martes, 22 de noviembre de 2016

Teatro-Drama

De profesión, maternal”. Teatro del Arte. Sábados.
Dentro de la programación del festival Surge Madrid 2016, Marta Álvarez del Castillo presenta “De profesión maternal”, un emotivo drama que inspecciona el instinto maternal y el abandono infantil.
34 años después, una mujer se reencuentra con su madre biológica. Un acontecimiento que trae consigo una cascada de preguntas y sentimientos que examinan los motivos por los que Matilde dio a su primogénita en adopción y no quiso saber nada de ella. Eugenia, un tercer personaje, hace de mediador entre ambas partes, dentro de un diálogo que reflexiona sobre las más profundas emociones que conectan a una madre y su hija.


domingo, 13 de noviembre de 2016

Teatro-Clásico

“Tartufo”. Teatro Fernán Gómez. Del 17 de noviembre, hasta el 11 de diciembre.
“Tartufo, el impostores una versión moderna del clásico literario de Molière, una comedia en cinco actos que examina la ambición, la falsa devoción y la hipocresía humana. 
La compañía Venezia Teatro traslada la acción a la realidad contemporánea posicionando a Tartufo en la casa de los Pernelle de la mano del señor Orgón, a quien ha engañado haciéndole creer que es un mendigo necesitado de asilo. Con una inteligencia superior a la media, Tartufo es un ladino manipulador que sabe ver las debilidades y virtudes de los demás.
Con la intención de hacerse con las riquezas de Orgón, Tartufo se convierte en un líder para él. Mientras, trata de casarse con su hija y seducir a la segunda esposa de su benefactor, mucho más joven que él. 
A través de esta historia se reflexiona sobre los desequilibrios económicos actuales y la crisis de valores que ha desencadenado, mostrando a Tartufo como un símbolo del capitalismo salvaje y su capacidad para embaucar a incautos inocentes.


Teatro-Comedia

“Las Princesas del Pacífico”. Teatro Galileo. Hasta finales de diciembre.
Las Princesas del Pacífico” es una comedia con un trasfondo de drama social que conecta con parte de la realidad que nos está tocando vivir. El espectador reirá a carcajada limpia… pero esa carcajada se convertirá en mueca al descubrir lo que realmente la ha provocado. Sin embargo otras veces se encontrará sin saber qué hacer, en una delgada línea entre llorar de risa o reir de llanto.
Creado por José Troncoso, Alicia Rodríguez y Sara Romero. Dirigida por  José Troncoso. Gracias a las buenas críticas   obtenidas en en el Teatro Guindalera y en los Luchana,”Las Princesas del Pacífico regresan.

Las Princesas del Pacífico es un espectáculo de bufón contemporáneo. Nos empuja al interior de un laberinto de espejos en el que, al vernos deformados, somos capaces de reírnos de nosotros mismos.
Tía y sobrina llevan tanto tiempo juntas que han acabado por convertirse en un mostruo de dos cabezas. Feas, grotescas, diferentes… Apartadas de la sociedad, viven recluidas en un búnker de crochet para protegerse de nuestras miradas. Pero también desde allí nos miran y se ríen de nuestras desgracias para sentirse acompañadas.
La fortuna en forma de premio, un fantástico crucero con el que nunca habrían soñado, las pone de una patada en el mundo exterior, cerca de nosotros, para que podamos vernos reflejados en ellas.
Una obra que combina el trabajo de bufón contemporáneo con el melodrama. Un mundo grotesco, pero tremendamente humano y bello.


Musical

Goodbye, España. El musical”. Teatro Fígaro-Adolfo Marsillach. Los martes.
“Goodbye España, el musical” es una obra dirigida por Diego Acebes que recorre la historia reciente de España acompañada de una apasionante historia de amor en tiempos de guerra que está basada en testimonios reales.
Sam, un joven inglés, decide alistarse en las Brigadas Internacionales del bando republicano durante la Guerra Civil. Ante la falta de noticias por parte de su hijo, su madre, Rebecca, viaja a España a buscarlo enrolándose como enfermera voluntaria.
En un país devastado por el odio y los combates, Sam encuentra tiempo para el amor tras conocer a Pilar, una muchacha que la guerra ha dejado huérfana. Por su parte, Rebecca entabla una sólida amistad, y tal vez algo más, con Ernesto, un soldado herido en el frente.
Una función que homenajea a los caídos en aquella guerra en su 80 aniversario relatando la situación vivida durante ese periodo desde la música y las relaciones sociales.


Zarzuela

Iphigenia en Tracia”. Teatro de la Zarzuela. Días 15, 19, 23, 25 y 27 de noviembre.
“Iphigenia en Tracia” es una zarzuela barroca interpretada tan solo por mujeres e inspirada en la mítica leyenda griega de los Átridas, los descendientes del rey de Micenas, Atreo, maldecidos por los dioses. Estrenada en el Teatro de la Cruz de Madrid en enero de 1747, esta nueva producción del Teatro de la Zarzuela contará con música de José de Nebra y libreto de Nicolás González Martínez.
Orestes huye perseguido por las Erinias, personificaciones griegas de la venganza, por haber matado a su madre Clitemnestra y a su amante Egisto. En compañía de su íntimo amigo Pilodoro se dirige a Táuride por orden de Apolo. Pero una vez allí, Orestes y Pilodoro son encarcelados por los tauros, quienes se disponen a sacrificarlos.
Ifigenia, hermana sin saberlo de Orestes, es la sacerdotisa mayor de la ciudad siendo además la encargada de ejecutar el trágico destino de los forasteros.
El Teatro de la Zarzuela y el Museo Thyssen-Bornemizsa organizarán de manera conjunta la exposición Amat/Escena en torno a la obra escenográfica de Frederic Amat. Una exposición que el público tendrá a su disposición el mes de noviembre localizada en el Museo Thyssen-Bornemizsa.


Teatro-Drama

“El cartógrafo”. Naves del Español. Hasta fin de diciembre.
El dramaturgo español Juan Mayorga dirige uno de sus mejores textos, “El
cartógrafo” Una obra que curiosamente Mayorga escribió pensando en la fantástica actriz Blanca Portillo,  que junto a José Luis García-Pérez,  forman el reparto de la obra.
Esta es la tercera obra que dirija el propio autor después de “La lengua en pedazos” y “Reikiavik”. Una obra compleja con saltos espacio temporales (Gueto de Varsovia, la Polonia comunista y la actualidad) que despliega, como los mapas, diferentes temas a medida que avanza la obra. Con la memoria como eje central, son tantos los temas (filosóficos, éticos, históricos, humanos…) que se plantean que la obra al final adquiere una dimensión universal.
En la recientemente ofrecida conferencia “Teatro y cartografía”, en la Fundación Juan March, Juan Mayorga habla de la relación entre el teatro y los mapas, el origen de ‘El Cartógrafo’ y cuenta que llamó Blanca al personaje pensando en Blanca Portillo.


Teatro-Clásico

La función por hacer”. Teatro Pavón. Hasta el 22 de noviembre.
La función por hacer” es un espectáculo que significó el gran salto de Miguel del Arco como director y recreador de grandes textos del repertorio. En la obra, libremente inspirada en “Seis personajes en busca de autor”, los protagonistas de la obra de Pirandello irrumpen en la representación de un montaje actual y reclaman con vehemencia su derecho a contar su historia real, para ellos, mucho más interesante que la ficción de nuestros escenarios.
Teatro sin escenografía, a apenas un palmo de distancia del público, de forma que la verdad de los personajes se confunde con la interpretación de los actores. Comienza una función más en un teatro cualquiera. Dos actores se afanan sobre el escenario por contar la historia que les ha sido encomendada. La obra en cuestión no aporta nada nuevo, pero es ágil, incluso graciosa por momentos. Un espectáculo más para entretenerse y después salir del teatro y picar algo en el bar de la esquina sin que el sistema nervioso sufra ninguna alteración.
Pero algo extraño sucede durante la representación. Cuatro personas aparecen entre el público y se quedan inmóviles observando a los actores, que pierden la concentración necesaria para seguir interpretando. El público también se revuelve: no soporta muy bien las fracturas de la comodísima cuarta pared. El teatro no debería ser un sitio incómodo, ¿no? Uno acude al teatro para evadirse, ¿no es así?
Estos nuevos personajes que permanecen inmóviles junto a los espectadores que han pagado religiosamente su entrada interpelan directamente a los actores y al público. Intentan captar su atención para contarles, e incluso revivir ante sus ojos, el drama que les ha movido a irrumpir en la sala. Los intérpretes se miran sorprendidos y hacen al público partícipe de su sorpresa: esto que está sucediendo, ¿es parte de la función, es un invento o se trata de una conspiración para reventar el espectáculo? ¿Están estos personajes compinchados con los actores o son simples agitadores? ¿Es esta la función? ¿Desde cuándo se le exige al público que se exprese durante una representación de teatro? ¿Es esto un acto de terrorismo cultural?
Los personajes aprovechan la confusión para exponer con vehemencia sus razones. Deberían callarse para que los dos actores pudieran proseguir con la función y que en el teatro todo siguiera “como es debido”, pero su historia resulta tan real que no es fácil despegarse de ella. Tan real y tan íntimamente reconocible que resulta obscena. ¿Qué haría el público si se le diera la oportunidad de elegir entre seguir viendo la entretenida e inofensiva función que estaban viendo protegidos por la oscuridad, o escuchar lo que estos nuevos personajes tienen que contar a pesar de que puedan sentirse concernidos?