“Los pijos también lloran”. Pequeño Teatro Gran Vía. Hasta julio.
“Los pijos también lloran” es una comedia
salvaje donde Fernando Candela, con la ayuda de Ana Rujas, nos hará conocer las
situaciones más surrealistas del mundo del glamour y las celebrities, donde no
todo es lo que parece.
A
mediados de los años noventa el mundo se dividía entre los que eran pijos y los
que no y fue entonces, cuando siendo todavía muy joven, Fernando comenzó a
darse cuenta de su poder de seducción para conseguir todo lo que se
proponía trabajando de relaciones públicas y organizando eventos.
Su
éxito creció como la espuma y cuando tenía poco más de veinte años ya estaba en
la lista V.I.P. de todas las fiestas, premios, conciertos y comenzó a organizar
los mejores eventos de la ciudad. A la vez que subían sus comisiones lo hacía
el tamaño de su agenda, que estaba llena de teléfonos de famosos, futbolistas,
artistas y cantantes, algunos de los cuales le confiaron la gestión de sus
carreras. Consiguió lo más importante, el “quan”: todos a su alrededor pensaban
que él podía conseguir lo que necesitasen.
Ahora
se ha propuesto sumergirnos en el mundo del glamour, las celebrities, los
eventos exclusivos y las zonas V.I.P., enseñándonos la parte que nunca hemos
visto, esa parte que está detrás de los focos, antes de los flashes, después de
los premios, los arreglos de última hora o los juegos de magia para vender lo
que no existe.
El
resultado es una comedia
salvaje que nos hará conocer las situaciones más surrealistas
que ha vivido moviéndose en este mundo tan fantástico, deslumbrante y
codiciado… pero puede que no todo sea como parece y que haya algo más, que no
nos han dejado ver y que ahora estamos a punto de descubrir, y es que Los
pijos también lloran.
Pero
Fernando no se quedará en lo superficial ya que esta no es una época de
cambios, sino un cambio de época, y nos hará sintonizar con lo esencial para
triunfar, cuando todo está por descubrir, cuando el trabajo es emocionante,
cuando cada día es diferente y divertido y cuando nos creemos capaces de todo.
Nos daremos cuenta de que todos los días podemos tener nuestra fiesta V.I.P. en
casa, que podemos entregar premios a nuestra gente más querida y que podemos
conseguir nuestros deseos y sueños y sobre todo que podemos llorar de risa de
nuestras propias pijadas.