domingo, 21 de abril de 2024

¡Un pedazo de obra!

Un delicado equilibrio es una de las obras más interesantes del dramaturgo norteamericano de la segunda mitad del siglo veinte Edward Albee. Y las fantásticas actrices Alicia Borrachero y Manuela Velasco lidera el elenco de esta producción que, ahora, Juan Carlos Pérez de la Fuente, el director del teatro, literalmente, nos regala. La obra habla de lo difícil que es mantener el estatus quo en un mundo cada vez más cambiante y volátil...La podemos ver en el Teatro Fernán Gómez. ¡Y queda poco para que finalice...!



Un delicado equilibrio fue escrita por Edward Albee, a mediados del siglo pasado, y dirigida por Nelson Valente. Este montaje que cuenta con un elenco formado por las actrices Alicia Borrachero y Manuela Velasco, que sumerge en un mundo de inquietudes y desafíos. 

La obra teatral Un delicado equilibrio que fue publicada en el año 1966 por Edward Albee aborda temas que también se encuentran en otras obras de su género y ámbito, e incluso en la obra de su autor. Entre ellos se encuentran crisis del mundo social occidental, especialmente en el contexto americano, y, sobre todo, la pérdida de la sensación de seguridad.



A medida que construimos signos y estructuras que dan sensación de seguridad, la misma realidad creada se derrumba ante nosotros. La realidad actual del mundo se ajusta perfectamente al trasfondo de inquietud que presenta esta obra. Aquello que solía ser una garantía de estabilidad ya no lo es, y todo lo que hemos construido parece tambalearse.

Su argumento recrea la difícil situación vital de Tobias y Agnes, un matrimonio maduro que conviven con Claire, la hermana alcohólica de ella. El entorno se complica con la llegada de una pareja amiga, Harry y Edna, asolados por un extraño terror y, al día siguiente, de Julia, la hija de Tobias y Agnes, que regresa a casa tras su cuarto fracaso matrimonial. La convivencia bajo el mismo techo hace surgir las tensiones dormidas.

En la retórica de los personajes, se impone un no-naturalismo frontal. A través de un hilo infinito de pensamiento colectivo, los personajes parecen ser una sola entidad que se comunica consigo misma a través de seis voces distintas, según el programa de mano.



Según yo mismo, decir que pocas veces, pero pocas veces, en Madrid - la capital española del teatro y una de las capitales del mundo hispano del teatro, junto a Buenos Aires-, tenemos la enorme suerte de disfrutar de todas las interpretaciones de todos y cada unos de los actores de la obra que son impecables porque se tiende, aún, hoy, a declamar demasiado, en vez de actuar, que son dos cosas totalmente diferentes. En este sentido, todos y cada unos de los actores están que se salen: viven sus personajes, no los interpretan. Esta es uno de los factores por los que este montaje es tan buena. Porque, en lo que al texto se refiere, diría que es de un diez, sino fuera porque -por ponerle alguna pega, pero esto forma ya parte del estilo del autor, muy a lo Tennesse Williams, tan de moda en aquella época y contemporáneo de Albee-, quizás, abusa de la ironía. A los que nos encanta este estilo con el que los personajes siempre son tan estupendos, lanzándose contínuamente puyas -fuente de la que, décadas después bebieron los imponentes culebrones estadounidenses tipo “Dallas” o “Dinastía” o los grandes seriales latinoamericanos- hemos flipado con la obra. Pero a los que son un poco ajenos a este maravilloso mundo, como el amigo con el que esta tarde he ido a verla, comprendo que les resulte un poco duro y que haya que explicarles el fondo de la trama, que está llena de ironías y metáforas. De ahí, su extraordinaria calidad literaria.



Y no me enrollo más porque, hoy día, enrollarse en un medio digital es sinónimo de fracaso. Y yo siempre peco de pertenecer a la antigua usanza porque, aunque no lo parezca, ¿verdad?, ya tengo mis añitos...¡Ayyy!

¡Bravo! Es poco para este pedazo de producción... Me quedo cortísimo. Tan solo deciros que salí de la obra con un escalofríos recorriéndome por todo el cuerpo y que la recordaré siempre. Ese es el buen teatro, el que siempre se queda impreso en nuestra retina. ¡Eah..!

Lo último: Alicia Borrachero, una gran dama del teatro. ¡Te amo!. Manuela Velasco: No tengo palabras sobre tí como actriz; eres un fenómeno de la Naturaleza. Anna Moliner, ¿qué quieres que te diga..? Que eres lo mássss...

Agnes es Alicia Borrachero; Tobías, Ben Temple; Clara, Manuela Velasco; Edna, Cristina de Inza; Harry, Joan Bentalléy Julia, Anna Moliner .

La podemos ver, hasta el próximo día 28, en el Teatro Fernán Gómez.

https://www.youtube.com/watch?v=y5of2XtsXvs


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