“El crimen de Lord Arthur Savile”. Teatro Fernán Gómez, de Madrid. Hasta el 15 de abril.
Nos encontramos frente a una versión libre de la obra del mismo título de Oscar Wilde de la Compañía Egos Teatre. Es una producción del Teatre Nacional de Cataluña y Egos Teatre
El argumento trata de la pesadilla de Lord Arthur empieza, cuando, poco antes de casarse, decide ir al teatro a ver el espectáculo del Gran Séptimo, un ilusionista y quiromántico que le augura un terrible destino: ¡asesinará a un familiar! Para evitar que su futura esposa entre en el grupo de posibles candidatos, Lord Arthur decide anticiparse a su destino y quitarse el muerto de encima antes de la boda. Lo que Arthur no sospecha es lo difícil que puede llegar a ser cometer un crimen cuando uno no es un asesino vocacional.
Hay que decir que éste es un musical de pequeño formato, pero, no por eso, desmerece el género. Todo lo contrario…La producción es de una calidad sobresaliente. La dirección e interpretación de actores, ídem. La orquesta suena estupendamente y la historia es divertida e inteligente. La compañía, del estilo de la inigualable La Cubana (lo cual ya le otorga una notable fiabilidad por adelantado). El único pero es que la música, desde mi punto de vista, no es demasiado apropiada para un musical. Es decir, no es la típica partitura que podríamos esperar en un espectáculo de este tipo. Esto no significa que sea mala o deficiente (todo lo contrario), sino que es otro tipo de música más de autor y, por lo tanto, menos comercial que los musicales al uso nos tienen acostumbrados.
El argumento trata de la pesadilla de Lord Arthur empieza, cuando, poco antes de casarse, decide ir al teatro a ver el espectáculo del Gran Séptimo, un ilusionista y quiromántico que le augura un terrible destino: ¡asesinará a un familiar! Para evitar que su futura esposa entre en el grupo de posibles candidatos, Lord Arthur decide anticiparse a su destino y quitarse el muerto de encima antes de la boda. Lo que Arthur no sospecha es lo difícil que puede llegar a ser cometer un crimen cuando uno no es un asesino vocacional.
Hay que decir que éste es un musical de pequeño formato, pero, no por eso, desmerece el género. Todo lo contrario…La producción es de una calidad sobresaliente. La dirección e interpretación de actores, ídem. La orquesta suena estupendamente y la historia es divertida e inteligente. La compañía, del estilo de la inigualable La Cubana (lo cual ya le otorga una notable fiabilidad por adelantado). El único pero es que la música, desde mi punto de vista, no es demasiado apropiada para un musical. Es decir, no es la típica partitura que podríamos esperar en un espectáculo de este tipo. Esto no significa que sea mala o deficiente (todo lo contrario), sino que es otro tipo de música más de autor y, por lo tanto, menos comercial que los musicales al uso nos tienen acostumbrados.
Con todo, y aprovechando esas numerosas escenas cabareteras de “El crimen…” –tan necesarias en el teatro madrileño, donde prácticamente este género desgraciadamente ya ha desaparecido, podemos decir que es un musical tan original, como divertido y que –ya es decir mucho- nos hace salir con buen cuerpo y una sonrisa que nos dura un buen rato. Como, por otro lado, no podía ser de otra manera tratándose de Wilde...