“Verano en diciembre”. Teatro Galileo. Hasta el 4 de junio.
Esta obra es como hacer un agujerito en la pared de una casa,
contemplar los conflictos generacionales que surgen en esa institución
contradictoria y compleja que es la familia. Un viaje que invita a soñar con un
prometedor verano que derrita nuestro crudo e infinito diciembre. Premio Calderón de la Barca 2012 y candidata
a 3 premios Max.
Una familia
compuesta por una madre, tres hijas y una abuela –todos los personajes son
femeninos y cuando aparece un masculino, son las cenizas del padre; gran
metáfora a favor del poder de la mujer como elemento sustentador de la familia-
pasa por un momento crítico cuando la abuela tiene que ser trasladada a una
residencia. Pero este hecho desencadenará en cada una de ellas un sentimiento
de auto-afirmación y reflexión sobre la importancia de vivir la vida en su
plenitud.
Es un montaje
muy bien trabajado, donde la dirección de actores es una de las mejores que
hemos visto en los últimos meses, en nuestra cartelera. Por lo tanto, el
resultado son unas interpretaciones absolutamente naturalistas y deliciosas
–también porque el texto igualmente lo es-, algo tan difícil de conseguir sobre
las tablas.
Por todo ello,
la obra divierte, hace pensar y emociona. Es decir, produce todo un amplio
abanico de sentimientos del ser humano y es por ello que, por algunos medios,
está siendo catalogada como la mejor obra teatral de la cartelera madrileña de
mayo.
Nosotros nos
sumamos a esta afirmación…
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