viernes, 24 de junio de 2016

Ballet

Cosacos de Rusia”. Teatro de la Luz Philips. Hasta el 3 de julio.
Dentro de la programación del East Ballet International Festival, el director de la compañía Cosacos de Rusia, Leonid Milanovalov, presenta “Leyendas cosacas”, un asombroso espectáculo basado en el folclore de estos pueblos militares.
Esta agrupación regresa a España por sexta ocasión para proponer un sorprendente show capaz de dejar sin aliento al propio público. Con casi 50 artistas sobre el escenario ataviados con trajes tradicionales de las diferentes regiones cosacas, se interpretan grandes canciones e historias de amor y drama de la cultura rusa.

Cada pueblo tenía sus propias costumbres y tradiciones enriqueciendo considerablemente el arte de esta comunidad. Las más reconocidas y bellas se han escogido para recrear el esplendor de una sociedad que es solo conocida por su pericia en la guerra.

Además, esta compañía de danza estatal ha sido galardonada con el premio “Artista de Honor de Rusia”, el máximo reconocimiento del país, de manos de Vladimir Putin.

domingo, 19 de junio de 2016

Teatro-Clásico

Proyecto Homero: Ilíada/Odisea”. Teatro Español. Día 24 de junio.
Tras el éxito obtenido en Conde Duque, La Joven Compañía vuelve a poner en escena sus dos montajes en una representación benéfica única para la recaudación de fondos en beneficio de los damnificados del terremoto de Ecuador. Una valiente propuesta teatral de dos referentes de la literatura occidental, la “Ilíada” y la Odisea, incluidas dentro del ciclo “Proyecto Homero” por los dramaturgos españoles Guillem Clua y Alberto Conejero.
El dramaturgo Guillem Clua (Barcelona, España, 1973) presenta su versión teatral de la “Ilíada”. Una visión de autor en la que abordan los temas del origen de Europa, la guerra, la patria, la esperanza y nuestra identidad. “Una obra sumergida en el dolor y la muerte hasta tal punto que la más ínfima muestra de humanidad brilla más que una galaxia entera”, comenta Guillem Clua.
La obra transcurre nueve años después del secuestro de Helena por parte del príncipe Paris, donde el ejército aqueo ha logrado poner Troya bajo sitio. Cuando todo indicaba el final de la guerra, Aquiles se retira del campo de batalla a causa de un enfrentamiento con el rey Agamenón. Este acontecimiento cambiará el rumbo de la guerra y hará que la tragedia se cierna sobre ambos bandos de la batalla.
Por su parte, el dramaturgo Alberto Conejero (Jaén, España, 1978) pone en escena su propia versión de la “Odisea” en la que explora una nueva perspectiva con algunos de los temas que le persiguen como autor: la memoria, la identidad o la lucha por escapar de la melancolía. En palabras de Conejero, “la Odisea es una celebración de la aventura de estar vivo, un canto al fulgor de nuestro camino en la tierra, una invitación a descubrir y a descubrirnos”.

La historia se desarrolla diez años después del final de la guerra de Troya de la que Ulises aún no ha regresa a su hogar, Ítaca. Allí aguardan sus seres queridos, Penélope, su mujer, y su hijo, Telémaco, donde los pretendientes dilapidan las riquezas del reino mientras se disputan el trono. Por ello, Telémaco emprende un viaje en busca de su padre que da lugar al inicio de una doble travesía, la de Ulises y la de Telémáco, llena de aventuras protagonizadas por sirenas, cíclopes y misterios.

Danza

“Homenaje a Antonio Najarro”-Ballet Nacional de España. Teatro de la Zarzuela. Hasta el 3 de julio.
El Ballet Nacional de España rinde homenaje al bailaor sevillano Antonio Ruiz Soler en el vigésimo aniversario de su muerte recordando algunas de sus obras y coreografías más emblemáticas. Todo ello bajo la dirección artística de Antonio Najarro​.
Más conocido como “Antonio el bailarín”, desde tierna edad comenzó a mostrar sus dotes por la danza. Considerado como un niño prodigio inicia sus estudios de baile flamenco con Realito y danza clásica con Ángel Pericet. Su gran consagración llegó en la Feria Iberoamericana de Sevilla de 1929 al actuar para los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia.

Con la irrupción de la Guerra Civil, el artista se trasladó a Sudamérica para después recalar en Estados Unidos. Allí inició una carrera cinematográfica que le llevó a participar en películas como “Panamerican” o “Sing Another Song”.

En 1949, regresa a España para volver a hacerse un nombre en Europa. Galardonado en multitud de ocasiones, entre sus premios más destacados se encuentran la Medalla de Oro del Spanish Institute de Nueva York otorgada en 1979, el Premio Nacional al Mejor Ballet 1972 o la Medalla de Honor de la Naciones Unidas que le concedieron en 1963.

Teatro-Drama

El laberinto mágico”. Teatro Valle-Inclán. Hasta el 10 de julio.
El Centro Dramático Nacional deja en las manos de Ernesto Caballero la adaptación a las tablas de “El laberinto mágico”, la vasta obra narrativa que el autor Max Aub le dedicó a la Guerra Civil Española.
Aub es uno de los más destacados novelistas hispanos de toda la historia. A pesar de nacer en Paris, de padre alemán y madre francesa, Max Aub se asentó en Valencia en 1914 y tuvo que huir a México en 1936.

Este escritor, que mantuvo a lo largo de su vida cuatro nacionalidades, comenzó a escribir las seis novelas que componen este ciclo describiendo su propia visión de la guerra. En sus líneas dejó una gran aptitud de facetas ideológicas, interpretaciones históricas y relatos emotivos que la convierten en una de las obras más transcendentales para comprender este periodo de la historia de España.

lunes, 13 de junio de 2016

Opera


El emperador de la Atlántida”. Teatro Real. Hasta el 19 de junio.
El compositor Viktor Ullmann (1898-1944) compuso, en Terezín, la ópera “El emperador de la Atlántida” (1943), antes de tomar el tren de la muerte para Auschwitz. Esta obra se convirtió en su gran ópera, un grotesco retrato de un vil tirano que esconde la sombra de Hitler, que subirá al escenario del Teatro Real el próximo 10 de junio, con una nueva orquestación y un preludio firmados por Pedro Halffter, encargado también de la dirección musical, y la dirección de escena de Gustavo Tambascio. La ópera está precedida de un Prólogo formado por tres obras entrelazadas con la impresionante interpretación de Blanca Portillo.
Este compositor nacido en el imperio austrohúngaro, discípulo de Arnold Schönberg y más tarde asistente de Zemlinsky en Praga, vería truncada su carrera como compositor a causa de la tragedia del holocausto. Su origen judío determinó su destino y segó su carrera al ser internado en 1942 en el campo de concentración de Terezín, donde tantos artistas recalaron, antes de su exterminio en Auschwitz en 1944. Durante su estancia en el campo de concentración, compuso El emperador de la Atlántida o El rechazo de la muerte (1943), obra que respira ecos de Weill, Hindemith y el expresionismo vienés.

El argumento desgrana un grotesco retrato de un tirano –en el que muchos vieron una caricatura del dictador nazi– que fuerza a la humanidad a consentir una feroz masacre, mientras la Muerte impide que los heridos fallezcan, y que la crítica valoró como “la abdicación de la muerte frente a los horrores universales de la vida”. Por tanto, el estreno previsto en el campo se prohibió. Con su vitriólico humor, el director de escena Gustavo Tambascio extrae el sentido más ácido de esta macabra sátira.



Música de Viktor Ullmann
Texto de Rainer Maria Rilke
Versión española de Jesús Munárriz
Reconstrucción de Henning Brauel

Narradora: Blanca Portillo

Teatro-Drama

“La rosa tatuada”. Teatro María Guerrero. Hasta el 16 de junio.
Tennessee Williams nos cuenta la historia de una mujer que ha perdido a su marido y decide encerrarse a guardarle luto para siempre. Producto de una educación estructurada y tradicional está convencida de que eso es lo que hay que hacer. Ella vive según las normas impuestas sin ser consciente de que justamente esa es la causa de su sufrimiento.
Además, Serafina es inmigrante y consigue el respeto de sus vecinos con un comportamiento “intachable”. Pero poco a poco descubre la hipocresía de su vida y, sin proponérselo, afloran sus deseos no reconocidos.
Tiene que elegir entre el sexo y la muerte, entre la vida y el ostracismo. Y elige vivir, no puede dejar pasar su vida como si tuviera otra, porque no la tiene.
La obra de Tennessee Williams, reflejo de su propia vida, estaba marcada por la caída de un mundo al que pertenecía, siempre presente en sus atormentados, solitarios, reprimidos e incomprendidos personajes.
Con esa sensibilidad, el autor construye unos seres que son víctimas de sí mismos viviendo en un mundo en el que los sueños no tienen lugar, en un mundo que les impide encontrar la felicidad.
Un mundo puritano que contrasta deliberadamente con la realización de sus más ocultas pasiones, una situación que se complica cuando las inclinaciones sexuales no se corresponden con las normas establecidas por la moral conservadora por la que deben regirse.
A su vez, el autor muestra cómo esta sociedad hermética, que predica una vida austera, se salta continuamente sus propios cánones, pues no le importa abusar del débil para obtener beneficios aunque de cara a la galería todo quede justificado.”,
en palabras de Carmen Portaceli

Teatro-Comedia

The Gagfather”. Teatro Alfil. Hasta fin de temporada.
Una banda de despiadados gagsters aterroriza la ciudad. Tras ellos, un grupo de
disparatados policías se proponen pararles los pies, cueste lo que cueste con imprevistas y desopilantes consecuencias.
Con esta premisa arranca el nuevo espectáculo de Yllana, un homenaje al “cine negro”, lleno de delirantes situaciones de humor negro, inventiva teatral y el código gestual marca de la compañía.
Un divertidísimo viaje a los bajos fondos y a los más bajos instintos, no exento de crítica y reflexión sobre el bien y el mal.
No cabe duda de que Yllana, la creadora de este desternillante espectáculo, es una de las mejores compañías de espectáculos humorísticos de nuestro país. Sus miembros beben del mimo y del cine mudo. Basan prácticamente todos sus montajes en teatro gestual, compuesto por sketches unidos por un hilo conductor que da sentido a las historia. En este caso,  se trata de un homenaje al cine “negro” clásico, con divertidísimas escenas de persecuciones de policías a ladrones, con una crítica subyaciente al establishment de la ley y el orden y, sobre todo, con mucho humor loco y anárquico, que es lo que el público demanda, sobre todo, los fines de semana. Y es que ante la situación doblegante que vivimos por parte de los poderes reales y fácticos, lo que el cuerpo nos pide es diversión y más diversión…