“El emperador de la Atlántida”. Teatro Real. Hasta el 19 de junio.
El compositor Viktor Ullmann (1898-1944)
compuso, en Terezín, la ópera “El emperador
de la Atlántida” (1943), antes de tomar el tren de la muerte
para Auschwitz. Esta obra se convirtió en su gran ópera, un grotesco retrato de
un vil tirano que esconde la sombra de Hitler,
que subirá al escenario del Teatro
Real el próximo 10 de junio, con una nueva orquestación y un
preludio firmados por Pedro
Halffter, encargado también de la dirección musical, y la dirección de
escena de Gustavo Tambascio. La ópera está
precedida de un Prólogo formado
por tres obras entrelazadas con la impresionante interpretación de Blanca Portillo.
Este
compositor nacido en el imperio austrohúngaro, discípulo de Arnold Schönberg y
más tarde asistente de Zemlinsky en Praga, vería truncada su carrera como
compositor a causa de la tragedia del holocausto. Su origen judío determinó su
destino y segó su carrera al ser internado en 1942 en el campo de concentración
de Terezín, donde tantos artistas recalaron, antes de su exterminio en
Auschwitz en 1944. Durante su estancia en el campo de concentración,
compuso El emperador de la Atlántida o El rechazo
de la muerte (1943), obra que respira ecos de Weill, Hindemith y el
expresionismo vienés.
El argumento desgrana un grotesco retrato de un tirano –en el que muchos vieron
una caricatura del dictador nazi– que fuerza a la humanidad a consentir una
feroz masacre, mientras la Muerte impide que los heridos fallezcan, y que la
crítica valoró como “la abdicación de la muerte frente a los horrores
universales de la vida”. Por tanto, el estreno previsto en el campo se prohibió.
Con su vitriólico humor, el director de escena Gustavo Tambascio extrae el
sentido más ácido de esta macabra sátira.
Música
de Viktor Ullmann
Texto de Rainer Maria Rilke
Versión española de Jesús Munárriz
Reconstrucción de Henning Brauel
Narradora: Blanca Portillo