jueves, 24 de octubre de 2013

Danza



“Bodas de sangre”. Teatro Tribueñe. Hasta el 31 de octubre.




El Teatro Tribueñe nos acoge una vez más con estas "Bodas de Sangre". Nada en Tribueñe es convencional; uno de sus rasgos distintivos es la intensidad y la emoción casi litúrgica con las que afrontan cada reto escénico. Con Lorca es difícil, por conocido y representado, escalar cimas. El texto es poderoso; los personajes son arquetipos atávicos; el lenguaje, de eficacia conceptista; los símbolos, de recurrencia siempre nueva; la trascendencia, universal.

Musical



“La llamada”. Teatro Lara. Hasta el 14 de enero de 2014.

“La llamada” es un musical sobre la fe, con una banda de rock en directo y canciones originales. También es una comedia sobre el paso de la adolescencia a la madurez, la amistad, el despertar, el electro-latino, el derecho a cambiar... En esta historia Dios se le aparece a María cada noche, y descubre que a él le encanta Whitney Houston. Ella está representada por Macarena García, Goya a Actriz Revelación 2013 por su papel en Blancanieves, de Pablo Berger. También están actores sólidos y reconocidos como Gracia Olayo, Andrea Ros, Belén Cuesta, Richard Collins-Moore y una banda de rock en directo.
Un musical diferente para una época vacía de espiritualidad, como la que estamos viviendo.

lunes, 21 de octubre de 2013

Crítica de Musical


“Campanadas de boda”. Nuevo Teatro Alcalá. Toda la temporada.  
La nueva producción de la compañía de teatro musical La Cubana nos acaba de llegar a Madrid en forma de comedia sobre el teatro que a veces supone una boda. Con cada vez más frecuencia los casamientos se convierten en auténticos espectáculos. La compañía La Cubana hace una crítica a esta situación haciendo que el público se sienta identificado con los protagonistas de la obra.
El objetivo último de esta compañía es destapar el hecho de que tras cualquier acto cotidiano siempre está el teatro y lo mismo pasa con las bodas. Después de años de tradición, aunque las bodas civiles hayan aumentado no están libres de una puesta en escena digna de la mejor obra de teatro.
Esta comedia vodevil costumbrista no tiene en cuenta el sexo, la raza, la religión o la política al hablar de los contrayentes puesto que se centra en el show que todos ellos montan cuando van a pasar por el altar interpretando incluso un personaje que se desvanece tras haber salido de la iglesia o el juzgado.
Los fans de La Cubana no nos sentimos decepcionados con el resultado de este nuevo show; contiene todos los elementos a los que la compañía nos tiene acostumbrados: humor irónico y, en ocasiones, ácido; buena música; una interpretación impecable y una escenografía de película.
Una vez más, La Cubana se reafirma como una de las grandes compañías españolas de musicales, bebiendo de las fuentes clásicas de la revista y actualizándose con las nuevas formas de hacer en el mundo del espectáculo musical.

Crítica de Teatro-Comedia



“La isla de los esclavos”. Teatro Fernán Gómez. Hasta el 3 de noviembre.

Estamos ante una obra que comienza con un naufragio en un espacio mágico
Cuando Ifícrates y Eufrosina naufragan en la isla regentada por Trivelín, éste les comunica que para poder sobrevivir es necesario que cambien los roles con sus esclavos, Arlequín y Cleantis, siendo ésta la norma fundamental de su isla.
En 1725, el autor barroco francés Marivaux (“La doble inconstancia”, “Lecciones de amor de Arlequín)) reflexiona y hace reflexionar con sus textos porque él mismo empieza a oler la pólvora de La Revolución Francesa, que, cincuenta años después, desviaría la línea de la Historia universal. El poder, el aprendizaje y la educación en el poder. Estos son los temas centrales de la obra, lo mismo que el perdón como principal arma de educación y convivencia.
Mediante el humor y de manera amena, el espectador reflexiona con esta obra sobre una serie de cuestiones. Las acciones y las pasiones de los personajes son el motor principal para que se desarrolle el conflicto en este espacio inventado que tiene como norma principal el cambio de roles; algo que lleva a reflexionar sobre el hecho de cómo el poder puede llegar a influir en el comportamiento de los sujetos que lo ostentan.
Una comedia clásica estupenda, maravillosamente dirigida e interpretada (fijémonos, sobre todo, en la sobresaliente actriz Ana Mayo), con toques de teatro sublime, a la que no le sobre ni le falta nada, cuya duración es perfecta, como perfecto es el texto sobre el que está basada.
En cuanto a la puesta en escena, sobria y elegante, como toca. Y del vestuario no podemos decir otra cosa.
Por lo tanto, chapeau!!

Crítica de Teatro-Drama


“Los hijos de Kennedy”. Teatro Cofidis. Hasta el 3 de noviembre.

En 1977, el actor-director Josep Maria Pou estrenó una versión de “Los hijos de Kennedy” en Madrid. En aquella ocasión, fue el Teatro Bellas Artes el que acogió esta adaptación del texto de Robert Patrick. Ahora, le toca al Cofidis.
Y si , por aquel entonces, actuaban María Luisa Merlo o Gemma Cuervo, ahora llegan con el relevo actrices tan reconocidas como Emma Suárez, Ariadna Gil o la reciente ganadora del Goya a mejor actriz Maribel Verdú. Se completa el elenco con Álex García y Fernando Cayo. De nuevo, el portentoso Pou versiona, y en esta ocasión, también se encarga de dirigir para llevar a escena este cuento de un desencanto generalizado que invadió los Estados Unidos en los 70. ¿Cómo no decaer tras todo lo vivido en la década anterior?
En un pub de Nueva York, donde toda clase de personas pueden convocarse alrededor de una misma mesa, aparecen cinco que captarán nuestra atención sobre el escenario. La rápida condensación de los 60. Un hippy, un homosexual, un soldado de Vietnam, una secretaria y una aspirante a actriz que bien podría tratarse de Marilyn Monroe. Con estas cinco cartas se juega a resumir el espíritu de hastío y dejadez de una generación que lo tuvo todo y lo perdió. O, simplemente, no llegó a saber que su potencial podría perderse por el camino.
Uno de los estrenos más esperados de la temporada y que vuelve para recordarnos cómo fue aquella generación que Kennedy presidió.
La obra está estructurada a modo de monólogos de cada uno de los personajes. Cada uno de ellos responde a un estereotipo de la época en que está ambientada: una actriz que deviene en prostituta; un actor de poca monta que se convierte en un alcohólico; un ama de casa burguesa que no encuentra sentido a la vida; una activista hippy que ve en las drogas su salvación y un soldado de la guerra de Vietnam totalmente desquiciado por el conflicto bélico.