“Luces de Bohemia”. Teatro María Guerrero. Hasta el 25 de marzo.
Siempre es un momento excelente para revisitar nuestros clásicos y sus mejores producciones, como “Luces de Bohemia”, del inigualable Valle-Inclán. En esta ocasión, el actor Lluís Homar vuelve a la dirección de escena, después de 12 años de ausencia, con un montaje con dramaturgia y composición musical de Xavier Albertí.
Para el director de escena en la obra está "el sainete popular yuxtapuesto con lo trágico". "Es la tragicomedia, lo más complejo y difícil de hacer", asegura. Y para conseguirlo ha tenido que contar con un equipo "mancomunado", un "casting de entusiasmo" que encabezan los actores Gonzalo de Castro (Max Estrella) y Enric Benavent (Don Latino de Hispalis), hasta un total de 19 artistas, entre quienes también figuran José Ángel Egido (Zaratustra) o Miguel Rellán (Don Filiberto).
Albertí ha advertido que, en ningún caso, se ha hecho una versión de la obra de Valle Inclán. "Es el texto íntegro a excepción de una réplica de siete palabras", ha matizado, añadiendo que su misión "a la alemana" ha sido la de "estar ahí para profundizar en el desarrollo del texto".
Valle retrata una sociedad convulsa, una época donde los espejos de las grandes revoluciones europeas está muy latente, un tiempo donde se produce la modernidad. Todo está al servicio del regeneracionismo ético.
En opinión de Albertí, "el gran peligro de Luces de Bohemia es intentar dar sentido a la palabra esperpento" que considera que ha de ser "una herramienta para transformar nuestra realidad". "Valle Inclán es un cómplice en estos momentos para rearmarnos ideológicamente y ver que tenemos que salir a la calle para cambiar cosas", apunta.
A este respecto, Lluís Homar considera que para Valle Inclán "el esperpento es una salida del armario ideológica y de conectarse". El director opina que el esperpentismo es "el reflejo del alma rota de los personajes".
Por otro lado, el actor Gonzalo de Castro ha puesto de relieve el "vértigo" que sintió y sigue sintiendo de enfrentarse a este personaje. "Me tiré de cabeza porque no hay tantas ocasiones de defender estos textos y desde luego ha sido todo un descubrimiento para mí", ha declarado calificando la obra de Valle Inclán de "inabarcable" y la propuesta escénica de "original, valiente y moderna".
Por su parte, Miguel Rellán ha recordado que “Luces de Bohemia” "no deja de ser un clásico, lo que implica que siempre tendrá algo que decir". El veterano actor asegura que lo complejo es "salir y decirlo" y ha insistido en que hay "muchas interpretaciones posibles".