Una obra imprescindible de nuestro esperpento teatral
La dramaturga y directora Ainhoa Amestoy estrena su versión de Los cuernos de Don Friolera, de Valle-Inclán, una obra maestra del esperpento, precisamente inventado por dicho autor de finales del siglo XIX y principios del XX. Ya, en los Teatros del Canal.
La prestigiosa dramaturga y directora Ainhoa Amestoy (Que de noche le mataron, Amor, amor, catástrofe o Quijote.Femenino.Plural) dirige Los cuernos de Don Friolera, una obra culmen del esperpento escrita por Valle-Inclán.
La pieza se publicó, por vez primrea, en entregas en el periódico El Sol entre abril y mayo de 1921, siendo estrenada en 1926 por el grupo de teatro El Mirlo Blanco, dirigido por José Bergamín.
La trama sumerge a los asistentes en la España rural de principios del siglo XX y gira en torno al teniente Astete, apodado don Friolera, un hombre obsesionado con el honor y las apariencias. Su vida se ve trastocada cuando recibe un anónimo que le informa de la supuesta infidelidad de su esposa, doña Loreta.
A partir de este momento, don Friolera se ve envuelto en una espiral de celos, paranoia y violencia, instigado por los chismes y las habladurías de los vecinos. Su irreductible intención por restaurar su honor lo lleva a tomar decisiones drásticas, poniendo en riesgo la vida de su propia hija.
El montaje retrata con crudeza la hipocresía, la crueldad y la barbarie de la época, utilizando una deformación grotesca de la realidad para reflejar su lado más oscuro. Y es que sus caricaturizados personajes representan los vicios y las miserias de la sociedad española. A ello se une una conexión con el presente, al vincular los hechos descritos por Valle-Inclán con los bulos actuales o los crímenes machistas.
Es inevitable que una obra de uno de mis autores dramáticos preferidos no realice una crítica mordaz de los estamentos de poder de la sociedad de la época, en este caso, del militar. Así, a mitad de la obra, varios soldados hablan de su participación en ls colonias de ultra mar, al tiempo que “juzgan” al teniente protagonista por ser objeto de los engaños amorosos de su esposa. Pero le juzgan sin estar el presente, lo cual nos da una idea del nivel de corrupción existente en la época, en nuestro país. No obstante, el concepto de mafia no es italiano, sino español de la época de Felipe II, algo que poca gente sabe.
En cuanto al montaje, éste es absolutamente impecable, con una fidelidad cien por ciento al texto original -algo que agradecemos en estos tiempos que corren, en los que a los directores escénicos les encanta ser las “estrellas” de las obras, adaptándolas y modificándolas a su gusto, de tal modo que, a veces, ni las reconocemos. Esto es de agradecer a Ainhoa.
En cuanto al plantel de actores de teatro clásico, es de lo mejor del panorama teatral madrileño con un Roberto Enríquez impecable y camaleónico, una Lidia Otón soberbiamente formada en la compañía del Teatro de la Abadía y un resto de intérpretes que en nada desmerecen a los dos mencionados.
¿El resultado..?: Matrícula de honor.
La podemos ver, hasta el próximo día 23 del presente, en los Teatros del Canal.
https://www.youtube.com/watch?v=PYSnR_exGnU
Ficha artística:
Texto - Ramón María del Valle-Inclán
Dirección y adaptación - Ainhoa Amestoy
Diseño de escenografía - Laura Ordás y José Luis Raymond
Diseño de vestuario - por confirmar
Diseño de iluminación - Ion Aníbal López (AAI)
Música y espacio sonoro - David Velasco Bartolomé, sobre composiciones de Isaac Albéniz y otros
Reparto - Roberto Enríquez, Nacho Fresneda, Lidia Otón, Ester Bellver, Pablo Rivero Madriñán, Miguel Cubero, José Bustos e Iballa Rodríguez
Dirección técnica - José Miguel Hueso
Distribución - Ginés Alberto Sánchez
Producción ejecutiva y dirección de producción - Ainhoa Amestoy y Alejandro de Juanes (Estival Producciones), con la asistencia de Ginés Alberto Sánchez
Producción - Comunidad de Madrid para Teatros del Canal
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