“Hair”. Teatro Arteria Coliseum. Desde el 27 de octubre, hasta fin de temporada.
El musical más hippie, “Hair, ha aterrizado en Madrid. La actriz Lucía Jiménez, a la que descubrimos como cantante en “Los dos lados de la cama”. La historia versa sobre un grupo de hippies en su lucha contra el sistema, la intolerancia y la deshumanización de la sociedad. Premio Tony al Mejor Revival en 2009, su argumento aborda, sin censura, temas como las drogas, la libertad sexual y religiosa, la paz y la insumisión e incluye en su banda sonora grandes temas clásicos, como “Aquarius”, “Good Morning Starshine” o “Let the sunshine in”.
Junto a Lucía Jiménez, que alcanzó la popularidad en España por la serie “Al salir de clase”, fue nominada al Goya a la Mejor Actriz Revelación en 1996 por “La buena vida” participan los actores Joan Vázquez y Tony Bernetti. Joan Vázquez ha participado en obras como “Los chicos de Historia”, “Mamma Mia!”, “My Fair Lady” o “Rent”, y ya encarnó a Claude en el reparto de “Hair”, en Barcelona. Tony Bernetti, por su parte, protagonizó “Grease, El musical de tu vida” y ha actuado en otras grandes producciones, como “Los Miserables” o “West Side Story”.
“Hair” nos sitúa en los años 60, en Estados Unidos, donde la juventud, harta de imposiciones y de una realidad gastada y monótona, reacciona en busca de su identidad. La historia fue llevada al cine por Milos Forman (“Amadeus”), en 1979.
domingo, 2 de octubre de 2011
Musical
“Más de cien mentiras”. Teatro Rialto. Hasta fin de temporada.
“Más de 100 mentiras” es un musical, un thriller de amor, comedia y deseo encarnado por los personajes nacidos de la amplia obra del compositor y cantante Joaquín Sabina y con una cuidadosa selección de sus canciones como protagonistas indiscutibles. En el repertorio se incluyen 22 canciones -cuya selección ha sido monitorizada por Sabina y Pancho Varona-, como “Pastillas para no soñar”, “Yo quiero ser una chica Almodóvar”, “¿Quién me ha robado el mes de abril?”, “Y nos dieron las diez” o “Contigo.
El elenco de este musical, de dos horas está encabezado por Juan Pablo di Pace, Álex Barahona, Guadalupe Lancho, Víctor Massán, Diego Paris, Juan Carlos Martín, Felipe García Vélez, Marta Capel, Toni Viñals, Jaime Zataraín y Silvia Álvarez.
Los responsables del montaje aseguran haber tratado, en todo momento, de " hacer una historia con principio y final claro con personajes serios, no algo superficial y banal, como muchos otros musicales ".
Por otro lado, en un principio, Sabina no quería secundar este proyecto. Pero cuando fue a ver “Enamorados Anónimos”, musical al que cedió dos composiciones, le conmovió que estuviera perdiendo tanto dinero con dicha producción, a pesar de su "éxito artístico".
Para este musical, los productores han invertido tres millones de euros.
El musical cuenta la historia de tres compañeros que trabajan para un capo pero deciden montárselo por su cuenta, momento en el que éste les tiende una trampa. Uno muere en el tiroteo, otro escapa y sigue trabajando para el mafioso, mientras que al el tercero le caen tres años de cárcel. Pasado el tiempo, reaparecerá para ajustar cuentas.
“Más de 100 mentiras”, que también quiere viajar hasta México y Argentina, en un futuro, es la cuarta obra española y de creación de la productora de espectáculos Drive Entertainment –“Hoy no me puedo levantar”, “Enamorados anónimos” y “40 El Musical”.
“Más de 100 mentiras” es un musical, un thriller de amor, comedia y deseo encarnado por los personajes nacidos de la amplia obra del compositor y cantante Joaquín Sabina y con una cuidadosa selección de sus canciones como protagonistas indiscutibles. En el repertorio se incluyen 22 canciones -cuya selección ha sido monitorizada por Sabina y Pancho Varona-, como “Pastillas para no soñar”, “Yo quiero ser una chica Almodóvar”, “¿Quién me ha robado el mes de abril?”, “Y nos dieron las diez” o “Contigo.
El elenco de este musical, de dos horas está encabezado por Juan Pablo di Pace, Álex Barahona, Guadalupe Lancho, Víctor Massán, Diego Paris, Juan Carlos Martín, Felipe García Vélez, Marta Capel, Toni Viñals, Jaime Zataraín y Silvia Álvarez.
Los responsables del montaje aseguran haber tratado, en todo momento, de " hacer una historia con principio y final claro con personajes serios, no algo superficial y banal, como muchos otros musicales ".
Por otro lado, en un principio, Sabina no quería secundar este proyecto. Pero cuando fue a ver “Enamorados Anónimos”, musical al que cedió dos composiciones, le conmovió que estuviera perdiendo tanto dinero con dicha producción, a pesar de su "éxito artístico".
Para este musical, los productores han invertido tres millones de euros.
El musical cuenta la historia de tres compañeros que trabajan para un capo pero deciden montárselo por su cuenta, momento en el que éste les tiende una trampa. Uno muere en el tiroteo, otro escapa y sigue trabajando para el mafioso, mientras que al el tercero le caen tres años de cárcel. Pasado el tiempo, reaparecerá para ajustar cuentas.
“Más de 100 mentiras”, que también quiere viajar hasta México y Argentina, en un futuro, es la cuarta obra española y de creación de la productora de espectáculos Drive Entertainment –“Hoy no me puedo levantar”, “Enamorados anónimos” y “40 El Musical”.
Opera
“Elektra”. Teatro Real. Hasta el 15 de octubre.
La ópera “Elektra”, de Richard, ha inaugurado la 15ª temporada del Teatro Real con una producción procedente del Teatro San Carlo de Nápoles, donde se estrenó en 2003. Dirigida musicalmente por el prestigioso Semyon Bichkov, el montaje cuenta con una espectacular escenografía de Anselm Kiefer y dirección escénica del fallecido Klaus Michael Grüber.
El primer contacto de Strauss con la “Elektra” del poeta y dramaturgo austriaco Hugo von Hofmannsthal (1874-1929) fue a través de una inquietante puesta en escena de Max Reinhardt (1871-1943), en el Kleines Theater de Berlín, tal como había sucedido con “Salomé”, de Oscar Wilde, que originó su ópera anterior. Del encuentro de estos tres geniales artistas nacería más tarde el Festival de Salzburgo.
Con esta ópera, Strauss y Hofmannsthal iniciaron una larga y tortuosa colaboración, interrumpida por la prematura muerte del escritor austriaco, en 1949, antes del estreno de su última ópera conjunta, “Arabella”.
Cuando los sorprendentes descubrimientos arqueológicos de Troya y Micenas habían puesto de moda la cultura griega, en la Viena de fin del siglo XIX, donde también florecía el psicoanálisis, Hofmannsthal escribió el libreto de esta ópera, con clara influencia psicoanalítica. La obra toma del psicoanálisis la exaltación de las pasiones paterno-filiales y se desarrolla de la mano de Sófocles alejándose de él para negar a Elektra la redención final. En este sentido, Hofmannsthal creó un psicodrama de creciente tensión, introduciendo en él la intriga e, incluso, la ironía con enorme eficacia y cohesión y, al mismo tiempo, otorgando a cinco doncellas y una celadora el papel del coro griego.
Por su parte, Strauss crea una arrolladora partitura de tonos sombríos, en los límites de la tonalidad, con predominio de la armonía sobre la melodía.
Esta producción cuenta con dos elencos en los que sobresalen las dos sopranos que comparten el papel protagonista de 'Elektra', dos norteamericanas de generación, perfil y carácter muy diversos: Deborah Polaski, una de las más grandes Elektras actuales; y Christine Goerke, que debutará el papel en Madrid.
La ópera “Elektra”, de Richard, ha inaugurado la 15ª temporada del Teatro Real con una producción procedente del Teatro San Carlo de Nápoles, donde se estrenó en 2003. Dirigida musicalmente por el prestigioso Semyon Bichkov, el montaje cuenta con una espectacular escenografía de Anselm Kiefer y dirección escénica del fallecido Klaus Michael Grüber.
El primer contacto de Strauss con la “Elektra” del poeta y dramaturgo austriaco Hugo von Hofmannsthal (1874-1929) fue a través de una inquietante puesta en escena de Max Reinhardt (1871-1943), en el Kleines Theater de Berlín, tal como había sucedido con “Salomé”, de Oscar Wilde, que originó su ópera anterior. Del encuentro de estos tres geniales artistas nacería más tarde el Festival de Salzburgo.
Con esta ópera, Strauss y Hofmannsthal iniciaron una larga y tortuosa colaboración, interrumpida por la prematura muerte del escritor austriaco, en 1949, antes del estreno de su última ópera conjunta, “Arabella”.
Cuando los sorprendentes descubrimientos arqueológicos de Troya y Micenas habían puesto de moda la cultura griega, en la Viena de fin del siglo XIX, donde también florecía el psicoanálisis, Hofmannsthal escribió el libreto de esta ópera, con clara influencia psicoanalítica. La obra toma del psicoanálisis la exaltación de las pasiones paterno-filiales y se desarrolla de la mano de Sófocles alejándose de él para negar a Elektra la redención final. En este sentido, Hofmannsthal creó un psicodrama de creciente tensión, introduciendo en él la intriga e, incluso, la ironía con enorme eficacia y cohesión y, al mismo tiempo, otorgando a cinco doncellas y una celadora el papel del coro griego.
Por su parte, Strauss crea una arrolladora partitura de tonos sombríos, en los límites de la tonalidad, con predominio de la armonía sobre la melodía.
Esta producción cuenta con dos elencos en los que sobresalen las dos sopranos que comparten el papel protagonista de 'Elektra', dos norteamericanas de generación, perfil y carácter muy diversos: Deborah Polaski, una de las más grandes Elektras actuales; y Christine Goerke, que debutará el papel en Madrid.
viernes, 16 de septiembre de 2011
Espectáculos
Temporada de otoño
La vuelta de vacaciones siempre significa renovarse y, en lo que a esta sección de espectáculos se refiere, también se aplica la máxima, aunque, como hay crisis, renuevan temporada, en nuestra cartelera, algunos montajes de éxito, como “Burundanga” o “Toc, Toc”, por poner dos ejemplos significativos y altamente recomendables para los amantes de la buena comedia. Y en musicales, vuelte, también con Manuel Bandera en el papel principal, “Chicago”, un éxito inenarrable de los últimos años (Nuevo Teatro Alcalá, desde el 27 de octubre). Ironía, jazz del mejor y atrevidas coreografías para un musical más cabaretero que otra cosa.
Musicales
Pero como de lo que se trata es de informar de las novedades, en musicales la principal es el estreno de la super-producción “El Rey León” (Teatro Lope de Vega, 21 de octubre). Se trata de una sorprendente, cálida y colorista versión de la película clásica de dibujos animados de la factoría Disney, que llega avalada por cincuenta millones de espectadores, en todo el mundo, y, nada más y nada menos, que setenta premios…
Otro de los nuevos musicales, en este caso, para los espectadores infantiles, es “Shrek” (Teatro Nuevo Apolo, desde el 21 de septiembre), basado en la película homónima, y “Bob Esponja” (Teatro Coliseum, desde el 5 de noviembre), en este caso, basado en la popularísima serie española de dibujos animados. Dos títulos muy a tener en cuenta para que los “peques” se lo pasen en grande…
Para los amantes de la copla de siempre, el eterno Miguel de Molina es el protagonista del musical “Ojos verdes”, que ya estuvo entre nosotros hace años con notable éxito (Teatro Fernán Gómez, hasta el 2 de octubre).
Y otro musical, en este caso, en el Teatro Rialto (desde el 6 de octubre): “Más de cien mentiras”. Este es un montaje construido a partir de las mejores y más conocidas canciones de Joaquín Sabina.
Y en plan cabaret, el popularísimo cómico televisivo Paco León debuta en las tablas, por todo lo alto, con “The Hole” (Teatro Häagen-Dazs-Calderón, toda la temporada). Un montaje donde la música y el striptease son los protagonistas. Para no perdérselo…
Buen teatro
En lo que a teatro se refiere, la cartelera madrileña de este otoño no va a desmerecer a los musicales que acabamos de comentar porque tendremos un montaje de la sobresaliente directora Helena Pimenta de “Macbeth”. Ella es especialista en Shakespeare y estará con dicha obra en los Teatros del Canal, a partir del 30 de noviembre.
El clásico Molière fue uno de los mejores dramaturgos de todos los tiempos. Su “Tartufo” no tiene parangón y rompió con todos los cánones de la época. En España, le podemos comparar con otro clásico, “Quevedo”, aunque con estilos diferentes. “Tartufo” podremos verlo en el Teatro Fernán Gómez, desde el 22 de septiembre.
Otra obra reseñable es “El Pisito”, con la divertida e histriónica Teté Delgado, y el surrealista y fabuloso actor Pepe Viyuela. También les acompaña la veterana actriz Asunción Balaguer, que, según ella misma ha declarado, está tan nerviosa “como el primer día en que pisé unas tablas” (Teatros del canal, hasta el 25 de septiembre).
“Yo, el hederedo” es otra obra a no olvidar. Fue escrita, a mitad del siglo pasado, por el maravilloso “Eduardo de Filippo” (“Llama un fantasma”, “El arte de la comedia”, y está protagonizada por Ernesto Alterio y Concha Cuetos en los principales papeles (Teatro María Guerrero, desde el 16 de septiembre).
El dramaturgo Premio Nobel de Literatura Harold Pinter “El amante”) arriba a la capital con un montaje de su popular e interesante obra “Traición” (Teatro Español, hasta finales de octubre), donde los celos y las difíciles relaciones personales hacen las delicias de los amantes del teatro de ideas. Lo mismo que “Agosto”, también en el Teatro Español, en noviembre, del director y dramaturgo español contemporáneo Gerardo Vera, con la insuperable Carmen Machi.
Y otro de los montajes obligados es “Llama un inspector”, del dramaturgo J.B. Priestley, dirigido el actor, dramaturgo y director José María Pou, en el Teatro La Latina, hasta el 9 de octubre.
Para celebrar su 50º aniversario, Els Joglars retoman “El Nacional”, montaje mítico en la era franquista (Teatros del Canal, hasta principios de noviembre).
Y, para finalizar (porque no tenemos más espacio), destacar a una de las obras más conocidas de Tennesse Williams, “El zoo de cristal”, posiblemente, la más conocida, en la pequeña Sala Karpas Teatro (hasta fin de temporada).
domingo, 11 de septiembre de 2011
“Yo, el heredero”. Teatro María Guerrero. Desde el 16 de septiembre.
“Yo, el heredero” es una comedia amarga del dramaturgo Eduardo de Filippo (“El arte de la comedia”, “Llama a un fantasma”) sobre la herencia y la caridad cristiana, sobre todo el patrimonio de falsos valores que una familia de jóvenes, ya envejecidos en su papel, transmite y conserva de generación en generación. Es la historia de un extranjero venido del mar, cuya llegada alcanza en casa de los Selciano las proporciones de un acontecimiento revolucionario, como un viento de tramontana que altera y corroe la fachada respetable y bien educada de la burguesía.
Eduardo De Filippo somete su dramaturgia a la métrica del teatro puro. Tiene plena conciencia de los sentimientos humanos y pasa con soltura del registro dramático al cómico. Lo hace prestando a los personajes que representa la sonrisa agria del desencanto y su sabiduría de gran actor. Más que un autor de escritorio es un analista cáustico y feroz, irónico y descarado, que registra con precisión obsesiva las contradicciones y las paradojas del género humano, dándole la vuelta al sentido común, detrás del cual se esconde una verdad que nunca resulta consoladora.. En definitiva, es un escritor psicólogo del comportamiento humano.
Eduardo De Filippo somete su dramaturgia a la métrica del teatro puro. Tiene plena conciencia de los sentimientos humanos y pasa con soltura del registro dramático al cómico. Lo hace prestando a los personajes que representa la sonrisa agria del desencanto y su sabiduría de gran actor. Más que un autor de escritorio es un analista cáustico y feroz, irónico y descarado, que registra con precisión obsesiva las contradicciones y las paradojas del género humano, dándole la vuelta al sentido común, detrás del cual se esconde una verdad que nunca resulta consoladora.. En definitiva, es un escritor psicólogo del comportamiento humano.
Así, ha concebido esta obra de 1942 su director, Francesco Saponaro, quien ha elegido a los actores Ernesto Alterio y Concha Cuetos para dos de sus principales papeles.
De Filippo es considerado como un autor “amargo” porque toca temas fundamentales de la vida con un humor agridulce. Lo pudimos comprobar, también en el Teatro María Guerrero, con “Llama a un fantasma”, y anteriormente, en el Teatro La Abadía, con un estupendo montaje de la deliciosa “El arte de la comedia”. Pero yo no le creo un dramaturgo amargo, en absoluto, sino plenamente lúcido, inteligente y, cuando se lo propone de verdad, muy, muy divertido (sus teatro humorístico, por decirlo de algún modo, pertenece a la denominada “alta comedia”) y, ante todo, un profundo analista de la psicología del Hombre.
De modo que es casi obligado ir a ver este montaje de “Yo, el heredero”…
sábado, 10 de septiembre de 2011
Teatro
“Carcajada salvaje”. Teatro Bellas Artes. Hasta el 6 de noviembre.
Una actriz archi-premiada y un artista polifacético histriónico coinciden en un escenario para hacer una obra en la que la soledad y, al mismo tiempo, el encuentro son los protagonistas. Además, claro está, del humor como telón de fondo.
No es el el argumento de una obra dentro de otra, sino la realidad de este montaje, que Charo López y Javier Gurruchaga protagonizan. Se trata de un texto de Christopher Duran (maestro contemporáneo del teatro del absurdo, también autor de “Titanic”, entre otras muchas obras).
Estamos frente a un homenaje al teatro del absurdo, que narra la historia de un hombre y una mujer en una ciudad. No se conocen, pero, después de un encuentro casual poco afortunado, acaban respirando juntos, riéndose de sí mismos y de todo, e intentando hacer reir con ellos.
Hace dieciocho años, Charo López ya representó este texto. La función, según la actriz, cuenta la historia de "dos seres humanos que suben a un teatro para hablar de sus problemas, a hacer una suerte de terapia, algo muy habitual en Nueva York y en otros muchos lugares del mundo. Hablan de su patología pero, en el fondo, hablan de la de todos".
Trabajar junto a Javier Gurruchaga en esta obra ha sido estupendo para ella. "Es un actor que tiene una enorme energía para dar a todo el equipo y al público. Posee un talento enorme, es muy simpático, muy bondadoso y me siento feliz con él. Es un niño grande, y de pronto le dan ataques de pasión y quiere que le beses muchísimo", desvela.
Por otro lado, en opinión de la López, el mundo actual "va evolucionando, creciendo y progresando pero también va para atrás y uno no asiste a todo esto porque está en sus pequeñas cosas, miserias y egoísmos". En este sentido, cree que, en España, "necesitamos llorar, callarnos, escuchar, dormir y comer bien... algo que, por suerte, podemos hacer. En otros países, no es así, como África. Y reírnos es parte de la condición humana, dicen que es muy sano. Creo que la personalidad no cambia por la crisis, aunque claro, hay familias que se ríen ahora mucho menos. Pero la obra no va por ahí", aclara.
Si esta obra es interesante es, aparte de por el hecho de contar con dos monstruos de la escena y del texto, por el hecho de que es muy actual porque las cosas que, hace veinte años, eran anunciadas como problemas, ahora se han hecho realidad. En este sentido, es un tanto agorera. Pero, sobre todo, destila una gran inteligencia, al utilizar el humor como parte esencial de su estilo. Y es que la risa, dicen, lo cura todo…
Una actriz archi-premiada y un artista polifacético histriónico coinciden en un escenario para hacer una obra en la que la soledad y, al mismo tiempo, el encuentro son los protagonistas. Además, claro está, del humor como telón de fondo.
No es el el argumento de una obra dentro de otra, sino la realidad de este montaje, que Charo López y Javier Gurruchaga protagonizan. Se trata de un texto de Christopher Duran (maestro contemporáneo del teatro del absurdo, también autor de “Titanic”, entre otras muchas obras).
Estamos frente a un homenaje al teatro del absurdo, que narra la historia de un hombre y una mujer en una ciudad. No se conocen, pero, después de un encuentro casual poco afortunado, acaban respirando juntos, riéndose de sí mismos y de todo, e intentando hacer reir con ellos.
Hace dieciocho años, Charo López ya representó este texto. La función, según la actriz, cuenta la historia de "dos seres humanos que suben a un teatro para hablar de sus problemas, a hacer una suerte de terapia, algo muy habitual en Nueva York y en otros muchos lugares del mundo. Hablan de su patología pero, en el fondo, hablan de la de todos".
Trabajar junto a Javier Gurruchaga en esta obra ha sido estupendo para ella. "Es un actor que tiene una enorme energía para dar a todo el equipo y al público. Posee un talento enorme, es muy simpático, muy bondadoso y me siento feliz con él. Es un niño grande, y de pronto le dan ataques de pasión y quiere que le beses muchísimo", desvela.
Por otro lado, en opinión de la López, el mundo actual "va evolucionando, creciendo y progresando pero también va para atrás y uno no asiste a todo esto porque está en sus pequeñas cosas, miserias y egoísmos". En este sentido, cree que, en España, "necesitamos llorar, callarnos, escuchar, dormir y comer bien... algo que, por suerte, podemos hacer. En otros países, no es así, como África. Y reírnos es parte de la condición humana, dicen que es muy sano. Creo que la personalidad no cambia por la crisis, aunque claro, hay familias que se ríen ahora mucho menos. Pero la obra no va por ahí", aclara.
Si esta obra es interesante es, aparte de por el hecho de contar con dos monstruos de la escena y del texto, por el hecho de que es muy actual porque las cosas que, hace veinte años, eran anunciadas como problemas, ahora se han hecho realidad. En este sentido, es un tanto agorera. Pero, sobre todo, destila una gran inteligencia, al utilizar el humor como parte esencial de su estilo. Y es que la risa, dicen, lo cura todo…
Crítica de Teatro
“Burundanga”. Teatro Maravillas. Hasta fin de temporada.
Está claro que lo que busca el teatro comercial es ganar dinero. Pero si lo hace bien, pues, mejor. Y en tiempos de crisis lacerantes y, ya casi, estructurales, -como, desgraciadamente, nos está tocando vivir ahora por culpa de unos cuantos tiburones delincuentes sin escrúpulos-, la comedia es lo que más vende porque el público la necesita, la necesitamos como agua de mayo, que dirían nuestros abuelos de pueblo.El dramaturgo Jordi Garcelán, padre de esta obra, así como de los éxitos “El método Grolhöm”, “Palabras encadenadas”, “Fuga”, es muy listo y sabe lo que el público pide, en cada momento. Pero a través de sus textos no nos ofrece simplemente vaselina, sino que también nos hace pensar…y mucho. Y en este caso, ha elegido un tema muy arriesgado –yo diría que, incluso, escabroso- como es cómo acabar con la banda terrorista ETA. ¡Nada más y nada menos!
Dirigida por Daniel Olivares con gran certeza y maestría, esta comedia trata sobre una pareja en la que ella necesita saberlo todo de su novio y, por iniciativa de su alocada compañera de piso, le da una droga que ocasiona que aquél quien la toma se ve obligado a contar toda la verdad.
Con un reparto que cuenta con los televisivos Eloy Arenas, César Camino y Antonio Hortelano, y que se complementa con la maravillosa Mar Abascal (“Mi primera vez”) y la efectiva Marta Póveda (“Ni con el pétalo de una rosa”), sorprende a todos los que la hemos visto con sus mil artimañas y tretas dramáticas, que ya forman parte inevitable del sello Garcelán.
Puestos a comparar, por el tipo de teatro del que en este comentario estamos hablando, podríamos hacer una cierta similitud con “Toc, Toc”, también comentada en estas páginas y otro gran éxito de la cartelera actual. Pero mientras que ésta tiene un humor libre de ideologías, “Burundanga” se moja de pies a cabeza y, sin dejar de hacernos reir a barriga hinchada, al mismo tiempo, nos está transmitiendo un mensaje que, admitámoslo también, es fácilmente aceptado por todo tipo de públicos, por lo que su éxito está prácticamente asegurado.
Lo más difícil de este texto es eso, tocar un tema tan espinoso como el terrorismo con humor. Nunca se había hecho en este país (ni, por supuesto, en teatro, ni en cine ni en televisión, que yo recuerde), ni en otros países. Es decir, la forma de tratar el tema es muy original y de ahí, su enorme mérito.
A ello también ayuda mucho una notable dirección de actores y una interpretación sobresaliente de todos ellos. Y puestos a elegir a nivel personal, me quedo con el trabajo de Mar Abascal, tan pizpireta y deliciosamente payasa.
Una delicia de diálogos, situaciones y de obra, en su conjunto.
¡No os la perdáis…!
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