“La viuda alegre”. Teatros del Canal. Hasta el 17 de enero.
“La
viuda alegre” es una de las operetas más
importantes y famosas del género. Estrenada en Viena en 1905, esta obra
mantiene intacta la música de Franz Lehár y el libreto escrito por Leo Stein y
Victor Léon dentro de una producción rejuvenecida que cuenta con Natalia Millán
como protagonista.
Dividida en tres actos, su
historia narra cómo el embajador en Francia del empobrecido país de Pontevedre,
el Barón Mirko Zeta, manda llamar a París al Conde Danilo
para cortejar y hacer volver a su patria a Hanna, una viuda inmensamente rica
que al no encontrar un marido adecuado se ha mudado de la pequeña nación
centroeuropea. Sin embargo, la paupérrima economía del reino necesita de su
dinero para mantenerse a flote, por lo que si la millonaria no
regresa será la perdición para Pontevedre.
El montaje que nos ocupa es
espectacular, tanto en escenografía, como en vestuario. La música en directo
suena bien. Los actores están bien elegidos. Entre ellos, Natalia Millán da
bien el papel aunque no da la talla cantando (se esfuerza, pero no llega). El
único problema residente en esta producción es que su dirección es nerviosa, lo
que hace que los movimientos escénicos sean trepidantes y acabemos un tanto
“mareados”. Una dirección más pausada y contenida hubiera conseguido un
resultado sobresaliente. Una verdadera lástima…