domingo, 20 de septiembre de 2020

TEATRO-DRAMA

Una performance de Chèjov

Tras Heartbreak Hotel, una versión libre del drama de Anton Chéjov, Tío Vania, el director Àlex Rigola regresa con una nueva adaptación del reconocido autor ruso. En esta ocasión, La gaviota, una obra que reflexiona sobre el amor y el arte, podrá verse en el Teatro de la Abadía (Madrid) hasta el 4 de octubre.



 

Muy influenciado por Hamlet, de Shakespeare, la obra narra cómo cuatro artistas se reúnen en una casa de campo para descansar. Allí, se encuentra Irina Nikolaievna Arkádina, una actriz tacaña y orgullosa, Boris Trigorin, un escritor famoso y pareja de Irina, Konstantin Treplyov, hijo de Irina y aspirante a escritor, y Nina Zarechnaya, hija de un terrateniente de la zona, enamorada de Konstantin y aspirante a intérprete.

Para esta ocasión, los actores Nao Albet, Pau Miró, Xavi Sáez, Mónica López, Irene Escolar y Roser Vilajosana se suben al escenario con las mismas ropas con la que llegan al teatro y sin la voluntad de aparentar ser rusos del siglo XIX. Aunque sí mantienen la trama, los conflictos principales y la estructura de la obra, pero hacen de sí mismos con lo que el dramaturgo pretende transmitir una gran sensación de cercanía con el espectador. Y lo consigue hasta cierto punto porque nos llegamos a cansar con tanto discurso de cada personaje-actor sobre ellos mismos. Realmente, no nos interesan los líos amorosos de Irene Escolar o de Roser Vilajosana -por poner dos ejemplos- o si han tenido mucho o poco éxito en sus respectivas carreras profesionales porque para eso ya nos servimos de nuestra propia cultura teatral o, si no, acudimos a Google...



No obstante, dado que se trata de tan buenos actores, el espectáculo nos resulta aceptable e incluso, llega a emocionarnos en determinados momentos, pocos, pero determinados…

El espectáculo habla del amor no correspondido, el existencialismo, la dificultad de la profesión de artista y la ligereza del ser.

Àlex Rigola es un actor y director nacido en Barcelona en 1969 que se ha convertido en uno de los dramaturgos más innovadores del siglo XXI. Entre 2003 y 2011 fue director del Teatro Lliure, entre 2010 y 2016 dirigió la sección de teatro de la Biennale di Venezia y durante los años 2017 y2018 también fue codirector de los Teatros del Canal. Entre sus producciones destacan Largo viaje hacia la nocheWoyzeckEl policía de las ratas o El público.

 

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