martes, 17 de febrero de 2015

Teatro-Tragicomedia

“Buena gente”. Teatro Rialto. Toda la temporada
Nominada en los Premio Tony como mejor obra de 2011 y escrita por el Premio Pulitzer David Lindsay-Abaire, “Buena Gente es una de las representaciones más aclamadas por crítica y público de los últimos años en Broadway. Un montaje que David Serrano adapta para el público español y que tiene como protagonista a Verónica Forqué.

La actriz madrileña se pone en la piel de Margarita, una mujer de casi sesenta años que debe cuidar a su hija discapacitada de cuarenta. Sus únicos ratos de ocio son las quedadas que organiza con las amigas para ir al bingo. Algo que ahora debe suprimir porque acaba de ser despedida de su trabajo. Con su edad y la terrible situación laboral que existe no sabe cómo va a pagar las facturas. Sin embargo, un buen día se reencuentra con Raúl, su novio de la adolescencia, quien se ha convertido en un prestigioso y adinerado médico. Y es en ese momento cuando Margarita piensa que tal vez él pueda echarle una mano.

Danza-Flamenco

“¡Ay!”. Naves del Español. Hasta el 20 de febrero
“¡Ay!” es la vuelta a los escenarios de la bailaora Eva Yerbabuena. Esta artista del flamenco de 42 años regresa tras su maternidad con una propuesta minimalista y, probablemente, la más personal de su carrera.   

Bajo la dirección del guitarrista Paco Jarana y con la ayuda de importantes músicos como el violinista Vladimir Dimitrenco o Juan José Amador, Yerbabuena enlaza una serie de piezas en las que baila en solitario haciendo sentir la esencia misma del flamenco al público asistente. Un espectáculo con voz y alma propia que expresa con sus coreografías un fascinante monólogo dramático de danza.

sábado, 7 de febrero de 2015

Zarzuela

“La gran Duquesa de Gerolstein”. Teatro de la Zarzuela. Del 13, al 28 de marzo.
Estamos ante una zarzuela bufa en tres actos y cuatro cuadros, basada en la ópera cómica de Henri Meilhac y Ludovic Halévy.
Traducción de Enrique Mejías García.
Música de Kacques Ofenbach.
Estrenada en el Teatro del Circo de Madrid, el 7 de noviembre de 1868
Al programar esta opereta de Offenbach con libreto de Henri Meilhac y Ludovic Halévy, el Teatro de la Zarzuela está recuperando un género que, durante los siglos XIX y XX, se mostró con mucha frecuencia sobre sus tablas. Eso sí, convenientemente "arreglado" (traducido y adaptado al español) para procurar el disfrute del público que acudía al coliseo madrileño. En esta ocasión, la conocida pieza antimilitarista francesa sube a escena traducida al español, como entonces, con dirección musical a cargo de Cristóbal Soler y con una emblemática producción de Pier Luigi Pizzi. Esta puesta en escena, sumamente sencilla, es una muestra del estilo y colorido del regista italiano, capaz de llegar, con los recursos más simples, a la escena misma del teatro lírico francés. Esta opereta, que relata la divertida historia de una extravagante y tiránica aristócrata, resulta una interesante ocasión para corroborar cómo el género aparentemente más despreocupado del momento, también se convirtió en ocasiones en mecanismo de denuncia y crítica social.


Danza

La Bella Durmiente”. Teatros del Canal. Hasta el  8 de febrero.
Les Grands Ballets Canadiens de Montréal se estrena por primera vez en España con una versión oscura y de estética contemporánea del cuento de “La bella durmiente”, convertido en ballet por Tchaikovsky, a finales del siglo XIX.
La compañía de danza canadiense presenta una adaptación moderna y rompedora creada en 1996 por el coreógrafo y bailarín sueco Mats Ek, donde la princesa aurora es una adolescente rebelde aburrida de su perfecta vida. El destino de la joven se trastoca cuando conoce a un traficante de drogas que le ofrece una jeringuilla de heroína. El montaje llega a España avalado por su triunfo en Canadá.


Opera

“El Público”. Teatro Real, de Madrid. Del 24 de febrero, hasta el 13 de marzo.

“El Público" es la obra más difícil y misteriosa de Federico García Lorca, y uno de los grandes mitos del teatro español moderno. Lorca la escribió en Cuba, justo después de su viaje a Nueva York, en una época de intensa experimentación artística y vital. El tema de la homosexualidad se trata abiertamente en El Público. La obra pretende ser un grito de desafío contra la hipocresía burguesa y es un alegato a favor de la libertad amorosa y artística. Dos formas de entender el arte se enfrentan en la obra, el Teatro al Aire Libre, comercial y deseoso de agradar al público, y el Teatro Bajo la Arena, que pretende revelar lo oculto y poner en cuestión los valores establecidos. La obra aborda también el tema de la máscara en el teatro, que conduce al corazón de la pieza, y que define una realidad en estado de perpetuo cambio, una especie de sueño donde los personajes y las identidades cambian sus papeles sin cesar. 
Este texto (ahora, convertido en algo especial gracias a la música) nos sumerge, así, en el interior de la conciencia, y cuestiona la noción de individualidad y de voluntad propia. No somos uno, sino muchos.
En “El Público” se plantea, además, el tema del arte como un instrumento de transformación de la realidad, no en un sentido meramente político, sino total. Lorca estaba convencido, con los surrealistas, de que el arte tenía la capacidad de transformar al ser humano. Con ese mismo espíritu, el compositor Mauricio Sotelo y el libretista Andrés Ibañez, junto al escultor y escenógrafo Alexander Polzin, han acometido el desafío de transformar El Público en una ópera del siglo XXI.


Teatro-Drama

“Banqueros vs zombies. El juego de los mercados”. Teatro Galileo, de Madrid.Toda la temporada.

Carlos Hipólito, Silvia Marsó y Pepe Viyuela como principales protagonistas, esta hilarante e inteligente comedia tiene como escenario el Fondo Dinerario Internacional, una organización especialmente creada por nosotros para contarte el embolado financiero en el que nos encontramos desde 2007, ha encontrado la solución definitiva a la crisis económica que asola al mundo: la zombificación por deuda. Sí, lo has leído bien: la zombificación por deuda implica que, cuando una persona no puede devolver su préstamo, se transforma en zombi para trabajar 24 horas al día, siete días a la semana. Lo hace sin caer enfermo, sin derechos y, muy importante, sin cuestionar el sistema. ¿La ventaja? Pagar a sus acreedores lo más rápidamente posible.

El espectáculo arranca en la sesión anual del Foro Mediterráneo para la zombificación y las finanzas, en el que se dan cita las grandes empresas financieras que mueven la economía mundial. Tú y el resto del público (que actuarán como los mercados) jugarán, mediante el uso de una aplicación móvil, a comprar o vender este novedoso producto financiero…

Con una dramaturgia inspirada en los libros “Elige tu propia aventura”, tú y los espectadores influiréis en la economía mundial. Jugando a ser los mercados, ese ente abstracto y misterioso, el público es, en definitiva, el auténtico protagonista de la historia.

De este modo, ha llegado nuestra oportunidad de formar parte del lío en el que los muy ricos nos han metido.
Para articular la interactividad de Banqueros vs. Zombis, se ha desarrollado una aplicación especialmente para el espectáculo: La Voz de los Mercados, a través de la cual los espectadores podrán tomar decisiones de inversión en los diferentes tipos de productos financieros que se vayan presentando a lo largo de la historia.

"Banqueros vs. Zombies" cuenta con la colaboración de Appgree, una app que encuentra la idea que mejor representa al grupo por cada pregunta planteada y lo hace recogiendo la valoración de cada persona sobre unas pocas ideas.


jueves, 5 de febrero de 2015

Teatro-Drama

“La ola”. Teatro Valle-Inclán. Hasta el 22 de marzo
Tras una exhaustiva investigación de los hechos reales, el director Marc Montserrat Drukker y el dramaturgo Ignacio García May han creado un montaje que recrea un experimento pedagógico llevado a cabo en un instituto de California en 1967.
El objetivo del ensayo puesto en marcha por el profesor de historia Ron Jones era mostrar a sus alumnos los mecanismos que llevaron a la sociedad alemana a aceptar el nazismo. Para ello, este docente creó en su clase un grupo de tendencia totalitaria denominado “La Tercera Ola” y estableció una serie de normas estrictas con las que fue adiestrando a los estudiantes. En pocos días los jóvenes acabaron abrazando ciegamente el nuevo movimiento, hasta tal punto que Jones se vio obligado a suspender el experimento ante el temor de que se le fuera de las manos.
A través de esta historia real, el montaje, reflexiona sobre lo fácil que es manipular a las personas y formar parte de un movimiento totalitario.