La Compañía Nacional de Danza vuelve con fuerza
La Compañía Nacional de Danza, dirigida por Joaquín de Luz, presenta, en el madrileño Teatro de la Zarzuela, del 7 al 17 de julio, un programa donde recrea tres grandes espectáculos de baile clásico: Grosse Fuge, Polyphonia y Concerto DSCH.
La velada del nuevo montaje coreográfico de la Compañía Nacional de Danza comienza con Grosse Fuge, uno de los trabajos más representativos del coreógrafo alemán Hans van Manen. Se estrenó en 1971 bajo la interpretación del Nederlands Dans Theatre y retrata la relación de cuatro parejas en una atmósfera sensual.
Le sigue Polyphonia, un montaje ganador del Premio Laurence Olivier a la mejor producción de danza nueva en 2003. Fue el primer ballet que Christopher Wheeldon creó después de convertirse en artista residente del New York City Ballet y retirarse como bailarín. En realidad no tiene argumento y se basa en una serie de escenas románticas con giros cómicos inspiradas en las obras de Norman Morrice y que suponen un homenaje a Frederick Ashton y George Balanchine.
Por último, se representa Concerto DSCH, una pieza de danza desarrollada sobre la partitura Piano Concerto No. 2 de Dmitri Shostakóvich, quien la escribió como un regalo para su hijo Maxim por su 19º cumpleaños. Fue estrenada en 2008 en Nueva York por el New York City Ballet y propone una actitud optimista tras la represión de la era Stalin.
Joaquín
de Luz es, desde 2019, el director de la Compañía Nacional de Danza (CND), en
sustitución de José Carlos Martínez. Durante su trayectoria, ha sido
galardonado con el Premio Nacional de Danza e 2016, el Prix Benois de la Danse
206, otorgado en Moscú (Rusia) a la mejor actuación masculina Interpretación
del año por su papel en Prodigal
Son, o el Premio Rising Star de Seven Arts Magazine 1997. También
ha sido miembro de prestigiosos conjuntos como el Pennsylvania Ballet, el
American Ballet Theatre o el New York City Ballet.
Lo podemos ver, del 7, al 17 de julio, en el
madrileño Teatro de la Zarzuela.