorar o gritar a pleno pulmón. Con estos ingredientes se articula una comedia con toques dramáticos que indaga en el negocio en el que se ha convertido la felicidad y las pulsiones de una sociedad que ha dejado a un lado la religión, pero que al mismo tiempo sigue precisando creer en algo para que sus existencias adquieran ese sentido que tanto necesitan.

Es una comedia con moralina…Quitando esto, el desarrollo del argumento se realiza con mucha gracia y una dirección dinámica, lo que para este tipo de vodeviles es de agradecer.

Por otra parte, los actores están que se salen, en especial, César Camino, especializado en este tipo de teatro gracioso y con chispa.

El poner a una panadería como diván psicológico es original y usar la masa del pan como metáfora lo es más.

El día de su estreno nos reímos a rabiar y salimos contentos.

Tendrá éxito…

La podemos ver en el madrileño Teatro Fígaro, hasta el 15 de enero.

La violencia machista, a debate

Un animal en mi almohada es el texto escrito y dirigido por Vanessa Espín acerca de una reflexión sobre la lacra de la violencia de género y la actuación de la justicia. La podemos ver en el madrileño Teatro Fernán Gómez.

La dramaturga y escritora española Vanessa Espín escribe y dirige el espectáculo dramático Un animal en la almohada, que reflexiona sobre la lacra de la violencia de género, la situación de las mujeres víctimas de este mal y la actuación de la justicia.

La obra está representada por las actrices Concha Delgado, Laura Galán, Rebeca Hernando, Paula Iwasaki y Elena González. Todas ellas proponen una función donde se presenta a Eva, una mujer que, durante catorce años, ha sido maltratada por su marido. Ahora, tras varios años de psicólogos ya está preparada para comenzar una nueva vida. Y ha decidido que sea junto al mar.

Pero la juez de instrucción acaba de permitir salir de prisión a Gregorio, su esposo. Según su estimación ya está rehabilitado, por lo que le ha dado permiso para quedarse con los hijos de ambos.

Eva entra en pánico y todas sus esperanzas se rompen en mil pedazos ante la noticia de que Gregorio puede mantener la custodia de sus hijos. Ahora solo se plantea tres opciones: volver a confiar en el hombre que le ha hecho la vida imposible durante casi tres lustros, volver con él para proteger a sus hijos o escaparse con los niños, aunque eso la convierta en una fugitiva.

La podemos ver, entre hoy, y el próximo día 18 de este mes, en el madrileño Teatro Fernán Gómez.

Lo mejor de Molière

Vive Molière es una recopilación de las mejores escenas del dramaturgo galo Molière. Lo podemos ver en el madrileño Teatro de La Abadía.

Los actores Álvaro Tato y Yayo Cáceres, integrantes del famoso grupo Ron Lalá, proponen en el madrileño y serio Teatro de La Abadía, una recopilación de las mejores escenas y fragmentos del dramaturgo galo Molière (El avaro).

El montaje cuenta con la participación de los actores Kevin de la Rosa, Juan de Vera, Marta Estal, Laura Ferrer y Mario Portillo, quienes crean una especie de universo molieresco con música en directo, canciones, poesía y muchas risas. De tal manera, se intercala el musical con el vodevil, la alta comedia o la farsa al tiempo que se recuerdan las leyendas y las situaciones vitales del literato francés, las cuales le influyeron y llevaron a escribir sus textos.

Cada intérprete se mete en la piel de una decena de personajes dentro de una montaña rusa de giros de guion y extractos de piezas tan aplaudidas como Tartufo o El impostor, El avaro, Las preciosas ridículas, Don Juan, Sganarelle o El cornudo imaginario, El enfermo imaginario, Georges Dandin, El burgués gentilhombre, La escuela de los maridos y El misántropo. Y es que todo comienza cuando la diosa Fama anuncia su deseo de casarse con un gran autor teatral. Entonces, sus criados Dato, Mito y Chisme la llevan a París (Francia) para conocer la vida y las hilarantes obras de un tal Molière…

La podemos ver, del 1, al 30 de diciembre, en el madrileño Teatro de La Abadía.

El regreso de Mamma Mía

Mamma mía. El Musical, vuelve con un nuevo plantel de artistas. El Teatro Rialto acoge una adaptación de la fantástica comedia musical construida en torno a los grandes éxitos del grupo sueco ABBA.

Mamma mía. El Musical es una nueva producción realizada por SOM Produce, productora de Billy Elliot, Priscilla Reina del Desierto, Grease, West Side Story y Matilda, que cuenta con nuevas coreografías, vestuario, arreglos musicales y escenografía.

Estamos frente a una divertida comedia amorosa de enredo que ha enamorado a más de 65 millones de espectadores en todo el mundo y cuya versión cinematográfica con Meryl Streep, Pierce Brosnan y Colin Firth fue número uno en más de doce países y recaudó más de 600 millones de dólares.

La función traslada a los asistentes hasta una paradisíaca isla griega, donde Sophie Sheridan prepara su boda en el hotel de su madre. Sophie no sabe quién es su padre porque su progenitora, Donna, nunca se lo ha dicho. Pero todo cambia cuando encuentra el antiguo diario de su madre, descubriendo que en el verano que fue concebida Donna tuvo sendos romances con tres hombres. ¡Cualquiera de ellos podría ser su padre!

Para averiguarlo, Sophie decide invitarlos a su boda sin que Donna se entere. Así, una vez que Sam Carmichael, Harry Bright y Bill Anderson llegan a la isla y se enteran del verdadero motivo por el que han sido llamados a acudir a la fiesta tratan de resolver el misterio de quién es el padre de Sophie y, por lo tanto, quién la llevará al altar.

Es, en definitiva, un gran chute de energía positiva, de grandes actuaciones y cantantes, de una música romántica y maravillosa y de una historia que engancha desde el principio. Más no se puede dar…

La podemos ver, toda la temporada y la siguiente, en el madrileño Teatro Rialto.

La vuelta de Sanchís Sinisterra

Cristina Medina y Santiago Molero protagonizan la adaptación de la famosa obra de Sanchis Sinisterra Ay, Carmela! , que, en su día, protagonizaron en el cine Andrés Pajares y Carmen Maura. La podemos ver en el madrileño y castizo Teatro Pavón.

El director Fernando Soto adapta al teatro una minimalista versión de Ay, Carmela, una comedia escrita por José Sanchis Sinisterra que obtuvo el Goya a la Mejor Película, en 1991. Una obra protagonizada por Cristina Medina y Santiago Molero.

Interpretada por Cristina Medina y Santiago Molero, estos dos actores dan vida a Carmela y Paulino, dos cómicos que actúan para las tropas del bando republicano durante la Guerra Civil.

Ambos están cansados de pasar penalidades en el frente, pero mientras se dirigen a Valencia, por error, llegan a la zona nacional. Carmela y Paulino son hechos prisioneros y su única forma de salvarse es ofrecer un show para un grupo de militares nacionales que choca de lleno con su ideología.

La podemos ver en el madrileño Teatro Pavón.