“Macabaret”.
Teatro Alfil. Hasta el 8 de septiembre.
Este diferente montaje con música de Robert Hartmann” (“Vanishing
Point”) y letras de Scott Keys, estrenado en el Off-Broadway en 1994, es de
pequeño formato pero de grandes aspiraciones.
“Macabaret” es un canto a la muerte, que cuenta las vivencias de
cinco personajes de un cabaret que han quedado atrapados en el limbo, tras
fallecer, y que continúan realizando su show
convencidos de que siguen vivos.
El musical se ha representado en diversas ciudades estadounidenses, desde su estreno original, en The Duplex en el Off-Broadway.
El musical se ha representado en diversas ciudades estadounidenses, desde su estreno original, en The Duplex en el Off-Broadway.
Este montaje
español supone la primera producción del musical, fuera de Estados Unidos. De
ahí reside su primer mérito.
La versión española cuenta con dirección y puesta en escena de José Masegosa (“Peter Pan”) y coreografías de Sonia Dorado (“Mamma mía!”, “Zorro The Musical”). Respecto a la adaptación al castellano, ésta ha corrido a cargo de Isabel Fonseca y José Masegosa.
La versión española cuenta con dirección y puesta en escena de José Masegosa (“Peter Pan”) y coreografías de Sonia Dorado (“Mamma mía!”, “Zorro The Musical”). Respecto a la adaptación al castellano, ésta ha corrido a cargo de Isabel Fonseca y José Masegosa.
El segundo mérito de esta producción es hacer de la
muerte su tema central y periférico (por decirlo de algún modo). Es decir, que
la muerte lo llena todo, tanto el fondo, como la forma del show. Pero no es una muerte triste y metafísica, sino divertida, a
la que se le quita el hierro, llena de divertidos y surrealistas dráculas,
hombres lobos, niñas poseídas. Y lo mejor es que el final es un canto al amor
de los vivos. Este es el mensaje, que, quizás, llega un poco tarde, como de
sopetón, y que estábamos esperando a lo largo de todo el montaje.
La estupenda música es otro mérito, muy al estilo del más
puro cabaret americano, con reminiscencias de la película y posterior musical “Cabaret”.
Como contrapartida, señalar que los actores no cantan
bien, aunque ponen todo su empeño. Las actrices lo hacen mucho mejor y un
musical donde no se canta bien, falla en una parte importante aunque, como es
éste el caso, se baile notablemente.
En cuanto a los propios sketches, son graciosos pero con ellos no “te partes de risa”. Por
ello, el guión peca de naif y de caer
en muchos lugares comunes, como los carteles que, de vez en cuando, sacan los
actores con mensajes pretendidamente contra el propio espectáculo para hacer la
gracia de turno…
En definitiva, un musical de pequeño formato, gran música
y mediano resultado. Pero, en cualquier caso, refrescante para este MORTAL
verano…