“Juicio a humanos”. Teatro Galileo. Hasta el 15 de mayo.
“Juicio a humanos” es una comedia destinada a toda la familia (a partir de los diez años) en la que cuatro actrices interpretan nada más y nada menos que a ¡treinta! personajes, mediante la utilización de diferentes disciplinas teatrales y, al mismo tiempo, lanzando un mensaje que aboga por la defensa del Medio Ambiente, la paz, la tolerancia religiosa, la sensibilidad hacia el bienestar de todas las criaturas de la Tierra, por el pensamiento crítico y por la educación moral de los más jóvenes.
El argumento se basa en el hecho de que el Tribunal Supremo de la Tierra lleva a cabo un juicio sumarísimo y sin precedentes contra la especie humana por una serie de acusaciones, como el exterminio de la especie animal. Tomando como acusado a un espectador del público, los protagonistas (diferentes animales) interrogarán a una gran variedad de testigos, quienes aportan testimonios y pruebas a favor y en contra de los humanos.
Esta es una adaptación de la novela “Juicio a los humanos”, de J. Antonio Jáuregui y Eduardo Jáuregui. La obra tiene un marcado carácter instructivo y didáctico y es ideal para representarla ante grupos de escolares de hasta dieciocho años de edad, por ejemplo, aunque su mensaje se hace tan necesario entre los adultos…
Las cuatro actrices realizan un ejercicio sobresaliente de interpretación y danza y no podríamos decantarnos por ninguna de ellas en particular porque todas están estupendas.
En cuanto a la escenografía, es altamente sugerente. A la puesta en escena le falta, quizás, más ambientación sonora. Y en su conjunto, la obra se hace un pelín larga, pues se nos antoja que se presentan demasiados testigos aunque, bien es cierto, que ninguno de ellos se repite con relación al resto: cada uno presenta un argumento diferente al otro, bien en contra, bien a favor del encausado.
“Juicio…” es, por lo tanto, un montaje delicioso, diferente al resto de teatro que estamos acostumbrados a ver, y con una sensibilidad especial, por lo que, desde aquí, felicitamos a su director, José Piris, por haber sabido captar tan bien la esencia de la novela para transmitírnosla en un lenguaje claro, conciso y, sobre todo, muy entretenido.