domingo, 20 de enero de 2019

Performance


“Bacantes. Prelúdio para uma Purga”. Teatros del Canal. Días 18,19 y 20 de enero.
Esta performance  ¡de dos horas de duración!, está, de algún modo, inspirada en la obra teatral Las bacantes, la tragedia griega de Eurípides que inspira Bacantes-Prelúdio para uma Purga. Lo que importa, en realidad, es saber que la obra clásica toma su título de las adoradoras de Baco, el dios del vino, y que en consecuencia todo adquiere aquí el frenesí de una bacanal desbocada a medio camino entre el carnaval más carnal y la fiesta más demoledora, con ritmos que van del blues a la samba, de las cadencias latinas a las africanas.
En una explosión escénica para una docena de trompetistas y varios bailarines, Marlene Monteiro, la más prometedora y salvaje creadora de Cabo Verde, revisa las diferencias entre lo apolíneo/racional y lo dionisiaco/visceral para intentar crear una catarsis telúrica en el alma de cada espectador.
Los que vieron su frenético unipersonal Guintche, que supuso su debut la temporada pasada en esta misma casa, pueden hacerse una idea de hasta dónde puede llegar cuando se plantea un trabajo de gran formato esta coreógrafa de los extremos hoy radicada en Portugal, que combina su aprendizaje sobre la vanguardia en la prestigiosa escuela P.A.R.T.S. de Bruselas y su paso por el ya desaparecido Gulbenkian portugués sin renunciar a sus vivencias de la cultura popular de Cabo Verde. Numerosas han sido sus colaboraciones con artistas de la talla de Tânia Carvalho o Boris Charmatz, siendo relevante la más reciente, con 18 bailarines de la Batsheva Dance Company de Israel, que dirige Ohad Naharin, para los que ha montado su revulsiva Canine Jaunâtre 3. Las propuestas de Monteiro pueden producir fascinación o rechazo. Pero lo que está garantizado es que indiferente no sale nadie de la sala. Pura catarsis, podría decirse. Ha recibido el León de Oro 2018 en la Bienal de Venecia, junto a Meg Stuart, también programada en esta temporada de Teatros del Canal.
Con números excesivamente repetitivos y obsesivos, una puesta en escena increíblemente sorprendente, unos números “coreográficos” robóticos y el sexo como tema central, este espectáculo inclasificable nos ha dejado –cómo decirlo- inermes. Nos hemos revuelto en nuestra butaca cantidad de veces, hemos reído y hemos abierto la boca con estupor y, en ocasiones, asco. Nos hemos cansado de reír porque ya no le hemos encontrado la gracia y hemos comenzado a intentar ver ideas –no necesariamente nuevas. Hemos descubierto lo que la creadora ha querido transmitir, pero, al final de la obra, nos hemos dado cuenta con gran decepción y absolutamente shockeados de que no lo ha conseguido. Demasiado esfuerzo para un resultado pobre: el show se queda en pura imagen provocativa, como tantísimas obras de arte contemporáneo…

Danza


“Ballet de l’Opéra National de Paris. Teatro Real. Del 21, al 16 de enero.


Con el director musical Maxime Pascal al frente de este maravilloso espectáculo y la Orquesta Titular del Teatro Real, el coliseo de la ópera nos ofrece un espectáculo con uno de los majores ballets del mundo, el Ballet de l’Opéra National de Paris. El programa es el siguiente:


AFTERNOON OF A FAUN
Música de Claude Debussy (1862-1918)
(Prélude à l'après-midi d'un faune, poema sinfónico según el texto de Stéphane Mallarmé).

Coréografo: Jerome Robbins
Escenógrafo e iluminador: Jean Rosenthal
Figurinista: Irene Sharaff

SONATINE
Música de Maurice Ravel (1875-1937)

Coreógrafo: George Balanchine
 
A SUITE OF DANCES
Música de Johann Sebastian Bach (1685-1750)
(Preludio y giga de la Suite para violonchelo nº1 en Sol mayor, BWV 1007; Sarabande de la Suite para violonchelo nº 5 en do menor, BWV 1011; preludio de la Suite para violonchelo nº 6 en Re mayor, BWV 1012).

Coreógrafo: Jerome Robbins
Figurinista: Santo Loquasto
Iluminadora: Jennifer Tipton

3 GNOSSIENNES
Música de Erik Satie (1866-1925)
(Gnossiennes nº 1, 2, 3)

Coreógrafo: Hans van Manen
Figurinistas: Joop Stokvis y Hans van Manen
Iluminador: Jan Hofstra
 
DESCANSO 

RUBIS
Música de Ígor Stravinsky (1882-1971)
(Capriccio para piano y orquesta)

Coreógrafo: George Balanchine
Escenógrafo y figurinista: Christian Lacroix
Iluminadora: Jennifer Tipton
 
Punto de partida
Más de tres siglos de historia avalan a una de las grandes compañías de ballet de repertorio que, hoy día también, permanece fiel a su doble vocación de transmisión y de apertura a la nueva creación. Esta temporada vuelve al Teatro Real para ofrecer un programa en cuatro partes que viaja musicalmente a través del tiempo y la geografía y propone un amplio abanico emocional, abarcando desde el universo más introvertido hasta la expresión más vitalista.

Opera


Das  Rheingold”. Teatro Real, de Madrid. Hasta el primero de febrero.
Con Das Rheingold, se marca el inicio de El anillo del nibelungo, la colosal tetralogía de Richard Wagner y la segunda que el Teatro Real lleva a su escenario desde su reinauguración en 1997. Pablo Heras-Casado, principal director invitado del Real, dirige un reparto con renombrados cantantes wagnerianos como Greer Grimsley, Sarah Connolly Samuel Youn en una desoladora producción de Robert Carsen. El director de escena canadiense sitúa el prólogo del Anillo en la crudeza de nuestro contaminado mundo actual, donde se despliegan los personajes del conflicto cósmico retratado en la tetralogía, que veremos completa a lo largo de las próximas temporadas. 
Con “Das Rheingold”, se marca el inicio de El anillo del nibelungo, la colosal tetralogía de Richard Wagner y la segunda que el Teatro Real lleva a su escenario desde su reinauguración en 1997. Pablo Heras-Casado, principal director invitado del Real, dirige un reparto con renombrados cantantes wagnerianos como Greer Grimsley, Sarah Connolly y Samuel Youn en una desoladora producción de Robert Carsen. El director de escena canadiense sitúa el prólogo del Anillo en la crudeza de nuestro contaminado mundo actual, donde se despliegan los personajes del conflicto cósmico retratado en la tetralogía, que veremos completa a lo largo de las próximas temporadas. 
Escrita bajo los estrictos preceptos del Oper und Drama que el mismo Richard Wagner estableció, “Das Rheingold” –la primera de las cuatro óperas que componen la tetralogía de “El anillo del nibelungo”– se antoja mucho más un drama actual que una fábula remota. El compositor ya supo intuir la incompatibilidad entre las leyes de la naturaleza y las de los seres humanos, y anticipó las consecuencias que ello acarrearía.

La producción que ahora presenta el Teatro Real nos sitúa ante un mundo en estado de sitio, irreversiblemente contaminado, devastado por la avaricia de poder del hombre que, tratando de controlar su entorno, ha acabado abocado a su propia destrucción. Es un mundo de gentes cegadas y grises cuya existencia parece carecer de dirección o significado alguno. El Rin, además de albergar el oro que se robará para fabricar el anillo mágico (y maldito), pasa a ser una cloaca donde acaban los desechos de una civilización fallida. Das Rheingold constituye la perfecta antesala para conocer las dinámicas y conflictos que rodean a los personajes de la tetralogía, y cuyas trayectorias descubriremos en las próximas temporadas con el estreno de los otros tres títulos.
Una ópera con unos estupendos cantantes “wagnerrianos”; una dirección escénica muy teatral (como procede con Wagner): una dirección musical notable; pero una escenografía moderna no apta para todos los públicos, donde el feísmo es el leit motiv.

Teatro-Drama


“El sueño de la vida”. Teatro Español. Del 17 de enero, al 24 de febrero.
El dramaturgo español Alberto Conejero ha desarrollado una obra basada en “La Comedia sin título”, de Federico García Lorca. Una función que viene dirigida por Lluis Pasqual y con la participación de actores como Joan Amargós y Quim Àvila.
“La Comedia sin título” es una obra de teatro inconclusa de Federico García Lorca de la que tan solo se conserva el primer acto. Esto es debido a que Lorca fue asesinado durante la Guerra Civil española cuando se encontraba escribiéndola.
Junto con El Público y Así que pasen cinco años forma parte de la llamada trilogía del teatro imposible, la cual cuenta con un lenguaje fuertemente influenciado por el surrealismo. A pesar de que es una pieza inacabada y, por tanto, de corta duración, su concepción surrealista ha motivado que haya sido adaptada y versionada en múltiples ocasiones. Así, en esta ocasión Conejero trata de completar los dos actos restantes.
Por otro lado, “la Comedia sin título” es una obra de teatro que siempre estará por escribirse. Ésa es su potencia y yo no he pretendido clausurarla. Pero durante años me asomaba a la última línea del manuscrito como quien se asoma a la marea porque oye una voz que lo llama desde adentro. El sueño de la vida no pretende dar fin a la Comedia sin título, tampoco es una reescritura. Es un nuevo texto escrito en un vacío infinito, un diálogo entre lo que fue y lo que no pudo ser.
Para la escritura de esta obra fue decisivo el impulso y apoyo de la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid, que convirtió en encargo real lo que era un sueño íntimo.
No puedo explicar mucho sobre los sentidos de El sueño de la vida. He escrito como quien atraviesa sonámbulo una habitación en llamas. Creo además que hay algo de alucinación en el centro de esta experiencia que se resiste al decir. Mucho de El sueño de la vida forma parte del misterio. No sé muy bien cómo se han entrelazado las imágenes de Lorca con la propia ni por qué venían al recuerdo algunos versos y otros no.  También en este proyecto hay mucho de juego, que es algo sagrado, y que algunos seguimos defendiendo ante este gobierno de lo útil, de lo necesario y de lo productivo.  Sí, he disfrutado mucho escribiéndola. No quiero cubrir esta experiencia con la pátina pesada de una falsa solemnidad. Hay más pulsiones lisérgicas que conscientes.

El conflicto sobre la verdad en el teatro y en el amor que en El público sucede principalmente dentro del pecho de El director se intenta resolver aquí abriendo de par en par las puertas del teatro. Pero por esas puertas abiertas entran no sólo el optimismo revolucionario y los anhelos de un mundo más justo sino también las fuerzas más conservadoras, cínicas y agresivas. Y nos engañemos: éstas pueden encontrarse en los despachos pero también en los andamios. No hay síntesis apaciguadora en su resolución: porque es insufrible un teatro que dé la espalda a la realidad de su tiempo (“no quiero que se derrame sangre verdadera junto a los muros de la mentira”) pero ¿qué poesía se sobrevive doblegada ante la pólvora y los estrados? Como en El público nos encontramos un callejón sin salida; de ahí emerge la idea del sacrificio en este auto sacramental laico en el que creador aparece “como un agonizante de Dios” que no pertenece “ni al reino de los vivos ni al de los muertos” y, sin embargo, no puede dejar de pertenecer. Estos dos actos que no pretenden dar fin a nada sino entregar al presente la intimidad con una voz.