“Dentro de la tierra”. Teatro Valle-Inclán. Hasta el 19 de
noviembre.
Escrito por Paco Bezerra y dirigido por Luis Luque, este montaje
reflexiona sobre la búsqueda de la verdad en medio de una historia en la que se
unen las relaciones afectivas, el surrealismo y un mundo post-apocalíptivo.
Indalecio
es el protagonista de la historia, un hombre que vive convencido de que ha
nacido en un lugar y un tiempo equivocados. Los invernaderos cubren la
extensión de la tierra y vive siempre pendiente de las invasiones de insectos
gigantes.
Pero el
día en el que desaparece Farida, la chica de la que está enamorado, junto con
un misterioso invernadero al que han prohibido entrar, hacen que Indalecio
comience un viaje para encontrar la verdad de lo que está ocurriendo a su
alrededor y de su propia existencia. En su búsqueda le acompaña su hermano
Ángel, quien sufre una extraña enfermedad en la piel que le obliga a ir
enfundado en un traje protector de color blanco como el de un astronauta.
El
texto es muy sugerente, pero la dirección falla en bastante escenas y, en
determinados momentos, hace al espectador sentirse un tanto perdido.
En
cuanto a las interpretaciones, las mejores, las de las actrices, con la
desgraciadamente cada vez menos asidua a las tablas Julieta Serrano a la
cabeza. De ellos, el veterano Chete Lera tampoco está mal.
El tema
es de gran actualidad: los diferentes son marginados por la mayoría, por ese
miedo atávico que la sociedad de las masas siente hacia los que no se rigen por
los cánones establecidos.
Con
todo, merece la pena verse…