Lo nuevo del coreógrafo Antonio Najarro

El bailarín y coreógrafo Antonio Najarro inaugura la programación del festival madrileño de las artes escénicas Veranos de la Villa 2022, en el Centro Cultural Conde Duque, del 14 al 16 de julio con su nuevo espectáculo, Querencia, un viaje a través de la belleza de la escuela bolera, la danza estilizada, la danza tradicional y el flamenco.

El espectáculo de danza Querencia es la sexta producción de la compañía del coreógrafo Antonio Najarro. En ella revisita los orígenes de la danza a través de su personal visión coreográfica. Para ello, ha generado once cuadros representados por 16 bailarines que hacen referencia a la inclinación o tendencia de las personas a volver al sitio en que se han criado o tienen costumbre de acudir.

Por otro lado, los artistas están acompañados por la música en directo de la Orquesta de Extremadura, bajo la dirección de Andrés Salado, con la que construyen una pieza en la que se conjugan diversos estilos folclóricos, haciendo uso de indumentarias y complementos de baile como el sombrero cordobés, el mantón de manila, la capa española, la bata de cola o las castañuelas, el instrumento que más caracteriza a Najarro, ensalzando la belleza y la proyección interpretativa y estética de la danza nacional.

Nacido en Madrid en 1975, Antonio Najarro es un bailarín y coreógrafo que formó su conjunto en 2002. En 2011, fue nombrado director del Ballet Nacional de España, cargo en el que se mantuvo hasta 2019. Con multitud de distinciones en su haber, ha sido galardonado con el Premio de la Música y la Creación Independiente, Pop Eye de Danza 2019 y el Premio Unidos por la Danza 2019 en la categoría de danza otorgado por la Fundación Víctor Ullate. Ha trabajado con los más grandes bailaores de España como Rocío Molina, Olga Pericet, Rubén Olmo o Manuel Liñán y ha diseñado obras para el BNE como Suite Sevilla, Eterna Iberia o Ícaro.

La podemos ver en el madrileño Centro Conde Duque, del 14, al 16 de julio.

 

Sobre la hipocresía y la incoherencia

La compañía argentina Poyo Rojo representa, hasta el 10 de julio, en el espacio madrileño Naves del Español-Matadero Madrid, en  el espectáculo de teatro-danza Dystopia, sobre la hipocresía y la incoherencia entre lo que se critica y lo que luego realmente se hace.

La coreografía de Dystopia expone cómo todo el mundo odia el dinero, pero nadie lo regala. Todos aborrecen la religión, pero abrazan sus propios dogmas. Todos piensan que el estudio es importante, pero odian las calificaciones… Cuestiones que vivifican la falsedad de la población y sus continuas incongruencias.

El Poyo Rojo es un conjunto que nació en 2008, cuando Nicolás Poggi y Luciano Rosso decidieron crear un número homónimo de varietés, que abordara las posibilidades físicas y espirituales del ser humano. El espectáculo se realizó en el Centro Cultural Laboratorio de Buenos Aires (Argentina). Más tarde, fueron seleccionados para el festival Ciudanza y junto con el director Hermes Gaido reestructuraron la pieza.

En 2010, la compañía estrenó su montaje en el Espacio Cultural Pata de Ganso de la capital argentina con una gran aceptación del público. Ya con la obra completa, fueron seleccionados por la Red de Teatros Alternativos de España para girar durante noviembre de ese mismo año por Madrid, Barcelona y Valencia en el marco del primer Circuito Iberoamericano de la Red.

Hasta el momento, ha actuado en una gran cantidad de países como Uruguay, Bolivia, Francia, Italia, Suiza o Alemania.

Por otra parte, además de ofrecer talleres en sus giras, en 2015, dirigió un montaje llamado Life Bag.

Lo podemos ver en Naves del Español-Matadero Madrid, hasta el 10 de julio.

Instintos básicos

Flâneur Producciones presenta, los sábados del 28 de mayo, al 16 de julio, en el madrileño Teatro Lara, la comedia Un pequeño asesinato sin consecuencias. Es un humor negro de Jean Pierre Martínez que indaga en las pulsiones instintivas del ser humano.

Un pequeño asesinato sin consecuencia está dirigida por Antonio Alcalde y viene interpretada por los actores Nathalia Paolini, Patricia Valle, Adán Redondo y Enrique Meléndez, quienes recrean cómo tres adultos deben enfrentarse a las verdades que llevan tiempo intentando ocultar, las cuales terminan estallándoles en la cara.

Sus protagonistas son tres burgueses, cultos e integrados en la sociedad, tienen oficios respetados, estudios superiores y vidas acomodadas con inquietudes y posibilidades de materializarlas. Pero un adulterio involuntario provoca un sismo que da lugar a una concatenación de hechos que finalizan en un homicidio que más tarde tratan de esconder. Para ello, hacen todo lo que está en su mano, desde mentir, hasta manipular, negar la realidad o justificar sus más execrables actos.

En definitiva, se meten en un buen lío dejando tras de sí una pieza que bebe de la comedia de enredo, el humor absurdo y la picaresca más ácida para reflejar las incómodas contradicciones en las que las personas caen más a menudo de lo deberían.

Nacido en 1955, en Auvers-sur-Oise (Francia), Jean-Pierre Martinez es un dramaturgo y guionista francés de origen español que primero probó suerte como batería en diversos grupos de rock para después dedicarse al mundo de las artes escénicas. Ha escrito más de 60 guiones para distintas series de la televisión francesa y 100 comedias para el teatro, convirtiéndose en uno de los autores contemporáneos más representados en Francia.

La podemos ver en el madrileño Teatro Lara, hasta el 16 de julio.

La Compañía Nacional de Danza vuelve con fuerza

La Compañía Nacional de Danza, dirigida por Joaquín de Luz, presenta, en el madrileño Teatro de la Zarzuela, del 7 al 17 de julio, un programa donde recrea tres grandes espectáculos de baile clásico: Grosse Fuge, Polyphonia y Concerto DSCH.

La velada del nuevo montaje coreográfico de la Compañía Nacional de Danza comienza con Grosse Fuge, uno de los trabajos más representativos del coreógrafo alemán Hans van Manen. Se estrenó en 1971 bajo la interpretación del Nederlands Dans Theatre y retrata la relación de cuatro parejas en una atmósfera sensual.

Le sigue Polyphonia, un montaje ganador del Premio Laurence Olivier a la mejor producción de danza nueva en 2003. Fue el primer ballet que Christopher Wheeldon creó después de convertirse en artista residente del New York City Ballet y retirarse como bailarín. En realidad no tiene argumento y se basa en una serie de escenas románticas con giros cómicos inspiradas en las obras de Norman Morrice y que suponen un homenaje a Frederick Ashton y George Balanchine.

Por último, se representa Concerto DSCH, una pieza de danza desarrollada sobre la partitura Piano Concerto No. 2 de Dmitri Shostakóvich, quien la escribió como un regalo para su hijo Maxim por su 19º cumpleaños. Fue estrenada en 2008 en Nueva York por el New York City Ballet y propone una actitud optimista tras la represión de la era Stalin.

Joaquín de Luz es, desde 2019, el director de la Compañía Nacional de Danza (CND), en sustitución de José Carlos Martínez. Durante su trayectoria, ha sido galardonado con el Premio Nacional de Danza e 2016, el Prix Benois de la Danse 206, otorgado en Moscú (Rusia) a la mejor actuación masculina Interpretación del año por su papel en Prodigal Son, o el Premio Rising Star de Seven Arts Magazine 1997. También ha sido miembro de prestigiosos conjuntos como el Pennsylvania Ballet, el American Ballet Theatre o el New York City Ballet.

Lo podemos ver, del 7, al 17 de julio, en el madrileño Teatro de la Zarzuela.

Una hilarante comedia sobre lo que ocultamos en el amor

El conocido dramaturgo español Ramón Paso se pone al frente de la versión que Virginia López - Ballesteros ha realizado de la hilarante comedia del dramaturgo francés Eric Assous El secreto. Es una historia sobre secretos, verdades y amor que se puede ver, del 5 de julio, al 26 de agosto, en el madrileño y romántico Teatro Lara.

El secreto está interpretada por Carlos Chamarro, Susana Hernaiz, Jorge Pobes y Ángela Peirat, quienes se meten en la piel de dos parejas que van a tener mucho que decirse. Así, se presenta a Sara y Sebastián, un matrimonio que acaba de jubilarse. Todo les va muy bien, pues viven en un lujoso apartamento, tienen una pensión más que decente y han podido retirarse a una edad temprana.

Por otro lado, les gusta cuidar de su nieto, fruto de su hijo Lucas y su mujer Mónica. Un día, mientras les dejan al bebé, Lucas y Mónica tienen una acalorada bronca delante de ellos. Cuando se van de casa, ambos se ponen a hablar sobre lo que acaban de ver y terminan también discutiendo, ya que Sebastián piensa que Lucas debe divorciarse de Mónica y Sara cree que no es necesario llegar a ese extremo.

La situación va poniéndose cada vez más tensa hasta que Sara dice algo de lo que luego se arrepiente (o no), algo que llevaba escondiendo desde hace años y que provoca un terremoto en la pareja. Pero eso no es todo porque tras ello las sorpresas siguen surgiendo hasta su inesperado final…

La podemos ver en el madrileño Teatro Lara, del 5 de julio, al 26 de agosto.

 

 

De miserias humanas

El director teatral José Padilla (Mercaderes de Babel, Dados o Las crónicas de Peter Sanchidrián) escribe y dirige, del 5, al 31 de julio, en los madrileños Teatros del Canal, la comedia Jamás caer vivos (Run), que analiza las contradicciones y las miserias humanas que emanan de la globalización.

La obra Jamás caer vivos (Run) cuenta con la participación de los actores Pablo Béjar, David Castillo, Bea de la Cruz, Almudena Puyo, Juan Ugarte y Camila Viyuela, y su argumento se basa en un hecho real: el conflicto diplomático entre China y Estados Unidos que surgió a raíz de un partido de pretemporada de la NBA en 2019.

Y es que Los Angeles Lakers debían jugar contra los Brooklyn Nets en Shanghái, en el corazón de China. Pero antes de ello, un comentario en Twitter de Daryl Morey, manager general de los Houston Rockets y uno de los ejecutivos más importantes de la NBA, a favor de las protestas ciudadanas en Hong Kong provocó una ola de críticas en China. A pesar de que luego borró el tuit, la tensión escaló hasta llegar a los respectivos gobiernos de ambas potencias.

Y en medio, se encontraban unos jugadores de baloncesto que solo viajaban para cumplir con los compromisos millonarios de sus contratos y que de golpe se hallaron inmersos en una situación de tensiones políticas, reclamaciones de democracia, faltas de libertad de expresión y la pugna por el nuevo orden mundial. Así, la pieza indaga con humor ácido sobre la repercusión que cualquier acontecimiento puede acarrear en el individuo más insospechado por muy lejos que esté geográficamente.

La podemos ver, del 5, al 31 de julio, en los madrileños Teatros del Canal.

La venganza de Don Mendo

José Saiz (El pequeño reino de Ben & Holly o Una jaula de grillos, el musical) ofrece una versión caricaturesca de la clásica comedia de Pedro Muñoz Seca La venganza de Don Mendo. Un montaje lleno de carcajadas que se puede ver en el madrileño Teatro Reina Victoria del 30 de junio al 17 de julio.

La venganza de Don Mendo se estrenó en 1918, en el Teatro de la Comedia, de Madrid, y supone una sátira de los dramas románticos del siglo XIX y un gran exponente del astracán, un género humorístico menor creado por el escritor andaluz. Además, su éxito la ha llevado a ser la cuarta obra española más representada de todos los tiempos.

Está ambientada en el Medievo y su historia tiene como protagonista al caballero castellano Don Mendo, quien es el amante de Magdalena, la hija de Don Nuño Manso de Jarama. Magdalena decide casarse con un rico privado del rey, Don Pero Collado, Duque de Toro, para ascender socialmente, pero este último descubre a los amantes y Don Mendo termina condenado a ser emparedado por orden de Magdalena.

Sin embargo, el Marqués de Moncada, amigo de Don Mendo, consigue rescatarle burlando la ley. Una vez libre, Don Mendo piensa que es hora de volver a ver a Magdalena, pero esta vez no por amor, sino para vengarse. Así, cambia su nombre por el de Renato y finge ser un trovador para poder acceder a la corte…

La podemos ver en el madrileño Teatro Reina Victoria, hasta el próximo día 17 del mes.