viernes, 30 de septiembre de 2016
miércoles, 28 de septiembre de 2016
Teatro-Drama
“Una mujer en la ventana”.
Teatro Español. Del 22 de septiembre, al 23 de octubre.
La compañía Uroc Teatro representa Una mujer en la ventana, de Franz Xaver Kroëtz. Un monólogo interpretado por la
actriz Petra Martínez que describe la soledad y la crueldad social
contemporánea. Trata de la soledad, de cómo una mujer que ha ido coleccionando
recuerdos y afectos durante toda su vida tiene que abandonarlos de un día para
otro.
En
1970, una octogenaria vive las últimas horas en su casa, ya que tanto el
Ayuntamiento como su hijo han decidido trasladarla a una residencia de
ancianos. Mientras ordena sus pertenecías, habla con el público y su periquito
recordando el pasado e imaginando cómo se presenta su futuro. Una producción de
formato corto con un argumento desgarrador pero que en ningún momento pierde el
pulso por mantener la esperanza y afrontar los momentos difíciles con un
coraje.
Musical
“Una corona para Claudia”. Teatro Alfil. Viernes.
“Una
corona para Claudia” es un musical escrito y dirigido
por Iker Azkoitia que cuenta con 17 canciones creadas por Ricky Fan que se
interpretan en directo. Con ellas se ofrece una reflexión sobre la honestidad y
la lucha por la consecución de los sueños.
Tres amigos seriéfilos y más
pendientes de las redes sociales que de sus propias vidas conocen a un
trotamundos y a una florista fan de Juego de Tronos en una acampada. Dos noches de apagón
les brinda la oportunidad de recapacitar sobre el destino y las consecuencias
de sus actos. Algo que les lleva a replantarse sus metas y tomar la conciencia
de alcanzar la madurez y pelear por aquello que desean.
Esta obra que ha sido galardonada con los premios al Mejor Montaje, Libreto y Actriz en el último certamen de Arte4.
Esta obra que ha sido galardonada con los premios al Mejor Montaje, Libreto y Actriz en el último certamen de Arte4.
Teatro-Comedia
“Taxi”. Teatro La Latina. Toda la temporada.
“Taxi” es la comedia más exitosa del dramaturgo inglés
Ray Cooney, una obra que se representó ininterrumpidamente durante doce años en
el West End de Londres y que ahora Josema Yuste traslada a las tablas
españolas.
Esta producción viene adapta y
protagonizada por el popular actor madrileño en compañía del exintegrante del
dúo cómico Cruz y Raya, Juan Muñoz, y el humorista Sergio Fernández “El Monaguillo”.
Su historia narra la doble vida que lleva un taxista. Y es que el protagonista está casado con dos mujeres con las que vive en dos barrios diferentes de la ciudad. Esto le obliga a mantener una ajustada y muy bien planificada tabla de horarios para que ninguna de sus dos esposas sospeche nada.
Sin embargo, todo se va al traste el día que tiene un accidente y es ingresado en el hospital. Es entonces cuando el informe llega por partida doble a la comisaria de cada distrito. Ahora, la policía comienza investigarle, mientras que él trata de ocultar por todos los medios posibles su poligamia.
Su historia narra la doble vida que lleva un taxista. Y es que el protagonista está casado con dos mujeres con las que vive en dos barrios diferentes de la ciudad. Esto le obliga a mantener una ajustada y muy bien planificada tabla de horarios para que ninguna de sus dos esposas sospeche nada.
Sin embargo, todo se va al traste el día que tiene un accidente y es ingresado en el hospital. Es entonces cuando el informe llega por partida doble a la comisaria de cada distrito. Ahora, la policía comienza investigarle, mientras que él trata de ocultar por todos los medios posibles su poligamia.
Circo
“Slava’s Snowshow”. Teatros del Canal.
Hasta el 9 de octubre.
Slava’s Snowshow es un impresionante espectáculo de teatro-circo interpretado por el
prestigioso clown del Cirque du Soleil, Slava Polunin. Un show de
extraordinaria belleza que ha sido disfrutado por cuatro millones de
espectadores durante los 20 años que lleva representándose.
Esta obra desarrolla conmovedoras y
sorprendentes historias partiendo de elementos tan simples como una gabardina,
una cama, una escoba o unas maletas.
Con una escenografía minimalista, la función despierta la imaginación de los asistentes sin que importe la edad, trasladándoles a un universo mágico de humor y emotividad.
Slava Polunin (Novosil, Rusia, 1950) es un actor ruso creador de grandes espectáculos, como “Diabolo oAsisyai-revue”. Gracias a ello, está considerado como uno de los mejores payasos en activo de todo el mundo.
Con una escenografía minimalista, la función despierta la imaginación de los asistentes sin que importe la edad, trasladándoles a un universo mágico de humor y emotividad.
Slava Polunin (Novosil, Rusia, 1950) es un actor ruso creador de grandes espectáculos, como “Diabolo oAsisyai-revue”. Gracias a ello, está considerado como uno de los mejores payasos en activo de todo el mundo.
Cabaret
“Pasión por el cabaret”. Teatro Fernán Gómez. Del 4 de
octubre, al 18 de diciembre.
“Pasión por el cabaret” es un espectáculo que expone tres show que juegan con el cabaret y el
teatro musical: “La reina del swing”, de Pía Tedesco, “La clandestina”, de Cristina Bernal y “Casi
en blanco y negro”, de Alessia Desogus.
Cada
función cuenta con una representación de cinco días en el íntimo y acogedor
ambiente que genera la sala Jardiel Poncela. Echando una mirada al pasado, cada
actriz representa una sesión de cuplés y canciones picantes que emulan aquellas
fiestas clandestinas del siglo XX. Así, lo moderno y lo antiguo se dan la mano
por medio de las notas musicales y la más fina ironía.
Opera
“Otello”.
Teatro Real. Hasta el 3 de octubre.
El amor de Desdemona por Otello se
considera arte de magia, sin embargo el amor de Otello por
Desdemona se considera como lo más lógico del mundo: Desdemona es tan refinada,
tan blanca y tan aristocrática que cualquiera comprende que Otello no pueda
menos que amarla. Se aman, pero la
diferencia direccional del amor de ambos es innegable. Y es sobre
estas diferencias que un personaje resentido y diabólico, el alférez Iago,
acabará logrando tejer su venganza contra el general Otello por no haberlo
ascendido a capitán, como esperaba. La venganza necesita de un resorte mínimo,
porque en esencia consiste en hacer creer a Otello lo que ya cree todo el
mundo: que no es posible que una dama así se pueda haber enamorado de alguien
como él. Así que pese a que Otello tiene un alma noble y Desdemona está
realmente enamorada de él, pese a que Cassio es leal e intachable, la
insinuación de Iago da sus frutos y Otello realmente cree que Desdemona le engaña.
El conflicto de Otello es interior y tiene un nombre: inseguridad, que es lo que a tantos hombres ha llevado a cometer las mayores atrocidades. Otello nos coloca ante uno de los miedos más inconfesables del ser humano: no sentirse merecedor de lo que más se ama.
El conflicto de Otello es interior y tiene un nombre: inseguridad, que es lo que a tantos hombres ha llevado a cometer las mayores atrocidades. Otello nos coloca ante uno de los miedos más inconfesables del ser humano: no sentirse merecedor de lo que más se ama.
Argumento
¿Qué lleva a Otello a creerse traicionado
por Desdémona, una esposa que nunca ha dejado de amarlo? William
Shakespeare capturó de manera genial el poder demoledor de
la inseguridad. Lo hizo otorgando al gran guerrero unos rasgos raciales
insólitos en su entorno, que actúan como una suerte de poderoso
talón de Aquiles. Sin embargo, el Otello que
concibe el director de escena David Alden –como ya sucede en el
libreto que Arrigo Boito escribió para Giuseppe Verdi– sitúa el objeto de
conflicto menos en el aspecto físico del moro de Venecia y más en los
intricados laberintos psicológicos en que se pierde. Acosado por los
celos, Otello asiste impotente a la desintegración de sus propios
ideales y se ahoga en la obsesión por encontrar pruebas de una traición
conyugal consumada únicamente en su mente. El guerrero sanguinario
engulle al hombre de paz y le aboca a la destrucción de su entorno y a la
suya propia. Bajo su sombra, Iago, uno de los villanos más venenosos
de la historia, espolea con un certero sentido de la oportunidad los
fantasmas de su señor. Perdiendo la dignidad, los papeles y
el juicio, Otello nos enfrenta a uno de los
miedos más inconfesables del ser humano: no sentirse merecedor de lo
que más se ama.
En este montaje, la acción se traslada al
siglo XIX. Este Otello no es moro, sino blanco. El único escenario bien podría
ser los soportales de una plaza de cualquier ciudad europea, no sólo Venecia.
La interpretación del barítono que encarna a Iago es un tanto hierática. No
obstante todo lo dicho, la producción es buena, si queremos, un tanto recia,
pero compensada por la calidad de los cantantes, en especial, los barítonos,
que le otorgan esa intensidad dramática que el texto y la música requieren.
En definitiva, una buena producción para
la apertura de la nueva temporada del Real, que realmente promete…
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