¡Qué difíciles son las relaciones humanas!

El dramaturgo Josep María Miró escribe y dirige El principio de Arquímedes, un drama que explora los prejuicios de nuestra sociedad y las malinterpretaciones que se realizan en ciertas ocasiones. Una obra finalista en los Premios Max 2012 y que podrá verse del 22 de abril al 29 de mayo, en el madrileño Teatro Quique San Francisco.

La tragedia El principio de Arquímedes está representada por los actores Ana Belén Beas, Pablo Béjar, Guillermo López y Alejandro Tous, quienes reflexionan sobre los miedos contemporáneos, las relaciones humanas, los prejuicios y la confianza, a través de una historia que narra los malentendidos y suposiciones que ocurren después de que un profesor de piscina abrazara y diera un beso a un niño para tranquilizarlo.

Y es que el grupo infantil Caballitos de mar empieza a nadar sin burbujita. Uno de ellos se pone nervioso y Jordi, su entrenador, le reconforta con este gesto aparentemente inocente. Sin embargo, Anna, la directora del club de natación, le pide explicaciones tras las quejas de algunos padres, quienes sospechan de pedofilia.

Esta obra fue finalista del Premio Max en 2012 y resultó ganadora del Premio Born de Teatro 2011, habiendo Miró vencido anteriormente este trofeo en 2009 con La mujer que perdía todos los aviones y en 2020 con El cuerpo más bonito que se habrá encontrado en este lugar, convirtiéndose en el primer autor en ganarlo en tres ocasiones. Además, la pieza ha sido traducida a más de una veintena de lenguas y se ha estrenado en más de cincuenta países. 

La podemos ver en el Teatro Quique San Francisco, hasta el próximo día 29 del mes.

 

La crisis de los cincuenta

El dramaturgo español Antonio Cantos (Si vienes y no estoy es que me he ido) dirige la comedia romántica Magnolia, escrita por el dramaturgo estadounidense Steven Dietz y adaptada por Rubén Coca. Con ella, indaga en la crisis de la mediana edad y el peso de las decisiones. Una divertida función que se puede ver los sábados del 21 de mayo al 2 de julio, en los madrileños Teatros Luchana.

La comedia Magnolia está interpretada por los actores Marina Muñoz y David Villanueva, quienes se meten en la piel de Elena y Quino, una antigua pareja que debido a una inesperada tormenta de nieve se reencuentran por casualidad 20 años después de que decidieran terminar con su relación tras la universidad.

Ambos comienzan a charlar y van recordando los momentos que vivieron juntos, al tiempo que ven cómo han variado sus vidas. Quino ahora es un empresario predecible y conservador, mientras que en realidad Elena no ha cambiado tanto su forma de ser, pues sigue siendo una hippie de izquierdas bastante bohemia.

Las horas pasan entre bromas, risas y alcohol, pero la noche les depara más sorpresas que tan solo el haberse visto, cuestiones que ponen en jaque su presente y puede que su futuro…

La podemos ver en los madrileños Teatros Luchana, desde hoy, hasta el 2 de julio.

Todos los palos del flamenco

Bajo la dirección artística de dos figuras destacadas del flamenco, la bailaora Úrsula Moreno y el guitarrista Antonio Andrade, Emociones es un espectáculo donde se representan todos los palos que sustentan este arte catalogado como Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO. Flamenco de primer nivel en el primer teatro flamenco del mundo: el Teatro Flamenco de Madrid (ubicado en una de las salas del madrileño Teatro Alfil).

El espectáculo Emociones cuenta con la participación de un variado elenco de artistas de primera calidad que exponen sus grandes conocimientos en danza, guitarra, percusión y cante. De esta manera, se dan cita en en el escenario estilos como el baile con bata de cola, flamenco en pareja, solos de cante y guitarra.

Con una larga e importante trayectoria, la bailaora Úrsula Moreno y el guitarrista Antonio Andrade, encargados de la dirección artística, han visitado los mejores escenarios tanto a nivel nacional como internacional con grandes producciones de su Compañía Flamenca Antonio Andrade. 

Sus varios años en escena, avalan a este espectáculo como uno de los mejores de su género en España.

El Teatro Flamenco Madrid es el primer teatro flamenco del mundo donde vivir la esencia del puro flamenco. Ubicado en el Teatro Alfil, no es sólo un espectáculo de flamenco, sino que está llamado a convertirse en un centro cultural y lugar de encuentro para los amantes de este arte. Una sala versátil de teatro con un espacio de 300 m2 repartidos en dos plantas y una capacidad máxima para albergar a 220 personas.

Lo podemos ver toda la temporada, en el madrileño Teatro Alfil.

Nueva versión de Giselle

La Compañía Nacional de Danza representa una nueva versión del clásico de Adolphe-Charles Adam, Giselle, en el madrileño Teatro Real. Una obra que ha sido diseñada por el bailarín y coreógrafo Joaquín de Luz como su primer gran reto coreográfico desde que se aupó a director del conjunto español. Una maravilla clásica con los mejores profesionales de la danza.

En esta adaptación de Giselle se acentúa el valor pasional de Giselle y se propone un giro hacia el acervo cultural español en relación al género. Esta coreografía se estrenó en 1841, en la Ópera de París, y está considerada como una de las obras maestras del ballet romántico.

El poeta Théophile Gautier fue el artífice de su argumento, inspirándose en el alemán Heinrich Heine, quien ya mezcló el mundo de las hadas y los genios del bosque con las Willis. Además, su estructura de dos actos está creada a partir de las connotaciones y estilos propios de la época, como La Sylphide.

La función se origina a través de una fábula popular germana. En ella se posiciona al público en una aldea de la Renania medieval, donde vive Giselle, una bella joven que durante toda su vida ha tenido problemas de salud. Hilarión está enamorado de ella y se consume en celos al pensar que Loys, que en realidad es el Duque Albertch, pueda arrebatársela.

Tras esconder su espada y alejar a su escudero, Loys declara su amor a Giselle, quien lo acepta embelesada por el hermoso joven. Pero al conocer la noticia, Hilarión jura venganza y desenmascara a Loys en las fiestas del pueblo.

Joaquín de Luz es, desde 2019, el director de la Compañía Nacional de Danza, sustituyendo a José Carlos Martínez. Durante su trayectoria, ha sido galardonado con el Premio Nacional de Danza e Interpretación 2016, el Prix Benois de la Danse 2009, otorgado en Moscú a la mejor actuación masculina del año por su papel en Prodigal Son, o el Premio Rising Star de Seven Arts Magazine 1997. Ha sido miembro de prestigiosas agrupaciones como el Pennsylvania Ballet, el American Ballet Theatre o el New York City Ballet.

Lo podemos disfrutar los días 20 y 21 de este mes, en el madrileño Teatro Real.

Profunda reflexión

Carlos Aladro (Mercaderes de Babel) dirige una adaptación de Pablo Rosal (Los que hablan) sobre el drama existencialista El pato salvaje, escrito por Henrik Ibsen. Una obra que se puede ver del 17 de mayo al 19 de junio, en el Teatro de La Abadía y que reflexiona acerca de temas como la justicia, la hipocresía o la redención.

Este montaje de El pato salvaje, de Ibsen, está interpretada por Pilar Gómez, Pablo Gómez-Pando, Nora Hernández, Ricardo Joven, Javier Lara, Jesús Noguero y Eva Rufo, y ha sido producida por el propio Teatro de La Abadía.

Su trama narra cómo Gregers Werle vuelve a su pueblo natal tras varios años de ausencia y se hospeda en la casa de los Ekdal, una familia encabezada por Hjalmar Ekdal, un modesto fotógrafo cuyo padre es un amigo y antiguo socio del cónsul Håkon Werle, a su vez padre de Gregers. Sin embargo, arruinado y tras pasar por la cárcel, el viejo Ekdal ahora vive con su hijo y de la caridad del cónsul, ya que le protegió evitando que él también fuera a parar a prisión en su momento.

Los oscuros secretos que se guardan en aquel hogar aparentemente feliz se van revelando poco a poco ante Gregers. Y es que Håkon había dejado embarazada a su sirvienta Gina para después hacerla casar con Hjalmar para que este reconociese a la futura niña, Hedvig.

Y para no enfrentarse a la cruel realidad, todos ellos se refugian en su imaginación, haciendo que Hjalmar se crea un gran inventor, el abuelo rememore sus aventuras como cazador y la pequeña Hedvig se pase los días en el desván cuidando de un pato salvaje herido.

La podemos ver, hasta el próximo 19 de junio, en el madrileño Teatro de La Abadía.

Sobre las crisis actuales

La compañía Teatro en Vilo propone, del 6 de mayo al 19 de junio, en el madrileño Teatro María Guerrero, un espectáculo dirigido para pensar y debatir acerca de las grandes crisis actuales: climática, económica, sanitaria, democrática, educativa, migratoria, espiritual...Su sugerente título en inglés, Blast.

El drama Blast está escrito y dirigido por Noemí Rodríguez y Andrea Jiménez, y cuenta con un elenco de intérpretes de entre 16 y 26 años que se suben a las tablas para realizar un ejercicio de osadía político-social con el objetivo de indagar en las problemáticas a las que se enfrenta nuestro tiempo, desde el género hasta la democracia, pasando por el trabajo, la ecología o el amor.

Y para ello se utilizan pequeñas escenas en las que se desarrollan diversas concepciones teatrales como una fiesta, una tertulia, un consultorio político-emocional, un musical, una convención de sabios, un gabinete de crisis, una misa o un canto a la divergencia.

Teatro en Vilo es una formación afincada en Madrid, pero fundada en Londres (Reino Unido), en 2013, por Noemí Rodríguez y Andrea Jiménez, ambas directoras y dramaturgas. Combinando la improvisación, la coreografía, el humor absurdo, la comedia gestual y elementos autobiográficos, su intención es desentrañar las claves de la sociedad contemporánea.

Ha recibido numerosas distinciones como el Premio del Jurado y el Premio del Público en el Festival Presente - Futuro en Palermo, el galardón de Mejor Compañía Emergente en el Mimetic Festival, el Premio Ojo Crítico de Teatro 2019 o las candidaturas a la Mejor Autoría Revelación en los XIX y XXII Premios Max por Interrupted y Generación Why, respectivamente.

La podemos ver en el madrileño Teatro María Guerrero, hasta el 19 de junio.

 

Los que nunca triunfan

El veterano director y dramaturgo José Sanchis Sinisterra (¡Ay, Carmela!, Todos me deben algo o Carta al padre) -Premio Nacional de Teatro 1990 y Premio Federico García Lorca de Teatro 199- dirige Los figurantes, hasta el 29 de mayo, en el madrileño Teatro Fígaro - Adolfo Marsillach. Es una comedia sobre la igualdad de oportunidades y los eternos secundarios que nunca llegarán a los primeros puestos profesionales.

Los figurantes está dirigida por María José Gil y Delfín Estévez, quienes también interpretan su historia junto con Allan Amarante, Toño Balach, Luisa Barbero, Roge Castro, Raúl Bravo, César Fuentes, Elene Hernández, Pilar Hernández, Ramiro Mantecón, Iván Herrero, Cris Medina, Tom Medina, Felipe Muñoz, Olga Redondo, Raúl Sáez y Félix Toribio.

Esta pieza se estrenó en 1989, en el Centre Dramàtic de la Generalitat Valenciana, bajo la dirección de Carme Portacelli. Su idea surgió mientras Sinisterra trabajaba junto con José Luis Gómez en la dramaturgia de La vida es sueño para el Teatro Español, lo que le brindó la oportunidad de reflexionar acerca del destino de aquellas personas que deben ayudar y completar la labor de otras de mayor renombre. De este modo, decidió narrar cómo los figurantes de un montaje teatral encierran a los actores principales en los camerinos y se presentan ante el público como los nuevos protagonistas. Pero en su afán por igualar los méritos de los verdaderos intérpretes empiezan a cometer todo tipo de disparates y extravagancias. Además, sus enredos se ven agravados cuando descubren un sorprendente hecho que los lleva a meditar sobre las paradojas de la libertad individual y colectiva. La vida nos lleva por caminos inescrutables…

La podemos ver, en el madrileño Teatro Fígaro-Adolfo Marsillach, hasta el próximo día 29 del presente mes.