domingo, 16 de marzo de 2014

Crítica de Cabaret



“La última noche”. Teatro Alfil. Todos los viernes, hasta el 25 de abril.
Este es un estreno de la compañía Al Tran Tran.
El título de esta obra es precisamente una definición del paso de la compañía Al Tran Tran por este teatro porque efectivamente con esta función despide la temporada combinando teatro, música y humor con su particular estilo.
La principal característica de este exclusivo show es que será totalmente improvisado pero eso no significa que vaya a decaer la energía que esta compañía pone siempre sobre el escenario. Como si se tratase de la última fiesta de su vida y aprovechando cada minuto esta compañía deleita al público con un show en el que todo el teatro está obligado a cantar, a bailar y a reír.
Un espectáculo altamente peligroso para los mojigatos, pero, sin embargo, fuertemente recomendable para las almas irreverentes y, sobre todo, libres y divertidas.

Crítica de Teatro-Tragicomedia


“El viaje a ninguna parte”. Teatro Valle-Inclán. Hasta el 6 de abril.
Esta es una conocida obra de Fernando Fernán Gómez sobre una compañía de teatro itinerante. A mediados de la década de los ochenta la vimos en cine y nos emocionó…
Una pequeña compañía teatral viaja desde sus inicios por los pueblos de La Mancha. Esto es algo que lleva haciendo desde los comienzos del franquismo hasta que el cine acaba con este tipo de espectáculos...
El nombre de esta compañía es Iniesta-Galván y Carlos es el personaje al frente de la misma. Este hombre de mediana edad viaja junto a toda su familia y es el que se da cuenta de cómo los nuevos tiempos exigen adaptarse a los cambios. ¿Conseguirán Carlos y su familia seguir viviendo del teatro o se verán eclipsados por el cine?
Si la película, como hemos dicho al principio, nos emocionó, esta versión teatral tampoco nos ha dejado inertes: tiene una estupenda dirección e interpretación de actores, una puesta en escena con muy buen gusto y, al mismo tiempo, funcional, y un texto efectivo y perfectamente adaptado al hecho teatral.
Parece que, ahora, con la crisis cultural, en general, y teatral, en particular, se están poniendo de moda versiones teatrales de películas cinematográficas…Bienvenidas si están bien hechas, como ésta.

Flamenco



“Flamenco en la dos”. Teatro Fernán Gómez. Del 12 de marzo, al 16 de abril.
El Teatro Fernán Gómez nos presenta un fantástico ciclo de flamenco, hasta mediados del  mes que viene, en su sala pequeña, la 2. Un ciclo con la filosofía de presentar el futuro del flamenco puro a través de varios artistas, de rescatar bailes y cantes olvidados, esencias de maestros que son la raíz.  A lo largo de cuatro semanas actúan 31 de los mejores artistas flamencos en el cante, toque y baile.
Este ciclo nace con la filosofía de dos únicos ingredientes en escena; son alma y corazón, aderezados con una entrega visceral de los artistas que no cuentan con guión, ni con una composición estructural.  La improvisación, la emoción, el sentimiento, el “duende”, el flamenco de tú a tú.  Como decía el gran director Peter Brook,  uno haciendo y otro mirando. Si dices la verdad el espectador se lleva verdad, si lo das todo, no estás obligado a dar más y si te emocionas trasmitirás emoción.  Además,  existe un distanciamiento de las tecnologías, inexistentes en el siglo XIX, etapa  en la que el flamenco era auténtico, verdad, ya que sólo había cante, baile, guitarra y palmas. Sin recursos efectistas, escenografías, ni máquinas de humos, actuaciones al desnudo, sin red como los grandes trapecistas.
Ayer, pudimos ver a la cantaora María Mezcla, con su espectáculo “Bonanza”. La Mezcle es una cantante flamenca joven pero con una experiencia y poderío de los que pocas de su generación e incluso, de generaciones anteriores, pueden alardear. Los fandangos y seguirillas los cantó con garra y profundo sentimiento, como el pequeño homenaje que realizó a Paco de Lucía con una letra que había compuesto pocos días antes. Eso demuestra su gran creatividad y poder en el escenario porque todos y cada uno de los espectadores nos pusimos en pie para aplaudirla a rabiar.


Crítica de Teatro-Tragicomedia clásica



“El perro del hortelano”. Teatros del Canal. Hasta el 16 de marzo.
Estamos frente a una conocida comedia clásica de enredos, de ambiente palatino y aroma bandelliano.
Diana, condesa de Belflor, y Teodoro, un guapo e ingenioso escritor, tendrán que superar muchos obstáculos y enredos para que su amor triunfe. En esta ocasión lo harán desde una perspectiva muy original.
Esta es una de las comedias de Lope de Vega que se ha representado más veces y ha contado incluso con varias adaptaciones cinematográficas. En esta ocasión la compañía Rakatá es la encargada de llevar a escena este clásico al igual que hizo la pasada temporada con Enrique VIII de Shakespeare, obteniendo un éxito de público y crítica que espera repetir, en esta ocasión, con la obra de Lope de Vega.
En cuanto a la producción que nos ocupa, no ahorra en medios, pero tampoco derrocha. En lo que sí derrocha es en la sobresaliente dirección escénica y en la interpretación de los actores, que dicen el verso con maestría y destreza y que acaban embelesando al espectador.
Respecto al texto adaptado, recoge perfectamente el espíritu del original, pero con toques modernos para hacérnoslo más cercano.
Y lo que es mejor de todo: viendo esta versión teatral de la famosa película, no le echamos de menos, y eso dice mucho del trabajo de todo el equipo…
En definitivo, un imprescindible de nuestros clásicos del Siglo de Oro.

Crítica de Circo



“La Meute”. Teatro Circo Price. Del 12, al 16 de marzo.
La Meute es el primer espectáculo de la compañía homónima, afincada en Francia, pero formada en la escuela de circo de Estocolmo, con integrantes franceses y españoles. Como dicen ellos: “Queremos trabajar en el hecho de estar juntos, y mostrarlo. En La Meute, el individuo no es rey. Prefiere la confianza ciega antes que la seguridad sin riesgo. Siendo seis, compartimos una creación, un proyecto, una pasión, unas emociones en lo cotidiano. Con el público, compartimos una experiencia colectiva en lo que dura el espectáculo. Realizar acrobacias a seis bandas precisa de una gran confianza. En el momento en que se inicia un salto, todo el mundo está implicado. Cada uno lo siente, a su manera: hay que estar allí por el otro. Aunque existan a veces desacuerdos, conflictos de ego, miedos, hay una alegría sincera de estar allí, de compartir y de divertirse. Se cristaliza así, en el mismo corazón de nuestro grupo, una toma de conciencia real de lo que es para nosotros la jungla humana: unas ganas locas de vivir.”
Un espectáculo de acrobacias muy original, con unos acróbatas de lo mejorcito, con unos números donde la comicidad de la mano del sexo nos hacen reír y donde un original música mezcla de arabesca con tecno, como elemento conductor, se hace presente en todo momento, dando color y sabor a este show sin igual.