miércoles, 12 de septiembre de 2012

Musical



Queen Symphonic Rhapsody”. Teatro Nuevo Apolo. Hasta el 16 de septiembre.

Este es espectáculo único con 40 artistas en el escenario que combina las mejores canciones de la célebre banda inglesa con lo mejor del género clásico. Este será el primer espectáculo con el que el Teatro Nuevo Apolo de Madrid inaugurara su nuevo cambio en la dirección y programación del mismo.
Estamos frente al encuentro entre el género musical clásico y el rock de muchas generaciones. La combinación de las melodías del mejor rock de Queen con la música clásica transporta al público a una dimensión donde no distingue la fantasía de la realidad. El repertorio cuenta con 30 temas entre los que se encuentran los míticos “Bohemian Rhapsody”, “The show must go on” o “We will rock you”, que suenan durante las más de dos horas de duración del espectáculo.
La One World Symphonic Orchestra ha sido creada para la ocasión y reúne a un grupo de músicos de dilata experiencia y La Rock Band también formada expresamente para esta gira, cuenta con cuatro músicos de reconocido prestigio dentro del panorama musical nacional e internacional.
Al baterista Trevor Murrell le avala su experiencia tocando entre otros con George Michael, Sade, Joe Cocker y Simple Minds. El saxo Norbert Fimpel ha tocado también con Joe Cocker y Roger Hodgson entre otros. El bajo Pete Shaw, con Chris Rea, Mary Black o Rick Wakeman. A la guitarra, Christian Vidal de Therion, y Pedro Roncero al piano y teclados

Teatro



“Babel”. Teatro Marquina. A partir del 20 de septiembre.

La directora Tamzin Townsend, autora de éxitos escénicos recientes como “Verano”, “Fuga” y “Un dios salvaje”, llega al Teatro Marquina de Madrid con esta obra protagonizada por un elenco de lujo conformado por Aitana Sánchez Gijón, Pedro Casablanc, Pilar Castro y Jorge Bosch. El autor es Andre Bovell.
Estamos frente a una historia de engaños, de enredos amorosos y en la que dos parejas muestran la peor cara de dos personas que comparten la vida. Infedelidad que pretende permanecer oculta sin adivinar que se produce en ambas direcciones. Mentiras, artimañanas con las que ocultar lo que cada uno esconde a la otra persona.
Un texto sumamente interesante, intrigante y emocionante (para que rimen las tres palabras).

Teatro



“¿Quién teme a Virginia Wolf?”. Teatro de La Latina. Hasta el 12 de octubre.

El dramaturgo estadounidense del siglo pasado Edward Albee escribió este profundo drama sobre los estragos del desamor y de una vida sin sentido, con el alcohol como vía de escape.
Carmen Machi, que da vida al personaje femenino protagonista, reconoce que este montaje tenía "muchos mimbres para decir que sí". La dirección a cargo de Daniel Veronesse, con quien no había trabajado antes, fue "uno de los reclamos" principales para ella y también la presencia de su compañero Pere Arquillué, que le da la réplica.
Esta obra es un clásico contemporáneo muy atractivo y la dirección de Veronesse es perfecta porque él es un experto en tomar este tipo de funciones a las que estruja, exprime y saca la esencia, según la actriz. "Consigue que parezca la vida misma y que te olvides de que es teatro lo que estás haciendo. Te deja mucha libertad y por eso tienes que atarte más. Es muy inteligente y generoso. Esto le define como director", apunta la actriz a Europa Press.
Martha, la protagonista, es una mujer con mucho carácter. Tiene unos 53 años y está llena de insatisfacciones. Todo lo que necesitaba era ser la mejor en todas las facetas, pero no lo consigue y eso unido al hecho mismo de ser mujer la hace un ser lleno de mierda, autodestructiva. Ella tiene necesidad de compartir estos juegos peligrosos con su marido, algo que se les acaba yendo de las manos para sentirse vivos porque, en el fondo, ya no les queda nada.
 El alcohol es otro elemento que preside la obra y que tiene una influencia que potencia el estado de ánimo de los protagonistas. Pero todo está lleno de dolor y el juego peligroso al que se lanzan acaba quemándoles.
El retrato de la sociedad americana que Albee retrató hace cincuenta años se ajusta a la realidad actual aunque puede trasladarse a cualquier sociedad porque los seres humanos se quieren, se dejan de querer y se destrozan.
Muy alto tienen el listón Cramen Machi y Pere Arquillué, después de haber visto en el cine a Liz Taylor y Richard Burton y en el teatro de nuestro país, a Nuria Espert y Adolfo Marsillach, hace años, en el Teatro Español, en el caso de este último, en su último papel antes de fallecer. Pero de seguro que podrán superarlo porque son dos actores sobresalientes.

Crítica de Opera



“Viva Verdi”. Teatro Fernán Gómez. Hasta el 16 de septiembre.

Sobre un escenario minimalista, con tan sólo un panel negro a modo de muro callejero en el que aparecen pintadas con los nombres de las óperas de Verdi y otros mensajes relativos a los argumentos de sus óperas, aparecen cinco cantantes y una maestra de ceremonias. Van vestidos también de forma minimalista y, durante dos horas, nos regalan las mejores escenas y arias de estas óperas.
La idea es buena y la mayoría de los cantantes, también, lo mismo que las partes elegidas de las óperas del mejor compositor operístico de todos los tiempos. Falla, no obstante, un argumento hilo conductor que le dé al conjunto unidad. En este sentido, la maestra de ceremonias hace lo que puede, que no es poco.
Respecto a la selección musical, estupenda la relativa a “Nabucco”, “Macbeth”, “Rigoletto” (bravo por el barítono Antonio Torres en esta escena y en otras que protagoniza), o “La Traviata”. De las otras óperas que el Director de escena ha elegido se podrían haber escogido mejores momentos.
En general, el espectáculo merece la pena, sobre todo, para aquéllos profanos en el mundo de la ópera o para aquéllos que ya se han acercado un tanto a él y quieren disfrutar de algunos de sus mejores momentos.
Pero los muy entendidos no lo disfrutarán tanto porque sacarán unos cuantos peros a los cantantes, que, como decimos, no están nada mal, en general.
Y ya, para finalizar, también se lo recomendamos a los amantes incondicionales de Verdi, por su puesto…

lunes, 3 de septiembre de 2012

Teatro



“Cinco horas con Mario”. Teatro Arlequín. Hasta el 7 de octubre.

Protagonizada por Natalia Millán, el conocidísimo y premiado monólogo de Miguel Delibes “Cinco horas con Mario” regresa a Madrid, durante cinco únicas semanas, desde el próximo 12 de septiembre
 Van a cumplirse dos años del estreno en el Teatro Calderón de Valladolid de esta nueva producción del famoso monólogo. Aparte de los cambios introducidos sobre las anteriores puestas en escena, la novedad fundamental de este montaje es la interpretación de Natalia Millán.
Natalia Millán ha recreado el papel de Carmen Sotillo con nuevos y personales matices, que le han llevado a obtener, durante dos años y por toda España, un éxito extraordinario.
El Teatro Arlequín, que ha seguido de cerca este fenómeno, propuso a la productora, Sabre Producciones, que Natalia Millán y Cinco horas con Mario interrumpieran la gira que estaban haciendo y que, aunque ya hubieran estado en Madrid, abrieran la temporada de septiembre de 2012.
La obra, un clásico contemporáneo, además de sus múltiples giras por España, es la séptima vez que visita un teatro en Madrid: Marquina, Lara (dos temporadas distintas), Príncipe Gran Vía, Real Cinema, Reina Victoria y, ahora, Teatro Arlequín.

Lleva 33 años representándose, desde su primer estreno el 26 de noviembre de 1979, siempre con el mismo productor, José Sámano, y la misma directora, Josefina Molina (Goya de Honor en la última edición de estos galardones).

Estamos en marzo de 1966. Carmen Sotillo, a los 44 años, acaba de perder a su marido Mario de forma inesperada. Una vez que las visitas y la familia se han retirado, ella sola vela durante la última noche el cadáver de su marido e inicia con él un monologo–diálogo en el que descubrimos sus personalidades y la incomunicación de su matrimonio.