martes, 21 de enero de 2014

Crítica de Teatro-Drama



El cojo de Inishmaan”. Teatro Español. Hasta mediados de febrero.
Esta es una obra de Martin McDonagh dirigida por Gerardo Vera
La productora Grey Garden lleva a escena esta historia con la adaptación de José Luis Collado y la dirección de Gerardo Vera. El resultado es una historia con una poderosa fuerza dramática y con personajes inspirados en antiguas leyendas celtas con un elenco en el que destaca Marisa Paredes.
El protagonista de esta obra de Martin McDonagh, reconocido autor irlandés, es el cojo del pueblo y este personaje refleja lo mejor y lo peor de cada uno de sus habitantes.
La vida de Billy cambia cuando descubre que Robert Flaherty va a todar una película en las islas de Arán. Para Billy es su oportunidad para dejar de ser el huérfano tullido del pueblo y empezar a ser una estrella de cine, pero el camino para lograrlo no le será tan fácil como pensaba...
A Marisa Paredes le llegó la popularidad a principios de los noventa de la mano del director de cine Pedro Almodóvar. Antes de protagonizar éxitos como 'Tacones lejanos' o 'La flor de mi secreto' la actriz ya había debutado en teatro y televisión con proyectos como el de Estudio 1. Con el papel protagonista en El Cojo de Inishmaan suma otro éxito a su más de una docena de apariciones sobre el escenario a las que se añaden cerca de ochenta papeles en cine y televisión.
La dirección de actores es sobresaliente, lo mismo que el trabajo de éstos y la puesta en escena. En cuanto a la obra en sí misma, es un teatro costumbrista, del estilo de las novelas de Charles Dickens, en la que los personajes son el calco de la vida misma.
Diferentes escenas, en apariencia sin interconexión, nos van llevando por la historia de este muchacho impedido, que, al final, tiene un desenlace desgraciado pero que, por el camino, nos va enseñando un gran número de cosas sobre la vida y la sociedad de aquella época. Un tiempo de escasez, donde la pobreza y la incultura eran los protagonistas, y donde, al mismo tiempo, el ingenio y la agudeza de las personas les hacían sobrevivir.
¡Imprescindible!

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