“Olivia
y Eugenio”. Teatro
Bellas Artes. Hasta después de navidades.
En esta
obra madre(Concha Velasco)e hijo estan en una situación extrema donde se cuestionan valores en crisis. La tragedia se acerca irremediablemente a Olivia,
que rememora su pasado haciendo un sincero ajuste de cuentas con su marido,
madre, amistades, médicos, y con todos aquellos que presumen de ser normales,
como políticos, profesionales y deportistas con éxito. Sobre ellos Olivia se
plantea si son más normales que su hijo Eugenio, un joven con síndrome de Down.
Finalmente, ¿quién es normal en esta vida?", dice Jose Carlos Plaza, su director.
“Hay
obras de teatro que me producen admiración, otras sonrisas incluso carcajadas,
otras penas o preocupación, las menos reflexión pero las hay que desde las
primeras palabras simplemente te encogen el corazón, y no te sueltan hasta el
último momento. Esto me ocurrió con 'Olivia y Eugenio'. Una realidad dura y específica,
aparentemente inexorable, conduce la obra . Pero esas cualidades que hoy tenemos tan abandonadas como la ternura, la
fe en nosotros mismos, la inmensidad del amor a la vida, la ingenuidad, la
inocencia, la alegría de sentirse vivos y tantas y tantas otras, cambian esa
realidad y nos muestran que siempre hay otros caminos, que el hombre es dueño
de su propio destino digan lo que digan las circunstancias, los agoreros
oficialistas y los erigidos como presbíteros incuestionables que tantas veces
nos ciegan y nos impiden ver lo que es precisamente, la gran aventura de la
vida", continua Plaza.
"Un ser entrañable –de esos que calificamos
con horrendos y equívocos epítetos para diferenciarlos de nosotros los
patéticos normales. Uno ser marginado socialmente,
uno de esos seres que hemos decidido que estén aparte, nos da una lección de
vida. Nos muestra donde está la auténtica realidad, los auténticos valores, la
vida auténtica. ¡Envidiable Eugenio!, ¡Afortunada Olivia que convives con él! Indiscutible luz en este mudo oscurecido por la
mezquindad, la codicia y el desprecio a los demás. Lóbrego mundo que niegas cualquier
ayuda a los mal llamados débiles, que llega hasta quitar la ayuda a los
dependientes ante la actitud indolente de los demás, ¿cuántos Eugenio harían falta para
modificarte? He
dirigido ya más de un centenar de obras pero 'Olivia y Eugenio' es la que siempre permanecerá más cerca de mi
corazón", concluye Jose Carlos Plaza.