domingo, 2 de junio de 2013

Opera- Crítica



“Wozzeck”. Teatro Real. Todo junio.
 
Esta es la primera ópera del compositor de primera mitad del siglo XX Alban Berg.
El innovador director de escena Christoph Marthaler, acompañado en la dirección musical por Sylvain Cambreling, presenta la ópera más famosa del compositor austriaco.
Cuando Berg vio por primera vez la obra de Büchner, texto sobre el que está basada Wozzeck, en mayo de 1914, se dijo a sí mismo que alguien tenía que hacer una ópera inspirada en ella.
Berg puso la música a la obra de Büchner, cortando y arreglando el texto él mismo, igual que hicieron Debussy en 'Pelleas' y Strauss en 'Salome' y que Berg utiliza como modelo estructural.
Alban Berg introduce en la ópera algunos episodios autobiográficos y los horrores de la Primera Guerra Mundial que empapan de estremecimiento toda la música que corta como una cuchilla.
Uno de los grandes atractivos de esta versión que se presenta en el Real, es la inquietante y aplaudida puesta en escena de Christoph Marthaler, procedente de la Ópera de París. El barítono Simon Keenlyside estará en el rol titular y Nadja Michael como Marie. De nuevo Cambreling es responsable de la dirección musical.
Una creación sobrecogedora desde la primera hasta la última nota, que convierte a Wozzeck una de las cumbres del teatro musical de todos los tiempos, pero, sobre todo, del siglo pasado.
En esta ocasión, el montaje apoya totalmente el texto con una puesta en escena que es pura metáfora, donde los personajes viven (más bien, sufren) de una existencia tremenda y en la que el principal es uno de los grandes perdedores de la Historia de la ópera. Y los cantantes -notables- dan lo mejor de sí con muchas dificultades por lo complicado de la música de esta ópera.
El director artístico del Teatro Real, Gerard Mortier, nos sique, aquí, sorprendiendo con una apuesta arriesgada no apta para todos los públicos, aunque él siempre se empeñe en proclamar el papel popular del bel canto.

Crítica Teatro-Drama



Enrique VIII”. Teatro Cofidis. Hasta el 30 de junio.

Esta reciente versión del “Enrique VIII” de Shakespeare puede decirse que casi no precisa de presentación, tras los éxitos cosechados hasta la fecha, gracias al talento y al minucioso trabajo artístico de la compañía Rakatá.
Esta adaptación de la emblemática obra ha merecido la unanimidad en el aplauso y en el elogio de público y crítica, desde que se representó por primera vez, dentro del selecto cartel de las Olimpiadas Culturales de Londres 2012. Entonces, el escenario del Shakespeare’s Globe Theatre londinense fue testigo y partícipe directo de la intensa y viva resurrección de un texto inmortal, desbordante de emotividad, fascinación y reflexión, que conmueven y llevan al espectador a sentir una experiencia única, repleta de mágicas y brillantes conexiones entre el escenario, la historia, las ideas y los valores que siempre perviven, más allá del paso de los siglos.
A lo largo de las dos horas en las que se desenvuelve la trama, el espectador sentirá contenido el aliento y con todas sus emociones a flor de piel, ante la majestuosidad de los personajes, los aconteceres y los diálogos, magistralmente adaptados e interpretados.
Hay que decir que tanto la interpretación, como la dirección de actores y la puesta en escena son impecables. Fernando Gil como Enrique VIII tiene garra, fuerza y juventud (esto, para atraer a las audiencias más jóvenes).Por su parte, Elena González, Catalina de Aragón, es una estupenda actriz, sensible y certera. Del resto del elenco destacan Rodrigo Arribas, como Northfolk y Daniel Moreno, como Chambelan aunque, en general, todos los actores y actrices son buenos.
Y, finalmente, comentar que la versión que hemos tenido la suerte de disfrutar es muy accesible a todo tipo de públicos, pues elimina las expresiones y giros del lenguaje de la época, al mismo tiempo, sin perder un ápice de la esencia del texto.

sábado, 1 de junio de 2013

Opera- Curso


 
“Las Voces en la ópera”. Residui Teatro. Todo junio.

CENTRO RESIDUIT. C/ de la Rua, 4 1º P Madrid-Metro Callao o Gran Vía Información 628 250 307/ operafelixfalcone@gmail.com
 
Mediante el presente curso el experto en bel canto Félix Falcone explorara el universo de las voces en la ópera a través de cuatro sesiones en las que se analizará este fenómeno con la ayuda de diversas interpretaciones a cargo de grandes cantantes. Gracias a ellas, los asistentes podrán comprobar los diferentes tipos de voces existentes, los roles que adquieren dentro de la obra y su preeminencia sobre la propia mirada de los actores.
Posteriormente, y tras la audición de los ejemplos, en cada sesión, se abrirá un espacio de debate para aclarar dudas y comparar experiencias.
Contenidos:
- Sesión I
La soprano
María Callas - Montserrat Caballé
Diana Damrau - Natalie Dessay
- Sesión II
El tenor
Placido Domingo - Luciano Pavarotti
Juan Diego Flórez - Jonas Kaufmann
- Sesión III
La mezzosoprano y la contralto
Fiorenza Cossotto – Dolora Zajick
Cecilia Bartoli – Joice DiDonato – Ewa Podles
- Sesión IV
El barítono y el bajo
Sherrill Milnes Piero Capuccilli
Nicolas Ghiaurov – René Pape

TODOS LOS VIERNES DE JUNIO: DIAS 7,14,21 Y 28 DE 18 A 20 H.


viernes, 24 de mayo de 2013

Danza



“Afectos”. Teatro Abadía. Del 30 de mayo, al primero de junio.

Merecedora con tan solo 26 años del Premio Nacional de Danza en 2010, la aplaudida coreógrafa y bailaora Rocío Molina define su última aventura, “Afectos”, como una "reflexión emocional y un desafío artístico, basado en la lucha del ser y en la capacidad de hallar la sencillez, la naturalidad y la confianza a través de la existencia y del flamenco".
Aunque Molina ya había colaborado con Rosario "La Tremendita" en alguna ocasión previa, éste es el primer espectáculo que ambas han creado al alimón. Aclamada por la crítica internacional, La Tremendita ha sido elogiada, por ejemplo, por el “New York Times” como "un activo inmejorable. A la vez que usa ese extraño, casi ronco sonido del flamenco, sabe emocionar al aumentar o disminuir una nota solitaria al más puro estilo del bel canto creando expresividad, y luego lanzar una cascada de florituras con un ritmo cautivador".
Dinámico y emotivo, “Afectos” es un trabajo en el que el silencio, la vibración, las texturas sonoras, la estética, el sonido, la voz, la danza y la escena en sí recorren un camino de búsqueda hacia lo más profundo de cada espectador. Es un espectáculo conformado sobre una estructura de varias piezas, todas ellas construidas como viñetas de imágenes, pero de muy diferentes registros.
Molina y "La Tremendita" ahondan en la dureza de la emoción, en la fragilidad del dolor y en el placer encontrado. "Hemos hecho un trabajo muy duro pero también muy bonito, que hemos testado en muchos ensayos generales. Te das cuenta de lo que va ocurriendo por el poso que deja personal y emocionalmente. Es de una entrega absoluta. Vamos, como un parto", asegura Molina. En definitiva, desafiar a las verdades y creer en las mentiras es lo que ambas artistas defienden en esta propuesta conjunta. Ellas creen en algo que no es real, pero consiguen que termine existiendo.

Crítica de Teatro-Tragicomedia



“Arizona”. Teatro María Guerrero. Hasta el 16 de junio.

Un desierto y dos únicos personajes. El árido entorno es semejante a la crudeza de un texto que enlaza diálogos absurdos con situaciones que reflexionan sobre la soledad. 
Bajo la dirección de Ignacio García llega esta inquietante y sugerente obra al Teatro María Guerrero. Protagonizada por Alejandro Calva y Aurora Cano en el papel de George y Margaret esta producción muestra una parte oscura de la condición humana. ¿Es la violencia algo innato en las personas..? Según el autor, parece ser que sí…
El tema: cómo los estadounidenses tratan el problema de la emigración mejicana a su país. Grupos de voluntarios se alistan para vigilar las fronteras; algunos, incluso, con armas y con licencia por derecho propio para matar…
Dos únicos personajes interpretados por sendos maravillosos actorazos. Una puesta en escena minimalista, donde el elemento audiovisual hace de fondo. Una dirección soberbia y, sobre todo, un texto duro, inteligente, contundente y con una profundidad aterradora.
Lo único que no nos ha gustado –y ésta es una opinión muy subjetiva- es que el final hubiese sido mejor si el personaje del marido continuara vigilando la frontera (no vamos a decir cómo acaba para no desvelar detalles). Pero luego, hablando con el autor, nos dijo que éste final sugerido por nosotros fue el original, posteriormente, cambiado al que, ahora, tenemos ocasión de ver en el María Guerrero…
¡Para no perdérsela…!