“Bodas de sangre”. Teatro Valle
Inclán. Hasta el 12 de enero.
La poesía lorquiana se
mezcla con las raíces flamencas en esta tragedia andaluza. En el año 1941 se
dibuja un mundo en el que tiene lugar una malograda boda y una tarde de muerte.
En la época de la censura Lorca se las ingenia para
transmitir al público mensajes subversivos a través del teatro y esta tragedia
que ahora se lleva a escena de la mano de Jorge Enes es una buena prueba de
ello. La compañía Tejido Abierto entrega esta obra dentro de una caja en la que
aparecen las siguientes palabras:
La acción se sitúa en 1941, en el epicentro de nuestra
memoria (histórica) con un grupo de actores interpretando la obra en un
universo reprimido, tal y como sucedió en la vida real. Actores de lo prohibido.
Actores con un pie en la caja y otro fuera.
En este caso, el envoltorio no podría ser más
coherente, puesto que Lorca también fingió, practicando peligrosamente un
teatro que no le permitieron hacer y explotando cada minuto de una vida
minúscula que tampoco le permitieron vivir. Por desgracia, su caja no contenía
teatro. De hecho, su caja no contiene nada. A día de hoy, sigue vacía.
Una obra imprescindible de un autor español obligado.