“Oscar quiere ser una cigala”. Teatro Galileo. De jueves, a domingos.
Esta obra está escrita por Luis Enrique Montero y dirigida por Alberto
Sabina. Se trata de una comedia negra que, a través de una historia familiar,
reflexiona sobre la tolerancia y el rechazo, el amor, la doble moral y el poder
de construir y destruir.
A partir de la búsqueda de identidad de
género, Óscar confiesa a su familia que desea ser una cigala. Todos lo aceptan
y le apoyan, hasta el punto de que organizan una sesión con su psicóloga,
experta en disforia de especie. Pero todo esto no solo es más que la capa
superficial porque por dentro las ideas y los sentimientos de los personajes
difieren mucho de lo que trasmiten al exterior.
De esta manera, la función se desarrolla
a través del consciente y el inconsciente de los protagonistas. Entre aquello
que realmente desean, temen, sienten y lo que piensan.
La obra está bastante bien: los actores
son bien dirigidos; la escenografía es simple, pero, al mismo tiempo, efectiva;
las diferentes interpretaciones tienen fuerza…Es muy recomendable para hacer
pensar a todo tipo de público. Me gusta el teatro que, bajo una capa de
comedia, mantiene una tesis de ideas que nos ayudan a frotarnos las neuronas…