“Cyrano de Bergerac”. Teatro Real. Del 10, al
22 de mayo.
La exitosa producción del
Théâtre du Châtelet, de París, llega al Teatro Real de la mano de Pedro
Halffter en la dirección musical y de Petrika Ionesco como director de escena.
Una desproporcionada nariz que le llenaba de complejos,
una genial facilidad en la composición de versos y un artista al empuñar la
espada son la carta de presentación de Cyrano de Bergerac. Así era y es el
personaje que creó Edmond Rostand y que fue la base para el más célebre título
de Franco Alfano, que puso en escena en 1936 en Roma.
Fue el propio Plácido Domingo quien descubrió por
casualidad la partitura hace ya unas décadas y se comprometió interpretarla.
Desde su estreno en el 2005 el tenor español ha hecho del personaje una figura
muy apreciada en el mundo de la ópera. Se nota que es un personaje con el que
se siente particularmente bien.
La producción es la misma que se representó en el Théâtre
du Châtelet de París que recibió una ovación unánime. Algo cada vez más raro de
ver en París. Entonces Plácido Domingo estuvo sublime pero la espectacularidad
de escenarios y vestuario, a la antigua, y la no menos magistral dirección
escénica de Petrika Ionesco también contribuyeron al éxito.
Una vez más, Gerard Mortier (el Director del Real)
programa una ópera cuyo mensaje está de plena actualidad con la intención de
entretener y, al mismo tiempo, hacer reflexionar al espectador. Todo un
interesante envite.