Una comedia ligera sobre la pareja
El mítico madrileño Teatro Bellas Artes ofrece la comedia La ilusión conyugal, comedia interpretada por tres conocidos actores: el guaperas (que no tanto) Alejo Sauras, Alex Barahona y Ángela Cremonte. Dirigida por Antonio Hortelano (el rebelde Quimi en la serie Compañeros), esta pieza teatral habla de las mentiras, el amor, las infidelidades.
Las relaciones de pareja, el amor, la amistad y la mentira son temas recurrentes utilizados por muchos autores para sus obras, pero pocos consiguen ofrecer un texto con un diálogo tan directo y ágil, tan lleno de sorpresas y revelaciones, como el que Eric Assous ha logrado con La ilusión conyugal. Una obra como la vida misma, con un sentido del humor único que cuenta verdades absolutas sobre la condición humana.
Una graciosa obra donde las apariencias engañan y no es oro todo lo que reluce, donde el espectador no sabe bien distinguir la verdad de la mentira. Una comedia trágica repleta de una ambigüedad que fortalece la profundidad de cada uno de los personajes, seres de carne y hueso, con sus virtudes y defectos, enfrentándose a su propia y cruda realidad.
¿Es realmente necesario saber todo sobre nuestra pareja? ¿Hasta dónde debemos conocer sus secretos más íntimos? ¿Es la verdad un requisito importante y necesario para la felicidad? ¿Dónde empieza y termina una mentira? El amor, la pasión, ¿son realmente más fuertes que la razón? ¿Qué pasa cuando un ser humano se siente sobrepasado por la situación? ¿Y cuándo decide enfrentarse a sus miedos y a los de los demás?
Con estas premisas, me enfrenté a la obra lleno de expectativas, que, poco a poco, se fueron desinflando, pues, ni el texto es tan brillante como se anuncia, ni la dirección de actores es notable y ni la interpretación de éstos es sobresaliente. Estos recitan, no interpretan y esto es lo peor que puede hacer un actor en el escenario, frente ca un público que espera creerse los personajes. ¿Pero por qué recitan estos actores, cuando todos ellos son solventes..? No se nos ocurre otra cosa que decir que porque están mal dirigidos...Una pena para una comedia, que no es la repera, pero que podía estar mejor...
La podemos ver, hasta el 7 de enero, en el Teatro Bellas Artes.