viernes, 24 de mayo de 2013

Danza



“Afectos”. Teatro Abadía. Del 30 de mayo, al primero de junio.

Merecedora con tan solo 26 años del Premio Nacional de Danza en 2010, la aplaudida coreógrafa y bailaora Rocío Molina define su última aventura, “Afectos”, como una "reflexión emocional y un desafío artístico, basado en la lucha del ser y en la capacidad de hallar la sencillez, la naturalidad y la confianza a través de la existencia y del flamenco".
Aunque Molina ya había colaborado con Rosario "La Tremendita" en alguna ocasión previa, éste es el primer espectáculo que ambas han creado al alimón. Aclamada por la crítica internacional, La Tremendita ha sido elogiada, por ejemplo, por el “New York Times” como "un activo inmejorable. A la vez que usa ese extraño, casi ronco sonido del flamenco, sabe emocionar al aumentar o disminuir una nota solitaria al más puro estilo del bel canto creando expresividad, y luego lanzar una cascada de florituras con un ritmo cautivador".
Dinámico y emotivo, “Afectos” es un trabajo en el que el silencio, la vibración, las texturas sonoras, la estética, el sonido, la voz, la danza y la escena en sí recorren un camino de búsqueda hacia lo más profundo de cada espectador. Es un espectáculo conformado sobre una estructura de varias piezas, todas ellas construidas como viñetas de imágenes, pero de muy diferentes registros.
Molina y "La Tremendita" ahondan en la dureza de la emoción, en la fragilidad del dolor y en el placer encontrado. "Hemos hecho un trabajo muy duro pero también muy bonito, que hemos testado en muchos ensayos generales. Te das cuenta de lo que va ocurriendo por el poso que deja personal y emocionalmente. Es de una entrega absoluta. Vamos, como un parto", asegura Molina. En definitiva, desafiar a las verdades y creer en las mentiras es lo que ambas artistas defienden en esta propuesta conjunta. Ellas creen en algo que no es real, pero consiguen que termine existiendo.

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