martes, 21 de mayo de 2019

Teatro-Comedia


“Tres sombreros de copa”. Teatro María Guerrero. Del 17 de mayo, al 7 de julio.
Esta es la primera comedia escrita por el dramaturgo, escritor y periodista Miguel Mihura, una de las más destacadas del teatro español del siglo XX, con elementos del teatro absurdo.
Argumento: En un pequeño hotel de una pequeña capital de provincia, Dionisio trata de conciliar el sueño. Mañana es su gran día. Es el día de su boda. Pero Dionisio no puede dormir. No deja de pensar en las otras vidas que pudo tener.
Es entonces cuando aparece Paula, una joven bailarina de una compañía que está de paso por la ciudad y también actuará al día siguiente. La presencia de Paula le descubre a Dionisio todo un universo desconocido hasta el momento para él, haciendo que reconsidere su intención de casarse para marcharse con Paula.
Este notable montaje está dirigido por la actriz-directora Natalia Menéndez.

Teatro-Comedia


“La Commedia”. Arlequín Gran Vía Teatro. Sábados, del 11, al 25 de mayo.
El humorista Ignatius Farray ofrece un espectáculo de stand up comedy con todo el humor absurdo y surrealista que es capaz de generar sobre un escenario. Un desternillante show con monólogos y sketches que cuenta con invitados especiales en cada función, el público.
Ignatius Farray, alter ego de Juan Ignacio Delgado Alemany, es uno de los artistas más alocados del panorama nacional. Sus directos se combinan con las constantes intervenciones del público y un espectáculo en cierta medida improvisado en el que puede ocurrir cualquier cosa.
Así, entre “gritos sordos” y “All Rights”, Ignatius divaga entre salidas de tono y relata una serie de vivencias personales a cada cual más inverosímil. Se hizo famoso por sus apariciones en programas como Noche sin tregua o La hora chanante interpretando a “El loco de las coles” o actualmente en La vida moderna. Asimismo, ha protagonizado su propia serie: El fin de la comedia.

Teatro-Drama


“El coronel no tiene quien le escriba”. Teatro Infanta Isabel. Del 15 de mayo, hasta el 15 de junio.
El famoso director cinematográfico Carlos Saura (“Cría cuervos”) lidera la adaptación teatral que Natalio Grueso ha realizado de la novela corta de Gabriel García Márquez, una de las más célebres del autor colombiano. Una producción que está protagonizada por el prestigioso actor Imanol Arias.
La historia de la novela (ahora, adaptada a las tablas) historia tiene como protagonista a un viejo coronel del ejército colombiano, veterano de la Guerra de los mil días, quien malvive en una casa junto con su esposa asmática. El coronel espera ansioso la carta que el gobierno tiene que enviarle para confirmar la pensión por sus servicios en el conflicto civil. Por ello, baja cada viernes a la oficina de correos del pueblo, pero la misiva nunca llega.
Sin ninguna fuente de ingresos, la única esperanza de ganancias es un gallo de pelea que heredó de su difunto hijo. Ahora lo está criando con la intención de hacerlo pelear de nuevo y obtener algún beneficio en las apuestas. Pero el coronel y su esposa discuten sobre la idoneidad de utilizar los pocos ahorros que tienen para comprar maíz con el que alimentar al gallo.
Escrito en 1961, esta obra literaria fue incluido en la lista de las 100 mejores novelas en español del siglo XX, realizada por el periódico El Mundo. Además, ​en 1999 fue llevado al cine por el regidor mexicano Arturo Ripstein.

Zarzuela


“Doña Francisquita”. Teatro de la Zarzuela. Hasta el 2 de junio.
“Doña Francisquita" es una conocida zarzuela de nuestro repertorio con música de Amadeo Vives y libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw, en una adaptación de Lluis Pasqual.
Estrenada en el Teatro de Apolo de Madrid, el 17 de octubre de 1923
Nueva producción del Teatro de la Zarzuela en coproducción con el Gran Teatre del Liceu y la Ópera de Lausanne
La joven Francisquita es sin duda uno de los personajes femeninos de zarzuela más reconocibles y populares. Por eso, como cada época recurre a sus clásicos para contemplarse en ellos, recurre a Doña Francisquita para admirar a esta muchacha enamorada, pero sagaz, que desde 1923 se pasea por los escenarios líricos. La zarzuela de Vives se representó por primera en el vecino Teatro de Apolo en la calle de Alcalá y apenas cuatro meses después llegó al Teatro de la Zarzuela con la misma producción y casi los mismos cantantes. Desde entonces se ha cantado en numerosas ocasiones.
En las escenas de Doña Francisquita están las costumbres, las modas y los personajes que circulan por Madrid, por lo que cada época las ha ido revistiendo y transformando —como ocurre con los clásicos— con muy distintos montajes escénicos al cabo de los casi cien años que está a punto de cumplir la obra. La génesis de esta zarzuela es sumamente interesante y propicia que el compositor cree su obra más ambiciosa y la que más éxitos ha obtenido en España y América.

Opera


Capriccio”. Teatro Real. Del 27 de mayo, al 14 de junio.
Rompiendo con la ausencia de ocho años de Richard Strauss, la nueva producción de la ópera “Capriccio” también también el estreno en el Teatro Real de la última ópera del compositor bávaro, con una puesta en escena del celebrado Christof Loy y dirección musical del experto straussiano Asher Fisch. Capriccio es la respuesta de Strauss a la pregunta que persigue a la ópera como forma de arte desde su nacimiento: ¿debe pesar más la música o la palabra? Del compositor de desgarradoras tragedias como Salomé o Elektra sorprende descubrir una exquisita comedia que sintetiza todo su lenguaje musical en un ejercicio de brillantes armonías y texturas.
Música de Richard Strauss (1864-1949)
Libreto de Richard Strauss y Clemens Krauss, basado en la idea original de Stefan Zweig.
Coproducción Teatro Real con la Opernhaus de Zürich y la Göteborg Opera
Orquesta Titular del Teatro Real (Orquesta Sinfónica de Madrid).
El argumento de la ópera es el siguiente:
El debate histórico alrededor de la importancia relativa que debe tener en la ópera la palabra con respecto a la música constituyó una fuente de fascinación para Richard Strauss durante toda su vida. En “Capriccio” ahonda en el tema valiéndose de un libreto excepcional fruto de una sugerencia de su apreciado Stefan Zweig, quien encontró una breve comedia en la British Library que serviría de inspiración para la que sería la última ópera del compositor alemán; comedia, por cierto, de la que ya se había servido Antonio Salieri. A partir de ella surgió una historia no falta de ironía, protagonizada por una condesa –símbolo del arte– cuyos afectos se encuentran divididos entre dos pretendientes, un poeta y un compositor.  Lo cierto es que Strauss puso especial empeño en la inteligibilidad del texto cantado y, a su vez, no escatimó recursos musicales, desplegando una paleta de armonías y texturas incomparables. Capriccio es, sin duda, una síntesis apabullante de todo lo que el músico había logrado hacer mejor en su carrera, algo de lo que él mismo fue consciente: orgulloso de su obra, rehusó la sugerencia de su libretista de embarcarse en un nuevo proyecto. Sencillamente, no vio cómo podría superarse.