“La función por
hacer”. Teatro Abadía. Hasta el 8 de junio.
Este
espectáculo galardonado con siete Premios Max, con el mismo equipo que después
hizo “Veraneantes”,
significó el salto de Miguel del Arco como director y "recreador" de grandes textos del
repertorio. Traslada los "seis personajes en busca de autor", que en
la obra de Pirandello irrumpen en un ensayo a principios del siglo XX, a la
representación de un montaje actual, convirtiéndolos en "terroristas culturales". Con vehemencia
reclaman su derecho a contar su historia real, que según ellos tiene más
interés que la ficción de los escenarios.
Teatro
sin escenografía, a apenas un palmo de distancia del público, de forma que la
verdad de los personajes se confunde con la interpretación de los actores.
Tras
una extensa gira, regresa a Madrid, a modo de despedida; por fin la función
estará "hecha".
Nos
enfrentamos a un texto cuyo argumento versa del teatro dentro del teatro, un
tema tan recurrido a lo largo de la historia de las artes escénicas. En este
caso, no cae en el tópico porque tiene una profundidad increíble, a la hora de
explicar si los personajes tienen o no vida propia, si el teatro es realidad o
pura ficción, etc.
La
dirección es sencillamente maravillosa, lo mismo que la interpretación (bravo
por todos los actores), pero, el autor podría haber recortado el texto, haberlo
condensado para no hacerlo tan espeso, que es lo que, al final, resulta:cuando
el público comienza a moverse en la butaca, mala señal…Es el único “pero” que
le ponemos a este montaje imprescindible para los amantes del teatro y de
Pirandello, pues, de algún modo, del Arco se ha basado en la obra del italiano “Seis personajes en busca de autor”.