“Il puritani”. Teatro Real. Del 4, al 24
de julio.
Es ésta la
última ópera de Bellini, prematuramente muerto a los 34 años cuando había
logrado que la sociedad parisina se rindiera a sus pies y por fin, en un
panorama musical dominado por los italianos —desde Rossini a Donizetti, su gran
rival — le encargaran una obra que se estrenaría en el Théâtre Italien en 1835.
El compositor siciliano optó por una obra histórica que, sobre el fondo de la
guerra civil inglesa que enfrentó a Cromwell y los puritanos con los
eduardianos, desarrolla una apasionada historia de amor salpicada por la
pasión, la traición y la locura. La ópera se centra en una característica
heroína romántica, Elvira, que sufre la experiencia de sentirse traicionada
incomprensiblemente por su prometido, el mismo día de su boda. Este hecho le provoca
un sentimiento tan doloroso e insoportable que su entendimiento no lo puede
resistir y enloquece. La locura era una fórmula característica del
Romanticismo: la fragilidad física y la marginalidad social de los personajes
eran un recurso para hacer más expresiva la fuerza incontenible de los
sentimientos. En la estilizada puesta en escena de Emilio Sagi, los personajes
aparecen atravesados por la melancolía.