Entre la tragedia y la comedia negra

 

Un obús en el corazón (drama) y Lavar, marcar y enterrar (comedia) son dos montajes teatrales que están teniendo un éxito increíble en la cartelera madrileña. Os los desgranamos…

 

Vivencias de un Líbano en guerra

 

Hovik Keuchkerian (Beirut, Líbano​, 1972) representa en Teatros Luchana todos los viernes hasta el 29 de enero un papel dramático en este potente monólogo creado por el dramaturgo canadiense Wajdi Mouawad que describe sus vivencias a la hora de abandonar un Líbano sumido en la guerra en la obra Un obús en el corazón.

El actor de padre libanés y madre española ha sido el elegido para interpretar este desgarrador relato debido a que también tuvo que huir del país años más tarde. Keuchkerian se ha convertido en una de las mayores revelaciones cinematográficas de los últimos años e interpreta a un atracador en la conocida serie La casa de papel.

Y es que después de colgar los guantes tras una brillante carrera como boxeador saltó a la fama con su papel en Alacrán enamorado, una actuación que le valió para ganar el Premio al Mejor Actor Revelación por la Unión de Actores y ser nominado a los Premios Goya.

 

Lo podemos disfrutar en los Teatros Luchana, los viernes, hasta el 29 de enero.

 

Comedia negra

 

El Teatro Lara acoge la representación de un thriller cómico (Lavar, marcar y enterrar) que bebe de las películas de Pedro Almodóvar y Quentin Tarantino para desarrollar una historia donde nadie es quien parece ser. 

Escrita y dirigida por Juanma Pina, esta obra le ha valido a su director la candidatura al Mejor Autor Revelación en los Premios MAX 2015 y el galardón de Mejor Autoría y Dirección Novel en los Premios Mi Butaquita. Y es que este montaje ha pasado de interpretarse en la peluquería Corta Cabeza a hacerlo en uno de los más distinguidos teatros de la ciudad.

La función cuenta la rocambolesca historia de dos ladrones novatos que entran en una peluquería de barrio para llevarse de la tienda de al lado un cuantioso botín. Pero lo que no sabían es que los empleados del local tenían más trapos sucios que ellos mismos. Un cóctel a base de laca, pistolas, calaveras y tinte para el pelo repleto de risas y giros inesperados.

Los sábados, en el Teatro Lara.