“Flamenco en la dos”. Teatro Fernán Gómez. Del 12 de marzo, al 16 de abril.
El Teatro
Fernán Gómez nos presenta un fantástico ciclo de flamenco, hasta mediados
del mes que viene, en su sala pequeña,
la 2. Un ciclo con la filosofía de presentar el futuro del
flamenco puro a través de varios artistas, de rescatar bailes y
cantes olvidados, esencias de maestros que son la raíz. A lo largo
de cuatro semanas actúan 31 de los mejores artistas flamencos en el cante,
toque y baile.
Este ciclo
nace con la filosofía de dos únicos ingredientes en escena; son alma
y corazón, aderezados con una entrega visceral de los artistas que no
cuentan con guión, ni con una composición estructural. La
improvisación, la emoción, el sentimiento, el “duende”, el flamenco de tú
a tú. Como decía el gran director Peter Brook, uno haciendo y otro mirando. Si
dices la verdad el espectador se lleva verdad, si lo das todo, no estás
obligado a dar más y si te emocionas trasmitirás emoción. Además, existe un distanciamiento de las
tecnologías, inexistentes en el siglo XIX, etapa en la que el
flamenco era auténtico, verdad, ya que sólo había cante, baile, guitarra y
palmas. Sin recursos efectistas, escenografías, ni máquinas de humos,
actuaciones al desnudo, sin red como los grandes trapecistas.
Ayer,
pudimos ver a la cantaora María Mezcla, con su espectáculo “Bonanza”. La Mezcle
es una cantante flamenca joven pero con una experiencia y poderío de los que pocas de su generación e incluso, de generaciones
anteriores, pueden alardear. Los fandangos y seguirillas los cantó con garra y
profundo sentimiento, como el pequeño homenaje que realizó a Paco de Lucía con
una letra que había compuesto pocos días antes. Eso demuestra su gran
creatividad y poder en el escenario porque todos y cada uno de los espectadores
nos pusimos en pie para aplaudirla a rabiar.