“La Verità”.
Teatros del Canal. Hasta el 11 de noviembre.
Obra creada en torno al telón original Tristan Fou pintado
por Salvador Dalí en Nueva York durante los años 20, La Verità empuja
al límite las destrezas físicas de la compañía, en un despliegue de imágenes
sorprendentes, sombras que juegan a su antojo, equilibrios imposibles; plumas y
lentejuelas…
El lenguaje de la acrobacia, del
teatro físico, puede fácilmente conquistar el territorio donde no es ni día ni
noche, donde la luz no toca la realidad pero la dibuja, la inventa, la
reinventa. Excita nuestro inconsciente haciéndonos ver paisajes interiores que
parecen más verdaderos que lo real. ¿Las pinturas de Dalí reflejan exteriores
de día o de noche? La respuesta: ni uno ni otro. Las imágenes de Dalí
pertenecen a otra dimensión, la de los sueños.
Durante tres años, el telón original pintado por Salvador
Dalí Tristan Fou era
parte del espectáculo. Hoy en día, una réplica del telón está presente en el
espectáculo. ©Salvador
Dalí, Fundación Gala-Salvador Dalí.
El espectáculo
–original en su concepción- es desigual: la primera parte es floja; la segunda,
gana cuerpo e interés. En su totalidad, no está mal, pero nos esperábamos algo
mejor, viniendo de donde viene…
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