La filosofía de Cicerón, a escena

El prestigioso actor José María Pou (Moby Dick, Sócrates o El universo musical de Thomas Mann) protagoniza Viejo amigo Cicerón, un drama que reflexiona sobre la moral, la justicia y la convivencia basado en el político y filósofo romano. Una pieza bajo la dirección de Mario Gas que se puede disfrutar de miércoles a domingo del 4 de febrero al 7 de marzo en el Teatro La Latina.

Estrenada en la 65ª edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, la obra Viejo amigo Cicerón ha sido escrita por Ernesto Caballero, exdirector del Centro Dramático Nacional, y viene dirigida por el regidor uruguayo Mario Gas, Premio Nacional de Teatro de Cataluña 1996 y Premio Butaca 1999.

Pou se mete en la piel de Marco Tulio Cicerón, un político, jurista, orador, filósofo y divulgador romano. Está considerado como uno de los más grandes retóricos y estilistas de la prosa en latín de la República romana. También fue el introductor de las teorías filosóficas griegas en la intelectualidad de Roma.

Cicerón tuvo que enfrentarse a una de las épocas más convulsas del siglo primero anterior a la presente era. El caso es que vivió la Guerra Civil entre el Senado y Pompeyo contra Julio César. Tras el asesinato de César, combatió políticamente al general Marco Antonio en su lucha por el poder y, finalmente, fue proscrito como enemigo del estado por el Segundo Triunvirato.

Pero Cicerón no se radica en aquel tiempo, sino que reflexiona con el lenguaje coloquial actual acerca del presente, repleto de ambiciones, deslealtades y corrupciones políticas como antaño. Así, abre un debate cívico indagando en el momento histórico que se vive, tan similar al que acaeció entonces. Y en ese viaje por la mente y la moralidad Cicerón divaga con su secretario Tirón, su hija Tulia y su fiel amigo y consejero Ático.

La podemos disfrutar en el Teatro La Latina,de Madrid, hasta el 7 de marzo.

 

Una de las mejores zarzuelas

El madrileño Teatro de la Zarzuela acoge una nueva producción de la gran comedia lírica en tres actos, Luisa Fernanda. es una de las mejores zarzuelas del siglo XX que supuso el estrellato para su autor, Federico Moreno Torroba.

Estrenada en el Teatro Calderón de Madrid, el 26 de marzo de 1932, la castiza zarzuela Luis Fernanda se representa en el Teatro de la Zarzuela con la colaboración de la Orquesta de la Comunidad de Madrid  y el Coro Titular del Teatro de La Zarzuela bajo la dirección de Antonio Fauró.

Ambientada en el periodo isabelino, justo antes de la revolución de 1868, la obra narra las peripecias que suceden alrededor de la posada regentada por Doña Mariana. Allí, vive Luisa Fernanda, una bella joven enamorada de Javier Moreno, un coronel del ejército español. 

A pesar de que Javier apenas va a verla, ella aún le ama y rechaza las insinuaciones de Vidal Hernando. Aunque este último no pierde la esperanza y creyendo que Javier es un liberal, se declara monárquico, no tanto por convicción, sino por llevar la contraria a su oponente. Pero Javier se encuentra con la hermosa Duquesa Carolina, quien mediante sus artes y encantos, le despista de Luisa y de paso, le atrae hacia la causa monárquica…

La podemos ver en el Teatro de la Zarzuela, hasta el 14 de febrero.

 

El acoso a las mujeres en la Red

Sandra Ferrús, conocida por su ópera prima El silencio de Elvis, escribe y dirige su segunda producción teatral, La panadera. Es un drama contemporáneo sobre el acoso en redes sociales, la ruptura de la intimidad y los prejuicios de la sociedad actual.

El argumento de La panadera presenta a Concha, una simple panadera de mediana edad, con una vida tranquila y dos hijos. Un día, conoce que por las redes sociales está circulando un vídeo suyo manteniendo relaciones sexuales con un antiguo novio de hace 15 años. Y es que su expareja ahora se ha hecho famosa en Italia por participar en un reality show.

Los mensajes a sus cuentas sociales se multiplican con burlas e insultos, la mirada y las críticas de sus vecinos y amigos se dejan notar cada día más y la impotencia que siente por lo ocurrido la destroza psicológicamente.

A ello se suma el pesar de su familia, víctimas indirectas de lo ocurrido, desde su padre, Ramón, un tradicional hombre de campo, hasta su hijo Gael de 11 años, a quien intenta ocultar la noticia, pero que ya maneja Internet tan bien como cualquiera. Y, por supuesto, su marido, Aitor, quien trata de consolarla pero que se siente influido por el juicio social.

La obra – un texto moderno y con mucha fuerza dramática- está escrita con mucha veracidad, dejando de lado el tremendismo fácil al que se presta este tipo de temas. En cuanto a la dirección, podemos decir que está muy ajustada. Y finalmente, la interpretación de Sandra Ferrús es valiente y atrevida. Es una gran actriz.

Sandra Ferrús es una actriz, dramaturga y directora valenciana afincada en San Sebastián que se hizo célebre por sus papeles en series como Frágiles, Hospital Central o Mi querido Klikowsky. En el teatro se la ha visto en montajes como La calma mágica,  La ternura o No me hagas daño. También fue premiada con la Biznaga de Plata a la Mejor actriz en el Festival de Málaga Cine en Español 2008 por el cortometraje Test.

 

Podemos verla en el Teatro María Guerrero, hasta el 27 de marzo.

 

Tupper risas

Tras el éxito de Confesiones de mujeres de 30 y Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus, el director Edu Pericas escribe y dirige una comedia donde entremezcla el humor con el sexo. Un canto a la libertad sexual y la reivindicación a la masturbación femenina.

Con la actuación de las actrices Roma Calderón y Alicia Garau, la función expone cómo My Secret Flower, una empresa distribuidora de juguetes eróticos, imparte un curso de formación para nuevas vendedoras de Tuppersex, reuniones de chicas donde se habla de prácticas y experiencias sexuales y donde se ofertan todo tipo de objetos eróticos.

Pero la sexóloga habitual del curso no puede asistir y es sustituida por una extravagante peluquera de barrio sin pelos en la lengua. El público se convierte en su particular alumnado y para instruirlos utiliza disparatadas técnicas educativas que acaban siendo una pesadilla para la responsable de la docencia. Al final, los asistentes deben aprobar un examen para demostrar qué han aprendido en este improvisado workshop. 

El texto es ocurrente, con un humor donde impera la astracanada y las slapstick (en español, payasadas).

Tanto Alicia Garau, como Roma Claderón, son dos actrices con muchas tablas, que saben meterse al público en el bolsillo, desde el primer momento. Y aquí, lo consiguen sin problema alguno. Además, son el contrapunto perfecto una de la otra. Mientras veía la obra, me recordaban a aquel par de maravillosos dúos cómicos femeninos Las Veneno y Las Virtudes, de las décadas de los noventa y dos mil.

Bendito humor femenino. En este caso, es un texto masculino, interpretado por féminas. Hubiese sido redonda la obra si hubiera estado escrita por una mujer…

La podemos reír en el Nuevo Teatro Alcalá, de Madrid, hasta el 14 de febrero.

 

Los conflictos de ahora, a través de Homero

La actriz, directora y productora brasileña Christiane Jatahy propone O agora que demora, una combinación entre el teatro y el cine donde se visualizan los conflictos del presente a través de los versos de Homero.

El montaje de O agora que demora se estructura en la proyección The Lingering Now, el segundo título de un díptico llamado Our Odyssey, que se combina con la música y la interpretación en directo. La película que se expone ha sido rodada en Jenin (Palestina), los campos de refugiados de Libia y Grecia, Johannesburgo (Sudáfrica), una comunidad indígena del Amazonas y Río de Janeiro (Brasil)

La cinta entrevista a refugiados que explican su realidad a través de las palabras homéricas de La odisea. Así, Jatahy reconstruye los espíritus de Ulises, Penélope, Telémaco y muchos otros personajes para reflejar cómo los miedos y los anhelos del ser humano son los mismos en la antigua Grecia y en las actuales zonas de crisis. Un viaje guiado por una ficción de 3.000 años que explora cómo las guerras y los problemas no tienen ni pasado ni futuro, solo presente.

Nacida en Río de Janeiro (Brasil), en 1968, Christiane Jatahy es una intérprete, directora de teatro y cineasta cuyas producciones suelen alcanzar los límites entre la realidad y la ficción. Algunos de sus filmes más prestigiosos son Estudio, Todas las historias son ficción y Corte.

La podemos disfrutar hasta el próximo día 24, en el Teatro Valle-Inclán, de Madrid.

 

Pensamientos familiares

Rita es una tragicomedia que reflexiona sobre la familia, el peso de la muerte y la legitimidad para decidir por los demás.

 

La tragicomedia Rita es obra de la dramaturga barcelonesa, Marta Buchaca, y la función está protagonizada por los actores Carlos Hipólito (Premio Max al Mejor actor protagonista 2010 por Glengarry Glen Ross) y Mapi Sagaseta, vista en series como Hospital Central o Villarriba y Villabajo.

Su historia tiene como protagonistas a Toni y Julia, dos hermanos muy distintos entre sí, ya que el primero es un hombre seguro de sí mismo al que no le tiembla el pulso a la hora de tomar cualquier decisión, mientras que ella es una mujer insegura a la que le cuesta decidir cualquier cosa.

Pero la seguridad de Toni se viene abajo de repente cuando el veterinario le aconseja brindarle la eutanasia a su perra, Rita. El hecho de tener que decidir sobre la vida de su fiel amiga le hunde en un profundo pesar, sobre el cual no es capaz de tomar partido. Sin embargo, en esta ocasión, Julia sabe muy bien qué es lo que se debería hacer, ya que para decidir sobre las vidas de los demás no tiene tantos reparos.

Pero al tiempo que Toni tiene que aceptar que su perra se está muriendo, Julia también se ve en la obligación de interiorizar que su madre, también llamada Rita, está cada vez más lejos de ellos, ya que sufre de Alzheimer desde hace años y su proceso le ha hecho llegar a un punto en el que cualquier día puede ser su último momento.

La podemos ver en el Teatro Fernán Gómez, del 20 de este mes, al 20 de enero.

 

Lavar, marcar y…reir

 

El madrileño y castizo Teatro Lara acoge la representación del thriller cómico Lavar, marcar y enterrar, que bebe de las películas de Pedro Almodóvar y Quentin Tarantino para desarrollar una historia donde nadie es quien parece ser. 

 

Escrita y dirigida por Juanma Pina, esta obra le ha valido a su director la candidatura al Mejor Autor Revelación en los Premios MAX 2015 y el galardón de Mejor Autoría y Dirección Novel en los Premios Mi Butaquita. Y es que este montaje ha pasado de interpretarse en la peluquería Corta Cabeza a hacerlo en uno de los más distinguidos teatros de la ciudad.

La función cuenta la rocambolesca historia de dos ladrones novatos que entran en una peluquería de barrio para llevarse de la tienda de al lado un cuantioso botín. Pero lo que no sabían es que los empleados del local tenían más trapos sucios que ellos mismos. Un cóctel a base de laca, pistolas, calaveras y tinte para el pelo repleto de risas y giros inesperados.

Por otro lado, la obra está muy bien escrita, dirigida y, sobre todo, interpretada. Tiene múltiples matices cómicos (no es plano); muchos guiños al cine de Almodóvar o, más reciente, de Los Javis. También se la compara con Tarantino. Yo no llegaría ahí..

Es un teatro fresco, moderno, pop y apto para todo tipo de públicos y generaciones.Muy Spanish, muy del Madrid de la Movida (muy malasañero) que, la estamos recuperando en pequeñas cápsulas a la que éste y otros teatros y galerías de arte parece que quieren volver en su versión Siglo XXI. ¡Ojala sea así…!

La podemos reír a mandíbula batiente los sábados, en el Teatro Lara, de Madrid.