“Proyecto Milgram”. Teatro Valle Inclán. Del 10, al
15 de julio.
«Escritos
en la escena» plantea un modelo de escritura dramática a
pie de escenario: el autor desarrolla su texto en el ámbito escénico,
trabajando estrechamente con un director y un grupo de intérpretes durante un
plazo de tiempo determinado. Textos dramáticos viables y aptos para ser
exhibidos, en la línea de los semimontados, susceptibles de prorrogar su vida y
desarrollo en otros ámbitos.
Cada temporada se elegirán, por el procedimiento de convocatoria pública, tres
proyectos de escritura a desarrollar durante la temporada.
Los proyectos serán estudiados y seleccionados por el Consejo Asesor del Centro
Dramático Nacional, junto con el director del CDN.
El autor del proyecto se comprometerá a trabajar sobre él, junto al director y
los intérpretes, durante el plazo de tiempo establecido por la Dirección del
CDN.
Los intérpretes y el director que colaborarán con el autor serán asignados por
la Dirección del CDN. Si el autor es, además, director y quiere desarrollar
ambas funciones en este procedimiento, debe señalarlo en su proyecto de
escritura para que el comité de selección contemple esa posibilidad.
Dada la calidad y el interés de los proyectos recibidos, el equipo de dirección
del CDN ha decidido seleccionar cuatro proyectos: el primero de ellos, “Proyecto
Milgram”, se exhibe este mes y los tres restantes durante la próxima
temporada 2012-2013.
Esta
es
una obra teatral que investigue sobre los mecanismos de la obediencia a la
autoridad. La obra parte de los experimentos llevados a cabo por Stanley
Milgram. Dichos experimentos, que comenzaron tres meses después de que Eichmann
fuera juzgado en Jerusalén por crímenes contra la humanidad, pretendían
demostrar la disposición del ser humano a acatar las órdenes. Milgram, con el
pretexto de realizar un experimento sobre el aprendizaje y la memoria, convocó
a una serie de participantes de entre 20 y 50 años de edad, con diferentes
niveles de educación. El experimento consistía en una suerte de representación
en la que un participante en el rol de profesor, incitado por un investigador,
le hacía una serie de preguntas a otro participante en el rol de alumno que
tenía que recordar las respuestas dadas por el participante-profesor
previamente. Si el participante-alumno se equivocaba, el participante-profesor
tenía que infligir un castigo, una descarga eléctrica, con el fin de ayudarle a
«recordar». Si el participante en el rol de profesor dudaba al aumentar la
potencia de las descargas eléctricas, era instigado a continuar por el
científico «en nombre de la ciencia».
Para los participantes que harían el papel de alumno y de científico, Milgram
contrató actores, pero el rol de profesor lo hicieron aquellas personas que se
prestaron para el experimento.