Obra difícil de fácil visionado
Lectura fácil es la
adaptación teatral de la novela homónima de Cristina Morales. Es
una bomba diseñada para reventar el concepto de discapacidad y
reivindicar el derecho de todo lo vivo a gobernarse a sí mismo. Cuatro mujeres
sometidas a tutela por los servicios públicos de bienestar. Una de ellas
escapa. Una jueza la persigue. Una historia intensamente cómica y trágica donde
el cuerpo es el centro de todo, el lugar de la opresión y el único lugar desde
el que es posible emanciparse.
Por otro lado, el texto de Lectura fácil ha recibido el Premio Nacional de Narrativa y ya va por su nosécuántoava edición. Un artefacto explosivo que ha de mantener su potencia inflamable al pasar del libro al escenario.
En otro orden
de cosas, la obra es una comedia sobre cuatro chicas que comparten piso. Un relato
sobre cuatro personas no normales, es decir, con grandes dificultades para
adaptarse a las normas. Cuatro personas marcadas por distintos diagnósticos de
discapacidad asociados a trastornos mentales: Nati, Patri, Ángeles y Marga. Una
jueza abre un proceso para decidir si se ha de proceder a la esterilización
forzosa de Marga. Marga escapa y ocupa una casa abandonada. La policía inicia
su búsqueda.
Y, finalmente, Lectura fácil es un relato sobre el deseo de vivir y las dificultades de llevarlo a cabo en un sistema diseñado contra lo vivo. Un sistema que determina qué es la vida, quién puede vivirla y cómo. También es una historia sobre el poder y la necesidad de reírnos mientras chocamos contra el muro al intentar abrir un agujerito por el que asomarnos a la vida. Aunque, como dice Cristina Morales que dice Mónica Valenciano, Para desplazar los muros, exteriores e interiores, además de empujar o chocar, también se puede probar a acariciar. Las estrategias para ensanchar los espacios vitales necesarios son infinitas, según reza en el programa de la obra...
La podemos ver en el madrileño
Teatro Valle-Inclán, hasta el próximo día 8 de enero.