miércoles, 22 de junio de 2011

Teatro

"Tiempo al tiempo”. Teatro Alfil. Hasta el 18 de septiembre.
Ron Lalá presenta “Tiempo al tiempo”, un espectáculo en tiempo real, que dura diez segundos, cien días y mil años. Humor, teatro y música, en directo. Una “tiempestad” de carcajadas en torno a los tiempos que corren. Humor blanco, inteligente, crítico y, sobre todo, muchas risas para pasar un rato muy agradable con uno de los mejores grupos de teatro humorístico de este país.

sábado, 4 de junio de 2011

Teatro

“El maravilloso catarro de Lord Bashaville”. Teatro Lagrada. Hasta el 12 de junio.
En el húmedo y gris Londres victoriano, Lord Bashaville pasa sus días cultivando su extravangante catarro para despertar la admiración de la alta sociedad londinense. Su fiel criado Sylvester tiene un secreto: pretende asesinar a su señor y Fichland, el mejor amigo de Bashaville le anima a hacerlo, si pretende ser un hombre respetable. Pero la consumación del crimen se verá interrumpida por la visita de tres fascinantes mujeres: Silvia Whitelady, enigmatica dama que se oculta tras el humo de su kalumet; Cósima Wagner, amantísima viuda del gran Richard Wagner y Mirella Killer, tormentósamente enamorada de Bashaville. Al singular grupo se une Oscar Wilde, el pequeño primito de Mirella. Juntos descubrirán qué se esconde.
Una estupenda obra del mejor Francisco Nieva (“Pelo de tormenta”), en la que el autor pretende rendir un homenaje a la novela de misterio de la época romántica.

Teatro

“Nadie lo quiere creer”. Teatro Español. Del 9 al 26 de junio.

La Compañía La Zaranda, Premio Nacional de Teatro 2010, presenta su último trabajo, “Nadie lo quiere creer (La patria de los espectros)”, de su emblemático director y dramaturgo, Eusebio Calonge.
La obra transcurre en una gran casa sumida en la decadencia, escenario idóneo donde se enfrentarán la vieja y moribunda dueña y sus parientes, que se quieren quedar con la herencia.
Con una escenografía y un vestuario muy realistas, los actores Gaspar Campuzano, Francisco Sánchez y Enrique Bustos se transforman en sendos fantasmas para dar lugar a un sainete que, en el fondo, habla de las miserias y de la historia de España.
Esta compañía, que se hace llamar Teatro inestable de Andalucía la Baja, lleva la nada sencilla cifra de treinta años girando por España y América con una propuesta teatral diferente, enraizada en la tradición de nuestra Cultura, de Zurbarán a Valle-Inclán, arraigada a la identidad popular, desde el juego hondo con el idioma, hasta la presencia de fiestas y

Danza

“The Aluminium Show”. Teatro Arteria Colisuem. Hasta fin de temporada.

El espectáculo visual “Aluminium Show” ha aterrizado a todo bombo y platillo en la capital para dar vida a objetos y materiales industriales, con los que los bailarines y actores narrarán la historia de una máquina joven que está empeñada en reunirse con sus padres.
El montaje comienza con el nacimiento de Slinky, un pequeño robot con forma de tubo metálico. Sus padres lo pierden un día y, a partir de ese momento, inician una búsqueda para encontrar a su indefenso androide. A su vez, un humano se tropieza con el pequeño y le ayudará a buscar a sus progenitores.
El creador del show y director artístico, Ilan Azriel, ha explicado que el espectáculo tiene un mensaje ecológico porque pretende "dar vida a un material reciclado" y su historia se desarrolla "en torno a la relación entre los humanos y las máquinas".
Una de las claves de este original y contundente montaje es que no posee un único lenguaje ya que no existe un idioma concreto y los códigos son puramente visuales. "Cada uno saca su propia interpretación de lo que ve", explica su creador.
   Un total de diez artistas -actores y bailarines-ponen en marcha un espectáculo futurista en el que el público está invitado a participar. A partir de disciplinas tan distintas como el jazz, la danza contemporánea, el break dance o el teatro, la puesta en escena pretende convertir este show en algo nuevo y distinto a otros espectáculos.
Por otro lado, el espectáculo usa materiales rescatados de fábricas industriales, reutilizados para construir el decorado, vestir a los actores e interactuar con el público. Además, realiza efectos visuales, cambios de iluminación y elementos sonoros con los que consigue involucrar todos los sentidos.
El éxito del espectáculo viene avalado por el hecho de que, hasta la fecha, ya ha visitado un total de treinta países…
Algo original y nunca visto, hasta ahora, por lo que merece la pena no perdérselo.

Opera

“Yo, Dalí”. Teatro de la Zarzuela. Días 8, 10 y 11 de junio.
“Yo, Dalí” es el estreno absoluto de una ópera española y cuenta con música de Xavier Benguerel y libreto del conocido autor teatral Jaime Salom. El esfuerzo que supone hacer realidad un proyecto de esta naturaleza lo han puesto en marcha el coliseo que lo da a conocer en estreno absoluto, el Teatro del Liceo de Barcelona y la promotora privada de música contemporánea Musicadhoy.
El estrafalario personaje, gran pintor y cultísima persona que fue Dalí está envuelto por la música de Benguerel, un veterano compositor que precisamente este año celebra su 80 cumpleaños. Escrita en 2004 por encargo del Ministerio de Cultura para celebrar el centenario del nacimiento del pintor, ve por fin la luz.
La ópera es un encargo del 2044 para celebrar el centenario del genial artista catalán, y uno de los españoles más universales de todos los tiempos.
La obra discurre en cuatro actos vertebrados por la historia de amor, odio y dependencia entre el pintor y su musa, Gala. Entre esta relación se pasean personajes que tuvieron mucha relación con él, como Federico García Lorca, Paul Eluard o Luis Buñuel.

Teatro

“Las gracias mohosas”. Teatro Pavón. Hasta el 19 de junio.

La Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) acoge a la andaluza Teatro del Velador que pondrá en escena “Las gracias mohosas”, una gran apuesta por la recuperación del teatro de la primera dramaturga española, Feliciana Enríquez de Guzmán, nacida en Sevilla a finales del siglo XVI.
Esta es la primera vez que sube a un escenario un texto de esta autora, una mujer adelantada a su tiempo, que, sin embargo, tuvo una vida triste marcada por la muerte de sus dos maridos, lo que la llevó a la indigencia y a ser recogida en un convento hasta su fallecimiento no sin antes haber leído la excelente biblioteca de su segundo esposo, de profesión notario.
La obra, escrita en prosa, es un entreacto de “La Tragicomedia de los Jardines y Campos Sabeos”. Se trata de un texto breve donde triunfa lo disparatado, lo burlesco, la imagen de un mundo fuera de toda norma. Es, en la manifestación carnavalesca, la celebración de la carne, la grotesca danza de los rijosos y borrachos tullidos con sus enmohecidas gracias.
Por otro lado, en la función, el amor aparece de manera transgresora y divertida: los protagonistas, seis hombres, se vienen a enamorar de la misma mujer, Aglaya, con la que se quieren casar. Pero es imposible llevar a cabo la unión, pues tiene dos hermanas que también han de contraer matrimonio. Para poder elegirle el novio adecuado a cada una de ellas, el padre, Baco, convoca una justa donde se deben batir los pretendientes merecedores de la mano de sus hijas. Finalmente, ven que  lo mejor para todos es que se casen los seis con las tres y, así, ser felices.
El trabajo físico que deben realizar los actores es una de las señas de identidad de la compañía en la mayoría de sus propuestas.

Musical

“Bollywood, el viaje”. Teatro Häagen-Dazs Calderón. Del 8 al 12 de junio.

El bailarín y coreógrafo Sunny Singh nos propone que nos adentremos en las películas de Bollywood. A través de sus trepidantes e hipnóticas danzas, veremos los tópicos argumentales que la industria cinematográfica hindú ha sabido explotar tan bien. La heroína, bella y humilde, objeto del amor del héroe de la historia; el villano, malvado y riquísimo que a toda costa quiere conseguir los favores de la chica interponiéndose entre los dos enamorados. Y como siempre, tras varias vicisitudes, el amor siempre triunfa.
Una historia más vieja que el mundo, que sirve de hilatura a unos números musicales llenos de luz y color con su suntuoso vestuario (500 trajes), 14 bailarines en escena y una banda sonora de rabiosa actualidad.
Sobre el escenario, humor, luz y mucho color, típico de India. Son un total de catorce bailarines, que se mueven al ritmo de las bandas sonoras de la que se ha convertido, desde hace años, en la segunda Meca del Cine, Bollywood.
Sunny Singh es el coreógrafo y principal actor del espectáculo, que, a través de la historia de amor entre el pescador Surya y la bella y humilde Maya y de las intrigas del villano Titak para atraer a la joven a su lado, se alimenta de los argumentos y de la escenografía de las películas de Bollywood.
El musical también cuenta con la participación del público, al final del espectáculo porque, según sus responsables, desean que todo el mundo se sienta partícipe de este “show” que, cada vez más, estamos acostumbrados a ver los madrileños, con gran éxito, tanto de crítica, como de público. Y esta producción, grande, promete…