“Querido imbécil”. Teatro Alfil. Toda la temporada.
Esta comedia es tanto una
vindicación en clave de comedia burra del hombre pusilánime como una defensa
visceral de la mujer guerrera e indomable.
Cuenta la historia de Romeo (Álvaro Lafora, del grupo IMPROCLAN
y visto en “Amor tóxico”), un pobre
diablo, una criatura insignificante y de patética existencia, aspirante a
humorista de culto y exágeta de la Biblia, atado de por vida a la mujer
equivocada. Desi (Belén Riquelme, vista en “La lava en los labios” y “Los
desórdenes sentimentales”), ejecutiva agresiva y hembra de carácter, no
desaprovecha ni un momento para humillarle física y psicológicamente,
inventando para él los más crueles jueguecitos y los castigos más ingeniosos.
Llega un momento en que Romeo no puede más con su situación de hombre
maltratado, hazmerreír de propios y extraños, y recurre a un servicio para
víctimas de violencia de género. Es el momento en el que se encontrará apoyo,
cariño y comprensión en la voz grabada del servicio telefónico (que tal vez
sólo exista, por supuesto, en su cabeza, pero que para los oídos de los
espectadores está interpretada por Mariu Bárcena), iniciándose así un curioso y
absurdo triángulo que tendrá las consecuencias más inesperadas e impensables.
La comedia, tierna y trágica al mismo tiempo, de principio a fin, es una broma
infinita y salvaje sobre un tema muy serio (los únicos sobre los que merece la
pena hacer bromas), o un análisis muy serio y reflexivo sobre todo lo
contrario.
“Querido imbécil” es una comedia negra con la
que a veces resulta incómodo identificarse. Como en todo el cine de su
director, aquí las mujeres vuelven a ser personajes de armas tomar, de rasgos
duros y reacciones a veces apabullantes, mientras que los hombres también continúan
siendo unos pobres peleles en sus manos, incapaces de corresponder a una idea
incendiaria y apasionada del amor romántico, pero dispuestos a aguantar
cualquier cosa con tal de escapar de su soledad.
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