“La asamblea de mujeres”. Teatro Compac Gran Vía. Hasta el 11 de septiembre.
El clásico del teatro griego Aristófanes escribió “La asamblea de mujeres” para realizar una crítica mordaz del sistema machista predominante en la política y sociedad de la época. Pese a que los griegos inventaron la democracia, las mujeres eran relevadas a un segundo lugar, en lo que a la toma de las decisiones políticas se refería. De este modo, en las asambleas populares, estaba prohibido que acudieran y, por ende, que emitieran el correspondiente voto sobre decisiones que afectaban a los usos y costumbres de la vida diaria.
En esta obra, dicha situación pone a su fin, mediante una divertida treta de las féminas que, ganan la batalla contra los hombres, aunque para ello, han de hacerse pasar por tales para poder acudir a una de las asambleas y, así, poder votar para hacerse con el poder.
Llama la atención cómo, ya por entonces, autores como el que nos ocupa tuvieran unas ideas puramente feministas y, en este sentido, son totalmente rompedores y unos reales avanzados a su tiempo.
Por lo que respecta al montaje actual de la obra, ya que se trata de una comedia en la que se ridiculiza hasta el hartazgo al macho dominante, la directora (la conocida Laila Ripoll) y los actores (encabezados por Isabel Ordaz (“Aquí, no hay quien viva”), Gracia Olayo (del dúo Las Veneno) y Secun de la Rosa (“Aída”, “Siete vidas”) nos sirven en forma de gran astracanada unos diálogos y situaciones que, a su vez, son ridiculizados, con lo que resulta que nos enfrentamos a un vodevil chirriante y fuera de lugar. Se han exagerado los gags, las escenas cómicas y se llega hasta un punto de grosería (los pedos y la caca de uno de los protagonistas masculinos) que, aunque estuvieran plasmados en el texto original, de seguro que a su autor no le hubiera hecho mucha gracia verlos montados de esta guisa.
Por ello, el resultado final es muy desigual: así como la obra es buena y muy divertida, la directora no ha sabido darle el toque de comedia fina que se merece y la ha hecho caer en uno de los montajes más vulgares de las últimas temporadas en Madrid.
Una pena…