“La gran Duquesa de
Gerolstein”. Teatro de la
Zarzuela. Del 13, al 28 de marzo.
Estamos ante una zarzuela
bufa en tres actos y cuatro cuadros, basada en la ópera cómica de Henri Meilhac y Ludovic Halévy.
Traducción de Enrique Mejías García.
Música de Kacques Ofenbach.
Estrenada en el Teatro del Circo de Madrid, el 7 de noviembre de 1868
Al programar esta opereta de Offenbach con libreto de Henri Meilhac y Ludovic Halévy, el Teatro de la Zarzuela está recuperando un género que, durante los siglos XIX y XX, se mostró con mucha frecuencia sobre sus tablas. Eso sí, convenientemente "arreglado" (traducido y adaptado al español) para procurar el disfrute del público que acudía al coliseo madrileño. En esta ocasión, la conocida pieza antimilitarista francesa sube a escena traducida al español, como entonces, con dirección musical a cargo de Cristóbal Soler y con una emblemática producción de Pier Luigi Pizzi. Esta puesta en escena, sumamente sencilla, es una muestra del estilo y colorido del regista italiano, capaz de llegar, con los recursos más simples, a la escena misma del teatro lírico francés. Esta opereta, que relata la divertida historia de una extravagante y tiránica aristócrata, resulta una interesante ocasión para corroborar cómo el género aparentemente más despreocupado del momento, también se convirtió en ocasiones en mecanismo de denuncia y crítica social.
Traducción de Enrique Mejías García.
Música de Kacques Ofenbach.
Estrenada en el Teatro del Circo de Madrid, el 7 de noviembre de 1868
Al programar esta opereta de Offenbach con libreto de Henri Meilhac y Ludovic Halévy, el Teatro de la Zarzuela está recuperando un género que, durante los siglos XIX y XX, se mostró con mucha frecuencia sobre sus tablas. Eso sí, convenientemente "arreglado" (traducido y adaptado al español) para procurar el disfrute del público que acudía al coliseo madrileño. En esta ocasión, la conocida pieza antimilitarista francesa sube a escena traducida al español, como entonces, con dirección musical a cargo de Cristóbal Soler y con una emblemática producción de Pier Luigi Pizzi. Esta puesta en escena, sumamente sencilla, es una muestra del estilo y colorido del regista italiano, capaz de llegar, con los recursos más simples, a la escena misma del teatro lírico francés. Esta opereta, que relata la divertida historia de una extravagante y tiránica aristócrata, resulta una interesante ocasión para corroborar cómo el género aparentemente más despreocupado del momento, también se convirtió en ocasiones en mecanismo de denuncia y crítica social.