viernes, 20 de mayo de 2016

Opera

Moisés y Aaron”. Teatro Real. Del 24 de mayo, al 12 de junio.

Arnold Schönberg plantea en esta obra inacabada una cuestión metafísica: cómo podemos amar aquello que no podemos imaginar. Moisés ha escuchado la palabra de un nuevo Dios que le ha pedido que libre a los israelitas de la cautividad egipcia. Moisés cree que este Dios está más allá de la capacidad de comprensión humana: hay que obedecer su voluntad simplemente porque es la Verdad. En cambio, su hermano Aarón adopta una perspectiva más práctica: los supersticiosos israelitas necesitan manifestaciones del favor divino antes de decidirse a seguir el camino. Se trata de una escenificación del brutal e insuperable contraste entre la utopía y la realidad, entre lo inefable del ideal y su sujeción a la palabra. Aarón representa la belleza, y Moisés la verdad. La trama de la ópera gira alrededor del total antagonismo entre la religión del pueblo (que siempre posee una vertiente más o menos de idolatría) y la Verdad desnuda y pura (que  con frecuencia puede dar lugar a una peligrosa idolatración del concepto). En gran parte, Moisés y Aarón fue una respuesta provocativa a los movimientos antisemitas centroeuropeos y una expresión personal de su propia crisis de “identidad judía”. Schönberg, convertido al protestantismo en 1898, inducido por el clima antisemita y su profunda indignación ante los acontecimientos, abrazó oficialmente el judaísmo en 1933, el mismo año en el que Hitler tomó el poder. Moisés y Aarón se presentó en el Real en versión de concierto en septiembre de 2012, pero nunca se ha puesto en escena en Madrid, pese a ser una de las obras cruciales de la historia de la ópera. Radical en su lenguaje musical, la obra encontrará sin duda en la puesta en escena de Romeo Castellucci, uno de los directores de escena más vanguardistas del panorama europeo, la plasmación plástica idónea de este profundo debate.

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