Este
espectáculo forma parte de un proyecto de co-realización teatral llevado a cabo
entre países latinoamericanos y Madrid: Dos
Orillas. Del imaginario latino y español nace esta adaptación de la obra de
Valle-Inclán.
Un
dictador, Tirano Banderas, es el protagonista de esta historia. El esperpento
es el estilo que predomina sobre el escenario, es decir, se elimina la vida
interior y se exageran los movimientos exteriores como si de un teatro de
marionetas o de un espejo de feria se tratase.
En
la novela de Valle-Inclán, autor del que Unamuno declaró que vivió y se hizo en
escena siendo su vida más que un sueño una farándula debido a su habilidad para
hacer de todo una gran farsa, no hay pensamientos sino que la carga emocional
proviene de los diálogos y de las acciones.
Nos
enfrentamos a la obra cumbre del
autor, uno de los más grandes dramaturgos españoles del siglo XX, cuenta en
esta nueva versión con la dirección de Oriol Broggui, otro gran valor en alza en el teatro
español.
Se
trata de una profunda reflexión sobre el poder y la pasión de mando, sobre la
degradación del ser humano por razones políticas y su dignificación por las
mismas razones. Con un texto que si bien pertenece a la narrativa del escritor
gallego, fue concebido sin pensamientos ni apenas soliloquios, dejando que toda
la carga emocional esté en los diálogos y las acciones, como si fuera una
narración puesta en escena. Los actores provienen de varios países, destacando
por parte de España, Pedro Casablanc y Susi Sánchez.
Un
montaje espectacular para un texto muy complicado y denso. Una dirección e
interpretación de actores impecables y una escenografía que sólo una producción
de teatro público puede acometer.
¡Imprescindible!
No hay comentarios:
Publicar un comentario