viernes, 7 de julio de 2017

Teatro-Comedia

“Cuatro corazones con freno y marcha atrás”. Teatro Galileo. Todo el verano.
Mucha gente persigue la fórmula de la eterna juventud, pero ésta puede ser una condena. Es el trasfondo de “Cuatro corazones..” una comedia de Enrique Jardiel Poncela estrenada en 1936 y que se presenta la próxima semana en la terraza del Teatro Galileo, con  dirección de Gabriel Olivares. “Fue -recuerda- la primera función que vi en el Teatro-Circo de Albacete. Era un niño y me moría de la risa”.
Según Olivares, Jardiel mezcla muy bien lo popular con lo elitista, bañado de absurdo. “Conecto de una manera muy natural con él. Me gustan muchísimo las situaciones, los personajes y, sobre todo, el uso del lenguaje, que no sé si se entendió bien en su época”. Jardiel, continua Olivares, “mezcla como nadie el humor y la poesía. Eso es Jardiel, esa unión. Y además es un autor muy moderno: esta función es prácticamente ciencia ficción”. Poner en pie esta obra significa, para el director, «reconciliar al público con un tipo de teatro que siempre se ha hecho de manera convencional y yo estoy intentando hacer de otro modo, darle una vuelta”.
La función la ha llevado Olivares a los años setenta, y el público entrará en un guateque –“pero no he cambiado ni una sola fecha del texto”-. El espacio, con el público distribuido en mesas, ha condicionado el montaje. Olivares ha integrado los propios jardines.

Este sainete –muy Jardiel Pocela- comienza de un modo flojo, pero, poco a poco, va tomando cuerpo, hasta convertirse en un montaje hilarante y lleno de ritmo. Destacamos los surrealistas números musicales, que tanto colorido dan a la función, y las interpretaciones de todos los actores, que, aparte de ser buenos, están muy bien dirigidos (la mano mestra de Olivares se muestra en todo momento). Y…como no podía ser de otro modo, Jardiel Poncela imprime en el texto un mensaje moralizador hablándonos de cómo tenemos que aprovechar cada minuto de nuestra vida, sin ansiar lo que no tenemos.

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