Una versión moderna de Tartufo, de Molière

El prestigioso regidor Ernesto Caballero (Hannah Arendt en tiempos de oscuridad o Madre Coraje y sus hijos) presenta, del primero de septiembre, al 3 de octubre (martes a domingos) adaptación del clásico literario de Molière Tartufo. Una comedia en cinco actos protagonizada por el famoso actor y clown Pepe Viyuela que examina la ambición, la falsa devoción y la hipocresía humana.

 

Este montaje del clásico Tartufo, de Moliére, posiciona al personaje protagonista en la casa de los Pernelle, que ha llegado de la mano del señor Orgón, a quien ha engañado haciéndole creer que es un mendigo necesitado de asilo. Con una inteligencia superior a la media, Tartufo es un ladino manipulador que sabe ver las debilidades y virtudes de los demás.

A través de la idea de hacerse con las riquezas de Orgón, Tartufo se convierte en un líder espiritual para él. Mientras, trata de casarse con su hija y seducir a la segunda esposa de su benefactor, Elmira, mucho más joven que él. Una vez que se dan cuenta de sus embustes, Tartufo intenta aprovecharse de unas donaciones que Orgón le había dado anteriormente y echar a este de su propia casa.

Así, mediante esta historia escrita en 1664, Molière buscó reflexionar sobre los estafadores y pícaros que se acercaban al rey de Francia Luis XIV para poder medrar política y económicamente y que, por el contrario, se presentaban como personas de moralidad intachable.

La podemos ver en el madrileño Teatro Reina Victoria, del primero de septiembre, al 3 de octubre.

 

Reflexión sobre la insatisfacción de la sociedad occidental

El conocido actor Rubén Ochandiano, protagonista de Tartufo, el impostor, estrena una tragicomedia crítica con la insatisfacción e infelicidad crónica occidental: El alivio o la crueldad de los muertos.

 

El alivio o la crueldad de los muertos habla de la casa de Lily, una joven que ha organizado una fiesta por su cumpleaños. Allí, se han reunido sus amigos más íntimos y mientras bailan y beben, Wilma, una mujer hispana de mediana edad que sirve la comida y las copas, es testigo de las mentiras, complejos y prejuicios de los diversos personajes.

Y es que, partiendo de la base de La boda de los pequeños burgueses, de Bertolt Brecht, la función indaga en los conflictos que Wilma atesora en su interior al tiempo que debe soportar la hipocresía y los caprichos de este grupo de personas.

Con ello, se vislumbra la sempiterna adolescencia en la que se ha anclado la sociedad occidental, preocupada por nimiedades y ensimismada en cumplir sus antojos. Gente con discursos bienpensantes, pero que, en el fondo, albergan pequeños monstruos que tratan de salir. Y esas pulsiones terminan por emerger para finalizar la celebración de una forma apoteósica.

Rubén Ochandiano es un actor nacido en Madrid, en 1980, famoso tras su aparición en la serie juvenil Al salir de clase. Ha participado en películas como El corazón del guerrero, Asfalto, La flaqueza del bolchevique, Los abrazos rotos o Che. En el teatro ha dirigido dos montajes propios: La Evolución y Animal, así como otras piezas como Antígona, La gaviota o Deliro.

La podemos ver en los Teatros del Canal, del primero, al 9 de septiembre.

 

Antonio Márquez y Rosario La Tremendita, en El Escorial

El baile español de la Compañía Antonio Márquez y la experimentación en el flamenco de Rosario La Tremendita muestran este fin de semana las facetas artísticas de sus creadores en el Festival Internacional de Verano de El Escorial, de la Comunidad de Madrid, una cita que reúne, hasta el 24 de septiembre, en dieciséis espectáculos, una amplia representación cultural de primer nivel en la ópera, la música clásica, la zarzuela, el flamenco, la danza contemporánea, el ballet, el circo, los títeres y el teatro clásico.

Promovido por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid para descentralizar y extender la cultura a distintos lugares de la región, el Festival  Internacional de Verano de El Escorial, de la Comunidad de Madrid, se acerca, este próximo sábado, a la danza española, en el Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial. La Compañía Antonio Márquez presenta cuatro piezas en un programa de marcada impronta española, en el que destaca el ballet Medea, inspirado en la obra de Séneca. 

En la primera parte, la compañía bailará, con la coreografía de Javier Palacios, Macadanza, sobre la Danse macabre, de Saint-Saëns, un poema sinfónico compuesto en 1874. Le seguirá el cuarto movimiento de la Symphonie espagnole, de Édouard Laló, en un solo para bailarina, coreografiado por José Granero en 1990 para el programa de presentación del Ballet Región de Murcia, bajo la dirección de Merche Esmeralda.

La primera parte del espectáculo se cierra con el Bolero, de Maurice Ravel, coreografiado por Antonio Márquez y Currillo. Márquez estrenó su versión de esta composición del músico francés en 2005. Desde entonces lo ha llevado por escenarios de todo el mundo, hasta culminar en la consagración en los conciertos BBC Proms, en el Royal Albert Hall de Londres de 2013. El coreógrafo español, nacido en Sevilla, en 1963, y una de las figuras más destacadas del baile clásico nacional, lo actualizó en 2017.

 

La segunda parte la ocupa enteramente Medea, de la que Antonio Márquez recupera la coreografía histórica de José Granero, concebida para el estreno de este ballet, en 1984, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, con música del guitarrista Manolo Sanlúcar. El montaje de Márquez aporta una nueva escenografía y vestuario de Tania Bakunova, inspirado en diseños de Miguel Narros, autor, así mismo, de la dramaturgia y el libreto de esta obra, una de las fundamentales de la danza española del pasado siglo.

En el reparto del montaje que presenta la Compañía Antonio Márquez, el propio coreógrafo y bailarín interpreta el papel de Jasón, Helena Martín el de Medea, Currillo, en una colaboración especial, el de Creonte, Lupe Gómez (también colaboración especial), el de Nodriza, y Alba Franco el de Creúsa, junto a otros 18 intérpretes.

 

A través del baile, la compañía escenifica la historia de Medea, hechicera y maga, que traiciona a su padre, asesina a su hermano, ayudando a robar el vellocino de oro al aventurero griego Jasón, a quien ama, y con quien huye. Jasón y Medea viven con sus dos hijos en Corinto donde reina el anciano Creonte, que tiene una hija, Creúsa. El rey Creonte ofrece su joven hija a Jasón, quien la acepta y repudia a Medea. Consumida por los celos, brota de ella la venganza.

Una creadora del presente flamenco

 

Como un cruce entre la tradición flamenca y lo experimental, Rosario La Tremendita se presenta en el Festival el título de su último espectáculo y el de su próximo disco, el quinto de su carrera. La actuación tendrá lugar en el Real Coliseo Carlos III el próximo domingo.

Con idea original y dirección de Rosario La Tremendita, a la artista andaluza la acompañarán en el escenario Pablo Martin Jones, Juanfe Pérez y David Sancho.

 

Nacida en Sevilla, La Tremendita muestra su versatilidad al componer y escribir sus temas, producirlos e interpretarlos con guitarra, bajo eléctrico y percusión. Y sin despegarse de la tradición flamenca ha ido evolucionando desde A tiempo (2010), su primer disco, hasta Tremenda, dejando constancia de sus avances en Fatum (2012), nominada a los Grammy Latinos como Mejor álbum flamenco; Qasida (2015), que es la grabación de un concierto en directo junto al cantante iraní Mohamed Motamedi; y Delirium tremens (2018), el álbum del cambio, de nuevo candidato a un Grammy Latino.

En esta progresión hacia lo experimental, sin despegarse de la tradición, ha contado con el productor y compositor Pablo Martin Jones (Madrid, 1980), hijo de un guitarrista flamenco y una bailaora de origen estadounidense afincados en España, y que le produjo el single Al mal tiempo (2019). Con él, La Tremendita ha desembocado en un espacio musical cada vez más heterogéneo, libre de ataduras estilísticas y reglas arcaicas, donde estrechar la tradición desde la impureza, para dotarla de sonoridades, a priori muy alejadas del flamenco tradicional. 

 

 

El arte clown de Leandre Ribera

La poesía y el humor del payaso Leandre Ribera invitan a disfrutar en Rien à dire, el espectáculo que clausura el fin de semana Teatralia Circus, en Teatros del Canal, de Madrid.   El clown catalán Leandre Ribera presenta, en los Teatros del Canal, de Madrid, dos funciones de un montaje que recibió el Premio de Circo de Cataluña al mejor espectáculo.

 

 

Leandre Ribera hace poesía con sus gestos, sus movimientos mientras trastea en su casa, la casa de Rien à dire (Nada que decir), el espectáculo de la segunda edición de Teatralia Circus, que organiza la Comunidad de Madrid en el marco del Festival Internacional de Artes Escénicas para Todos los Públicos Teatralia, que este año cumple 25 años.   Ambas funciones de esta obra poética y humorística titulada Rien à dire, sin palabras, está protagonizada por un personaje atribulado   Rien à dire (Nada que decir) es ya un clásico circense desde que la compañía Leandre Clown la estrenó en Francia en 2013. Un año después recibía el Premio Ciudad de Barcelona a la Mejor Puesta en Escena 2014 y el Premio de Circo de Cataluña al Mejor Espectáculo 2014.   En escena, el personaje que interpreta Leandre Ribera pasa el tiempo en su casa, cuyos suelos están atestados de calcetines y su armario rebosa de ropa. Con unos pocos objetos se entretiene mientras recibe visitas (un cartero, una mujer, un hombre), y así, poco a poco, el espectador va entrando en el mundo del personaje, y ríe con la mímica de sus trastadas, equivocaciones y sentimientos.     Hace más de 25 años que Leandre Ribera gira por el mundo con su humor cargado de poesía, inspirado en el cine mudo, el mimo, el gesto y el absurdo. En 1999 fundó la Compañía Leandre & Claire, junto a Claire Ducreux. Sus espectáculos Fragile y Madame et Señor dan la vuelta al mundo. Desde 2003, ya un referente del teatro de calle, estrena con su compañía Leandre Clown las piezas Desbandada, Démodés, Play, No sé y Rien à dire (Nada que decir).   Lo podemos ver los días 14 y 15 de este mes, en los madrileños Teatros del Canal.

 

Loles León, al descubierto

Pasar una noche con Loles León significa hacer un recorrido por los últimos cincuenta años de nuestra historia. Un viaje por su vida, por sus momentos más amargos y por los más alegres, por situaciones tan divertidas, como absurdas. Este es el nuevo espectáculo cabaretero que la actriz y entertainer nos propone ahora.

Recuerdos llenos de emoción que, a través de la música (el cabaret, el music hall) nos trasladarán a distintas épocas en el espectáculo Una noche con ella. Loles León. Pero, como ella dice al comienzo de la función: «Si no te gustan cosas de tu vida, quién ha dicho que no las puedas cambiar para representarlas en un escenario».

Una noche con ella. Loles león contiene un ochenta por ciento de realidad y un veinte por ciento de ficción, pero Loles jamás confesará lo que es verdad y lo que es mentira. Es el espectador quien debe averiguarlo.
Durante la hora y media del espectáculo, la showoman española por excelencia, junto a dos jóvenes bailarines/actores y dos músicos en directo, desnudará su alma y dará rienda suelta a su lengua mordaz. Cantará y bailará para que el espectador recuerde esa noche con ella como algo inolvidable.

Treinta y cinco años de amistad

 

«Esta función nace de la amistad, del conocimiento del ser humano y de la admiración profunda hacia una actriz que tiene alma dramática, cuerpo cabaretero y mirada de niña. Esa mezcla es lo que la hace ser única. Conocí a Loles hace 35 años y mi admiración hacia ella me llevó en varias ocasiones a trabajar juntos. Su vida es tan apasionada como los Cuentos de Canterbury y tan divertida como Con faldas y a lo loco», explica Juan Luis Iborra, el director del show. El asegura que los cientos de horas que pasaron juntos en los platós, en los rodajes, le dieron la posibilidad de conocerla por dentro y por fuera y de «entender que, detrás de ese feroz genio, a veces desproporcionado, hay una mujer tan débil, como hermosa. Siempre, me dijo que le escribiera algo de teatro y, así, lo hice, en varias ocasiones. Pero ella, que es muy ella, no se veía en esos textos», añade.

Por otro lado, y siguiendo las palabras del director, el 13 de marzo de 2020, «el confinamiento de todo el país me llevó a escribirle otro proyecto, un espectáculo musical basado en su vida. Lo primero que anoté en una libreta fue el título: Una noche con ella». De pronto, la memoria se abrió como un gran libro de notas y comenzó a recordar cientos de anécdotas, momentos vividos junto a ella y situaciones tan absurdas, como divertidas. «Su vida merece un espectáculo», asegura.

«Cuando tuve las diez primeras páginas, la llamé por teléfono y se las leí -comenta Iborra- Recuerdo que se emocionó. Me insultó cariñosamente, por haber tardado tanto tiempo en escribir lo que toda su vida esperó. Y mientras en el exterior la tristeza y la preocupación iban aumentando, mientras las calles seguían vacías, yo avanzaba en el espectáculo y esperanza de verlo en un teatro me ayudó a que todo fuera menos doloroso ».

Loles León corrobora las palabras del director: «Cada vez que escribía unas páginas, me llamaba para leérmelas y, mientras le escuchaba, yo lloraba». Y es que, Una noche con ella es, como a la actriz le gusta definirlo: «Sorprendente. Quiero que la gente diga: ‘Vete a ver lo de Loles porque es sorprendente’. Hay risa, hay comicidad, hay música… pero van a descubrir cosas que no se esperan de mí y que les van a sorprender, como que tiene algunos momentos de una emoción muy profunda».  

En otro orden de cosas, uno de los grandes atractivos de la obra es el vestuario realizado por el reputado diseñador Manuel Fernández, que ha desarrollado, por vez primera, en el mundo teatral, una colección confeccionada íntegramente siguiente la regla de las 3R: reducir, reutilizar y reciclar. El artista, que lleva más de 35 años apostando por el diseño sostenible, se ha servido de antiguas prendas de Loles para crear los diferentes modelos que forman parte de la obra.

Lo podemos ver en el Teatro Victoria Eugenia, de San Sebastián, hasta el 15 de agosto.

Corea en Veranos de la Villa

La 37ª edición de Veranos de la Villa (el festival veraniego de Madrid de las artes escénicas) cuenta, este año, con la República de Corea como país invitado. Por ello, en colaboración con el Centro Cultural Coreano en España, el festival, organizado por el Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, a través de Madrid Destino, incluye en su programación siete actividades que permitirán a los espectadores de Veranos de la Villa acercarse al arte y la cultura de este país. Además, dicho país también sirve de inspiración a la restauradora Pepa Muñoz, propietaria de El Qüenco de Pepa, para rendir tributo con un original postre, elaborado para la sección Comerse el verano, que también podrá verse dentro del festival.

En referencia a la participación de la República de Corea como país invitado en el festival, el director del Centro Cultural Coreano en España, Oh Ji-hoon, ha manifestado que, en estos diez años, la cultura coreana ha consolidado su presencia en España. En el año 2011, cuando abrimos las puertas del Centro, la cultura coreana aún se conocía poco, pero hoy en día, el público y los medios de comunicación han potenciado su conocimiento y disfrute. Este año, conmemorando el décimo aniversario del Centro, nos sentimos muy felices de poder participar como país invitado en el Festival Veranos de la Villa, ofreciendo la oportunidad de conocer un pedacito de la cultura coreana a un gran número de personas. El Centro Cultural Coreano a fin de poder llegar a más público de todas las partes de España y para un mejor conocimiento y entendimiento mutuo, seguirá en su labor de dar a conocer Corea colaborando además con los distintos festivales en España y ofreciendo cultura accesible.

De este modo, y en el Teatro de Conde Duque (12 y 13 agosto), el creador teatral y compositor surcoreano, Jaha Koo, mostrará su destreza escénica con un espectáculo a medio camino entre lo documental y la performance. Su obra The History of Korean Western Theatre culmina la trilogía Hamartia, en la que el autor revisa la historia política de Corea del Sur y se cuestiona acerca de la influencia que el canon occidental ha tenido en la dramaturgia coreana. Una representación en la que Koo interpela constantemente, entrelazando historias personales con hechos históricos, políticos y sociales, intentando dar respuesta a temas como la tradición, la autocensura y la autenticidad.

Los cuentos también surgen de la tradición oral surcoreana, y la obra ‘Iyagui: cuentos coreanos’, que la compañía 4 Lunas representará el 14 y 15 de agosto en la Sala de las Bóvedas del Centro Cultural Conde Duque, es un buen ejemplo de ello. Un espectáculo para un público familiar, en el que la literatura infantil llevará al espectador a viajar acompañado de figuras planas, máscaras y música, en una narrativa didáctica que se apoya en las artes plásticas y la interpretación que realiza el colectivo multidisciplinar compuesto por profesionales del teatro, la educación y las Humanidades.

 

Ballet para celebrar a Europa

El ballet clásico llega a Veranos de la Villa de la mano del afamado coreógrafo Renato Zanella. Wind, el programa que presenta el prestigioso Slovenian National Theater Opera and Ballet Ljubljana, en Veranos de la Villa de Madrid, con ocasión de la presidencia eslovena del Consejo de la Unión Europea, está compuesto por dos de las obras más exitosas que Zanella ha creado durante su etapa como director artístico del Ballet de la Ópera Estatal de Viena.

En la primera parte del ballet Wind, de los Veranos de la Villa, de Madrid, un sólido ballet de estilo neoclásico con el Concierto para piano n.º 5 en mi bemol mayor, op. 73, de Ludwig van Beethoven, y en la segunda de las piezas, Strauss’ dream, Zanella hace una revisión actualizada del tradicional Concierto de Año Nuevo vienés con las melodías más conocidas de Strauss y Gustav Mahler. Entre las obras musicales más reconocidas se encuentran Pizzicato Polka, de Johann Strauss; Adagietto de Sinfonía No. 5, de Mahler; o la popular Marcha Radetzky, de Johann Strauss Jr.

El reconocido coreógrafo italiano ha sido director artístico de importantes compañías de ballet europeas, como la Wiener Staatsoper, donde presentó cerca de cuarenta coreografías propias, entre ellas Aschenbrödel (Cenicienta), con música de Johann Strauss; Wolfgang Amadée, con música de Mozart y Salieri; Bolero, de Ravel; Le Sacre du Printemps, de Stravinsky; El cascanueces, de Tchaikovsky; y Espartaco, de Khachaturian.

 

En colaboración con la Embajada de Eslovenia en España, Wind podrá disfrutarse el Patio Central del Centro Cultural Conde Duque del 11, al 13 de agosto.